Michel de Nostradamus - Centurias (2)

De fuego y sangre en ciudad de Bizancio,
Los conjurados descubiertos por matrona.
LXII
LXIII
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Cerca de Sorbin para atacar Hungría,
El heraldo de Brudes los vendrá a advertir:
Jefe Bizantino, Sallón de Esclavonia,
A la ley de Árabes los vendrá-a convertir.
Cidrón, Ragusa, la ciudad de San Hierón,
Reivindicará el mendicante socorro:
Muerto hijo del Rey por muerte de dos airones,
El Árabe y Hungría seguirán un mismo curso.
Llora Milán, llora Luca, Florencia,
Que tu gran Duque al carro subirá,
Cambiar la sede junto a Venecia se avanza,
Cuando Colonia cambie a Roma.
¡Oh, vasta Roma!, tu ruina se acerca,
No de tus muros, de tu sangre y substancia:
El aspro con letras hará muy horribles muescas,
Hierro afilado metido a todos hasta el mango.
El jefe de Londres por reino la América,
La isla de Escocia empeorará por la helada:
Rey Reb tendrán un tal falso Anticristo,
Que les obligará a todos a entrar en la pelea.
El temblor muy fuerte en el mes de mayo,
Saturno, Capricornio, Jupiter, Mercurio en Tauro:
Venus, también Cáncer, Marte en Nonnay,
Caerá pedrisco más grueso que un huevo.
La armada del mar ante ciudad se situará,
Luego sin ir muy lejos partirá:
Ciudadanos gran presa en tierra tomarán,
Volver escuadra cobrará de nuevo gran empuje.
El hierro luciendo como nuevo, aun siendo viejo,
Serán tan grandes por mediodía Aquilón:
De su propia hermana grandes alas alzadas,
Huyendo herido al zarzal de Ambellón.
El ojo por objeto hará tal excrecencia,
Tanta y tan ardiente que caerá la nieve.
Campo irrigado irá en decadencia,
Que el primado sucumbirá en Rege.
La tierra y el aire se helarán tanto,
Cuando se vaya en jueves a venerar
Lo que nunca será ni fue tan bello,
De las cuatro partes te vendrán a honrar.
El año mil novecientos noventa y nueve, siete meses,
Vendrá del Cielo un gran Rey de horror: