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Cristina González
Capitán de buque
“La ruta del Estrecho es peculiar e
interesante”. Lo dice Cristina González
(Cabezón de la Sal, Santander), capitana
del ‘Poeta López Anglada’, buque de
Balearia que opera en la ruta Algeciras-
Tánger.
“Un capitán es responsable de todo lo que pase con el
barco y a causa del barco, de mantener la seguridad
de la tripulación y el pasaje”. El que capitanea Cristina
González cuenta con 62 tripulantes que trabajan en dos
turnos, uno de día y otro de noche, una capacidad para
1.192 pasajeros y hasta 230 turismos. Este ferry de
Balearia completa, “si todo va bien”, cuatro rotaciones
en 24 horas entre dos continentes, entre los puertos de
Algeciras y Tánger Med.
Cristina González lleva desde 2015 navegando como
capitán. “Accedí a capitán de barco porque, como todo
en esta vida, hay que aspirar a lo máximo; y también
porque me gusta mucho maniobrar, aunque ser capitán
no solo es eso, es mucho más”, apunta. Relata que
hasta llegar a esa posición tuvo que pasar un proceso
de doce años. Durante todo este tiempo ha navegado
en diferentes aguas. Las del Estrecho de Gibraltar, dice,
“son peculiares y requieren máxima atención”.
“Tiene un dispositivo de alta frecuencia, hay corrientes,
a veces nieblas, y no es una navegación normal. Es un
periodo corto de tiempo donde tienes que cruzar un
dispositivo, primero la parte mediterránea-atlántica y
luego la atlántica-mediterránea, lo más oblicuo posible e
intentando estorbar lo menos posible para no interceder
a los otros barcos”, explica la capitana del ‘Poeta López
Anglada’. “Es una navegación interesante, curiosa, no
como por ejemplo Canarias donde no te cruzas con un
barco hasta que no llegas a puerto; aquí precisa mucha
atención”, añade.
Para ello, en el puente “siempre hay dos personas
como mínimo: una suele ser el capitán y otra, el ofi cial
de guardia”. “El capitán va en el puente por si hubiese
alguna incidencia, tomar las decisiones oportunas y
apoyar al ofi cial que está al tanto de la navegación”,
explica.
Cristina González comenta que en la ruta apenas “hay
incidencias para toda la afl uencia” porque está “muy
bien organizado”.
También hay días con circunstancias especiales, como
la niebla: “En ese caso emites a toda la tripulación una
atención por visibilidad reducida, se activa una señal
acústica para que los demás barcos te sitúen y que
consiste en una pitada larga cada dos minutos; el jefe
de máquina tiene que estar en la máquina y el ofi cial
de guardia, en el control, mientras que el marinero de
guardia tiene que estar vigilando en el puente, y el resto
de la tripulación en alerta. Con niebla, no se cruzan los
barcos, y en el Puerto de Algeciras solo puede haber un
movimiento a la vez”.
El ‘Poeta López Anglada’, además, tiene estabilizadores
y puede navegar durante los temporales aunque, dice
González, “todo tiene un límite y con cierta altura de ola
no puede salir”.
La capitana Cristina González habla con pasión de su
trabajo en la línea marítima Algeciras-Tánger. “Lo que
más me gusta es todo”, dice.
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