Michel de Nostradamus - Centurias (2)

España y Francia permanecerán unidas juntas:
Gran guerra próxima y combate muy duro,
Corazón valiente no habrá quien no tiemble.
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De costumbres nuevas después de la tregua,
Malicia, insidia y maquinación:
Primero morirá quien haga la prueba,
Color Venecia conspiración.
El hijo menor del grande y odiado Príncipe,
De lepra a los veinte años una gran mancha tendrá,
De pena morirá su madre, bien triste y endeble,
Y él donde caen los cobardes morirá.
La gran ciudad por asalto pronto y repentino,
Sorprendida de noche, guardias cogidos:
Las excubias y vigilias San Quintín,
Asesinados guardias y los portones destruidos.
El jefe del campo en medio del combate,
Será herido en el muslo de un flechazo,
Cuando Ginebra afligida y preocupada,
Por Lausana y Suizos será traicionada.
El joven Príncipe acusado falsamente,
Pondrá en tumulto al campo y en querellas:
Contusionado el jefe por defenderlo,
El cetro apaciguar, aplacar luego pendencias.
Aquel que estará cubierto con una capa,
Será inducido a algún caso examinar:
Los doce rojos vendrán a manchar los manteles
Con un homicidio, homicidio que se va a perpetrar.
El campo mayor de la ruta puesto en fuga,
Nn más allá será acosado:
Acampado nuevamente y legión reducida,
Después será de las Galias completamente echado.
De una mayor pérdida noticias reportadas,
Hecho el informe el campamento se aturdirá:
Bandas unidas contra las sublevadas,
Doble falange, a grande abandonará.
La muerte súbita del principal personaje,
Habrá cambiado y puesto a otro en el reino:
Pronto, llegado tarde a edad tan avanzada y tierna,
Que en tierra y mar será preciso que se le tema.
De donde se crea hacer venir el hambre,
De allá vendrá la hartura:
El ojo de la mar por avariento canino,
A uno y a otro dará aceite y trigo.