Los Tres Reyes Magos
Revista Guácara: Edición Especial dedicada a la tradición de Los Tres Reyes Magos. Disfruta los siguientes artículos: La fiesta de los Reyes Magos en Puerto Rico, Las parrandas de Reyes: centenaria tradición ,La magia de la navidad, nuestros niños y la fantasía sobre los Tres Reyes Magos, Festival de Reyes de Corcovada, Festival de los Reyes Magos en Vieques y su colección de platos de Reyes,La promesa a los Reyes Magos de Doña Diega y Don Chico, La magia de la Navidad y otras fantasías, Crónicas de la memoria: De San Nicolás cristiano a vendedor de Coca Cola, Regalo de Reyes, Sabías qué, Los Tres Reyes Magos en nuestra pintura y Cuento: Los Reyes de la abuela. Continuemos honrando nuestra cultura y defendiendo nuestras tradiciones. ¡Que vivan Los Reyes Magos!
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Caribe China: vajillas puertorriqueñas para el mundo
Por:José Luis Colón González
Mujer puliendo un plato con espátula, c. 1956.
Se puede imaginar cuál sería su reacción si acudiera
al restaurante de la Organización de las Naciones Unidas, o a
cualquier hotel Hilton en los Estados Unidos continentales, o
a un hotel en Islas Vírgenes o Jamaica y, al verter las piezas
de las vajillas, encontrara el nombre de Puerto Rico impreso.
Pues sepa que, como parte del proceso de industrialización
que enfrentó la Isla durante los años cuarenta y cincuenta
del pasado siglo, existió una empresa que produjo vajillas
de loza para uso industrial y doméstico por espacio de tres
décadas.
Los intentos del gobierno de Puerto Rico por fomentar
el desarrollo de la cerámica artesanal e industrial se remontan
a los años de 1930 como parte de las iniciativas de impulso
económico durante la Gran Depresión. Posteriormente, con
el nombramiento del último gobernador estadounidense,
Rexford G. Tugwell (1941-1946), y el estallido de la Segunda
Guerra Mundial (1941-1945), el gobierno local comenzó el
proceso de industrialización mediante el establecimiento de
cinco grandes fábricas. Estas fueron: la de cemento, para
suplir la materia prima para la construcción de hogares,
carreteras y otra infraestructura; la de botellas, para envasar
el ron que se exportaría a los Estados Unidos continentales
ante la presencia de submarinos alemanes en el Caribe; la
de cartón, para empacar las botellas de ron; la de zapatos,
para la producción de zapatos que ayudarían a contrarrestar
la uncinariasis; y la de arcilla, para fabricar los utensilios
sanitarios para las urbanizaciones que recién comenzaban
a construirse.
No obstante, ante el inminente fracaso económico
y operacional de estas empresas, las mismas fueron
vendidas y, en su lugar, se adoptó una nueva estrategia
para la industrialización del País a través de una nueva Ley
de Incentivos Industriales en 1947. Esta estipulaba que el
gobierno facilitaría el terreno y financiaría la construcción
del edificio, a cambio de que inversionistas extranjeros
se establecieran en la Isla. Así fue como llegó a Puerto
Rico –ese mismo año– Earl Crane, principal ejecutivo de
la Iroquois China Corporation, una productora de vajillas
de loza en Nueva York, quien –por invitación de Teodoro
Moscoso– decidió establecer una subsidiaria en Vega Baja
bajo el nombre de Crane China Corporation. La decisión
de que la nueva fábrica de loza estuviera ubicada en este
pueblo de la región norte-central de la Isla obedecía a dos
razones principales: una relativa cercanía con el puerto de
San Juan, mediante el cual se exportarían las vajillas; y la
abundancia de arena silícea (conocida comúnmente como
arena blanca), la cual sería utilizada como materia prima
secundaria. La arcilla principal se importaría de Inglaterra.
Luego de los trámites de rigor, en 1948 se construyó
el edificio en el barrio Cabo Caribe. Un año más tarde, en
mayo de 1949, comenzó la producción de las vajillas de loza,
inicialmente destinadas para uso institucional de hoteles,
restaurantes y otras entidades públicas y privadas. Esta era la
razón principal por la cual, en los primeros años, el noventa
por ciento de la producción se exportaba –mayormente– a los
Estados Unidos continentales. Tiempo después, diseñaron
y produjeron vajillas para uso doméstico. En agosto de
1951, luego de experimentar alzas y bajas económicas y
administrativas, el señor Crane decidió vender la fábrica a
la familia Pomeroy, dueños de la Sterling China Company,
con sede en Ohio. Fue a partir de ese momento que cambió
su nombre a Caribe China Corporation, sello bajo el cual
se produjeron millones de piezas de vajillas hasta la segunda
mitad de la década de 1970.
Varios fueron los factores que contribuyeron al
éxito de esta recordada empresa. Por un lado, la época y
el valor del objeto. Eran los tiempos de una modernidad
caracterizada por las ansias de progreso y de un nuevo
estilo de vida en el que la inclinación por la comodidad, el
buen gusto y la elegancia del diseño determinaron nuevos
cánones en las diferentes manifestaciones del quehacer
humano. Por el otro, la articulación con el fomento de la
industria turística por parte del gobierno, el cual no solo
promocionaba a Puerto Rico como destino turístico, sino que
impulsó la infraestructura física para ello. El mejor ejemplo
lo representa la construcción del hotel Caribe Hilton en la
isleta de San Juan, el cual comenzó operaciones el mismo
año en que abrió la Crane China Corporation en Vega Baja.