LeónDe tapas, vinos y fogonesMuseos, monumentos, palacios, festivales... León es historia, arte y cultura. Pero aquel austero campamentode la Legio VI Victrix romana y antigua capital del Viejo Reino, convertido hoy en ciudad vibrantey cosmopolita, es también sus calles llenas de restaurantes, bares, tabernas, mesones,cervecerías... León es, sin ninguna duda, su espectacular gastronomía.
Cocido maragato, olla berciana, lechazo asado,ancas de rana a la baezana, picadillo, varias preparaciones contrucha, como la sopa o la trucha frita, el bacalao ajoarriero…,la gran tradición de embutidos, desde la cecina y la morcilla–sin arroz ni piñones, solo con sangre y mucha cebolla– hastalos chorizos, el jamón, el lomo… León es una colección dedelicias que se puede disfrutar rodeado de siglos de historia.Tampoco se puede olvidar su singular la cultura vitivinícola.¡En León se come, pero también se bebe! En particular, losvinos de la región están amparados por dos Denominacionesde Origen, la D.O. León y la D.O. Bierzo; dos zonas de producciónque ofrecen una cuidada selección de vinos paratodos los gustos y presupuestos.Hablamos de una singular colección de sabores que se haido moldeando por las idas y venidas del Camino deSantiago, por las cocinas de palacios y monasterios, por unageografía singular que conecta la meseta con las montañas delnoroeste peninsular, por sus ferias y jornadas gastronómicas…por mil un matices que han dado lugar a una despensa y unrecetario único.Visitar León es, en definitiva, disfrutar de una gastronomíaen la que confluyen los mejores productos de la tierra, elrecetario tradicional, las nuevas vanguardias culinarias y, desdeluego, las hábiles manos que día a día se encargan de hacerrealidad cada bocado. Comerse León es disfrutar de unasestupendas tapas en el Barrio Húmedo, es compartir un buenvino y es, también, degustar todo el sabor que surge de susespléndidos fogones.León de tapasLa morcilla de La Bicha, el embutido del Jamón Jamón odel Entrepeñas, el salmorejo de Camarote Madrid, las croquetasde El Rebote, las patatas de El Flechazo… Si hay algo típicoen León, algo que conjuga toda la enorme variedad de sudespensa y que se traduce en la máxima manifestación delmestizaje entre gastronomía y cultura, esas son, sin duda, sustapas. Una larga tradición, rica en costumbres y recetas, quealcanza su máxima expresión en dos zonas de la ciudad: elBarrio Húmedo y el Barrio Romántico.Muy cerca de la Plaza Mayor, subiendo por la Calle Ancha,desde la Casa Botines hacia la Catedral, el Barrio Húmedo sedeja saborear a mano derecha y el Romántico se antoja a laizquierda. En este último se encuentran algunos de los monumentosmás representativos de la ciudad, como el Palacio delos Guzmanes, joya renacentista del siglo XVI; como la Basílicade San Isidoro, una de las obras maestras del románico enEspaña; como la propia Catedral de Santa María de Regla, unexcepcional mosaico artístico que no hace más que contar ladilatada historia de la ciudad. Pero ahí se encuentran tambiénlugares como el Camarote Madrid, Clandestino, La Trébede y ElPatio, solo por mencionar unos pocos.Al otro lado de la calle Ancha, el Barrio Húmedo, a cuyaspuertas está uno de los únicos tres ejemplos de la arquitecturade Antonio Gaudí fuera de Cataluña, la excepcional CasaBotines, alberga, además, palacios como el del Conde Luna oel de Don Gutierre, o la famosa Casa de las Carnicerías, asícomo distintas calles en las que aún se puede disfrutar delviejo comercio tradicional. Y es en esta zona donde seencuentran los establecimientos de tapeo más populares deLeón. Es, por ejemplo, en la Plaza de San Martín donde se vaa degustar la tapa de morcilla de La Bicha o las famosas croquetasde El Rebote, entre tantas otras opciones.En Burgo Nuevo, en La Pícara, en Eras de Renueva, en laChantría…, por si los dos barrios “clásicos” fueran poco, tam-