Michel de Nostradamus - Centurias (2)

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La gran ciudad quedará bien desolada,
De sus habitantes uno solo podrá en ella morar:
Muralla, sexo, templo y virgen violada,
Por hierro, fuego, peste, cañón el pueblo morirá.
Por ciudad tomada por engaño y fraude
Por medio de un bello joven capturado,
Asalto dado a Raubine cerca de Laude,
El y todos muertos por haber bien engañado.
Un jefe de Ausonia a las Españas irá,
Por mar se detendrá en Marsella,
Antes de su muerte por mucho tiempo languidecerá,
Después de su muerte se verá gran maravilla.
Flota Gálica no lo acerques a Córcega,
Ni a Cerdeña tú de ello te arrepentirás:
Pronto moriréis todos privados de la ayuda deseada,
Sangre nadará, no habrá ningún cautivo.
De Barcelona por mar una poderosa armada,
Marsella entera de miedo temblará:
Islas ocupadas de mar ayuda cerrada,
Tu traidor en tierra nadará.
En aquel tiempo Chipre estará privada
De su auxilio de aquellos del mar Egeo:
Viejo trucidado, pero con mezclas y músicas,
Seducido su Rey, Reina más ultrajada.
El gran Sátiro y Tigre de Hircania,
Don presentado a aquellos del Oceán:
Un jefe de flota saldrá de Carmania,
Y tomará tierra en el Tirreno Foceán.
El árbol que estuvo tanto tiempo muerto secado,
En una noche volverá a reverdecer:
Cron Rey enfermo, Príncipe pie cojo,
Gritando a los enemigos hará vela extender.
El mundo próximo al último período,
Saturno todavía tarde estará de vuelta:
Transferido imperio hacia naciones Brodde,
El ojo arrancado a Narbona alrededor.
En Aviñón el gran jefe del Imperio,
Se detendrá por París desolado:
Tricastro sostendrá la Anibálica ira,
Lyón por engaño será mal consolada.
De quinientos años en mayor estima te tendrá,
Al que fue ornato de su tiempo,
Luego, de pronto, gran claridad dará,
Que en este siglo les dará gran contento.