03.06.2019 Views

Lecciones de amistad

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NADIE FUE EXPULSADO DE ALLÍ, NI SIQUIERA JOHNNY<br />

KATES, DE 13 AÑOS, QUIEN SE ESCAPÓ EN DOS<br />

OPORTUNIDADES A BORDO DE AUTOS ROBADOS.<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la escuela, Mike fue a conversar<br />

con Tom.<br />

—Mike —le dijo Tom—, te han<br />

echado <strong>de</strong> cada casa en la que has estado<br />

porque no pue<strong>de</strong>s resistir la tentación<br />

<strong>de</strong> pelear. Tienes que apren<strong>de</strong>r<br />

a controlarte.<br />

Mike lo miró y dijo:<br />

—¿Por qué esperas que yo lo haga si<br />

ni tú mismo pue<strong>de</strong>s hacerlo?<br />

Des<strong>de</strong> ese momento, Tom se transformó<br />

en un ejemplo <strong>de</strong> autocontrol,<br />

algo que no pasó <strong>de</strong>sapercibido para<br />

Mike. Tom comprendió que tal vez la<br />

lección más importante que sus muchachos<br />

<strong>de</strong>bían apren<strong>de</strong>r era cómo<br />

dominar sus emociones y no estallar<br />

abruptamente ante las <strong>de</strong>cepciones<br />

<strong>de</strong> la vida.<br />

Otro <strong>de</strong> los chicos, Billy, <strong>de</strong> 16 años,<br />

era un genio <strong>de</strong> la electrónica y tenía<br />

el molesto hábito <strong>de</strong> electrificar la<br />

puerta <strong>de</strong> todos aquellos que se cruzaban<br />

en su camino. Tom <strong>de</strong>cidió que<br />

valía la pena incentivar su talento. Entonces,<br />

se le asignó a Billy un rincón<br />

<strong>de</strong>l sótano a fin <strong>de</strong> que organizara su<br />

taller, y ese hábito tan “chocante” fue<br />

<strong>de</strong>sapareciendo poco a poco.<br />

En 1971 Tom había reunido suficiente<br />

dinero para hacerse <strong>de</strong> una<br />

vivienda <strong>de</strong> tres habitaciones. Cinco<br />

años más tar<strong>de</strong>, compró y restauró<br />

una morada antigua en la que instaló<br />

una resi<strong>de</strong>ncia para niñas sin hogar.<br />

En 1977 renovamos nuestra última estancia<br />

para varones, una vieja casa <strong>de</strong><br />

campo. Gracias a 3 distinciones presi<strong>de</strong>nciales<br />

por “prestar un servicio<br />

excepcional a los <strong>de</strong>más” y a una lista<br />

<strong>de</strong> contactos <strong>de</strong> 30,000 donadores, el<br />

proyecto Butterfield Youth Services<br />

ahora no solo podía darse el lujo <strong>de</strong><br />

contar con 4 propieda<strong>de</strong>s que albergaban<br />

a 26 jóvenes, sino también un<br />

complejo <strong>de</strong> aulas ubicado en el centro<br />

<strong>de</strong> la ciudad don<strong>de</strong> se llevaban a<br />

cabo capacitaciones especiales y que<br />

incluía, a<strong>de</strong>más, un gimnasio y un taller<br />

<strong>de</strong> artes.<br />

A Tom se le ocurrió otra i<strong>de</strong>a. ¿Por<br />

qué no hacer una película sobre los<br />

muchachos Butterfield? Durante los<br />

siguientes dos años, asedió a la gente<br />

<strong>de</strong> Hollywood con la misma persistencia<br />

con la que un par <strong>de</strong> décadas<br />

antes había <strong>de</strong>rribado las puertas <strong>de</strong><br />

la burocracia. El resultado fue una<br />

conmovedora cinta televisiva que se<br />

estrenó en la ca<strong>de</strong>na CBS en diciembre<br />

<strong>de</strong> 1981 bajo el título Los niños que<br />

nadie quiere.<br />

Para entonces, Tom era un hombre<br />

<strong>de</strong> 42 años; su tupida barba ya<br />

mostraba manchas grisáceas. Como<br />

siempre, trabajaba día y noche. La

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!