You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Dio tres pasos torpes hacia mí, cegado por la rabia. Me agarró del cuello, aunque
sería más exacto decir que me utilizó para apoyarse. Apenas se tenía en pie.
Forcejeamos sin que la cámara dejara de grabar ni un solo segundo. Las imágenes
hablan por sí solas y son impresionantes. De pronto, la cámara deja de moverse en
todas direcciones y consigue enfocarle la cara. Se le ve cerrar los ojos. Parece
mareado. Se lleva una mano a la frente. Ha dejado de agarrarme, ya no amenaza.
Pronuncia algo que suena como un gruñido. Después abre los ojos otra vez, un
segundo. Bizquea. De pronto, se desploma. Se oye un golpe seco contra el suelo,
fuera de plano.
La secuencia termina con la imagen del cuerpo grandote de Pedro tumbado —en
una postura muy antiestética— a los pies de un árbol. No se mueve. No se ve si
respira.
Stop.
Página 91