YO DINERO Ed JULIO 2021

Información disponible en el Censo Nacional de Procuración
de Justicia Estatal muestra que, si bien la cifra registrada con
respecto al delito de feminicidios es de las más bajas entre 2013
y 2018 respecto al total de delitos contra las mujeres, el número
de feminicidios registrados ha aumentado en este mismo
periodo: en 2013 esta cifra era de 359, mientras que en 2018
se cometieron 962 casos, lo que representa 2.2% del total de
delitos contra las mujeres.
Existen varios factores que derivan en un
feminicidio, pero dos de los más comunes son:
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Cuando la mujer “silencia” o minimiza
las amenazas realizadas por su
agresor.
El hecho de que aún no se han
tipificado ante la Ley, las amenazas
de muerte -o cualquier tipo de
amenaza- como un delito que
pueda ser penado con cárcel y/o
multa, lo que provoca que la víctima
desista en sus denuncias, quedando
desprotegida y a merced del
victimario.
El costo de nuestro silencio es nuestra propia
vida y la única manera de evitar esa cuota es
comenzando a “alzar la voz”, y aunque como
mencioné en el párrafo anterior, el segundo
motivo del costo por el que muchas mujeres
han pagado con su vida, está relacionado con
la ausencia de Leyes que tipifiquen las amenazas
como un delito -y que por supuesto es un tema que
debemos seguir gestionando- es necesario que tu voz
llegue a todas las instituciones que actualmente existen
para atender la violencia contra las mujeres, de las cuales
el INEGI ha generado información estadística que permite
conocer mejor su actividad, potenciar su incidencia o
evaluar su desempeño.
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