Central 95

MAURICIO DAYUB
TEATRO VERDAD
Algo impactante de la obra es que lo de
equilibrista no es para nada metafórico.
Siempre me pongo en los espectáculos el
objetivo de hacer una actividad que no sepa
hacer en la vida y que tenga que aprender para
llevarla a cabo en el escenario. En este caso, el
hecho de tener que hacer equilibrio, me obliga
todos los días a mantener el físico de determinada
manera. Eso es necesario para poder
hacerlo en el escenario y es muy bene!cioso
para mi propia vida, sino no lo haría. Trato de
hacer en el escenario lo que no me animo a
hacer en la vida; el teatro me mejora a mí y en
el afán que tengo, por perfeccionar mi o!cio y
ofrecerle lo mejor al espectador, me esmero
mucho más y consigo cosas que no lograría si
no tuviera que hacerlas ahí arriba.
Buscás que el teatro mejore tu calidad de
vida.
Exactamente. ¡Y lo ha hecho durante muchos
años! En "El amateur" batía un récord de
permanencia en bicicleta, en "Adentro" aprendí
a utilizar las boleadoras y para "El Equilibrista"
aprendí a tocar el acordeón y a hacer
equilibrio casi por encima de la cabeza de los
espectadores. En "A lo loco" había inventado
un idioma particular... siempre trato de ponerle
algo así a mis obras, que en de!nitiva ayuda
a que los espectáculos tengan cierta singularidad,
que el público nos recuerde por algo.
¿Y el espectador lo valora?
Sí. En mis obras, los personajes no toman
whisky, fuman, hablan por teléfono o se ponen
las manos en los bolsillos, son acciones que
nunca se me ocurren escribir.
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