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La Bocina N° 397 - Septiembre 2021

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pobres que tomaban dinero anticipado,

para costear su educación,

debiendo pagarlo cuando se

colocasen en las escuelas como

maestras…”

Por la acción de Sarmiento, en

Enero de 1866, arribó un vapor

con 34 maestras que vinieron

para comenzar a organizar el sistema

educativo. Fueron acompañadas

por un reportero del New

York Times, que luego escribió la

crónica de esos acontecimientos.

Septiembre 2021

13

Entre 1869 y 1898, el gobierno

argentino contrató a sesenta y un

maestras estadunidenses para

trabajar en las escuelas normales

del interior del país, en muchos

casos fundarlas, o en ocasiones,

para ayudar a construirlas. O

para defenderlas cuando se convirtieron

en fortines sitiados,

durante las luchas sangrientas

que agitaban la región.

Muchas cumplieron sus contratos

de dos a tres años y regresaron a

su país. Otras se afincaron en la

Argentina y formaron sus familias.

“Eran solteras de aspecto atractivo,

maestras normales, jóvenes

pero con experiencia docente, de

buena familia, conducta y morales

irreprochables y, en lo posible,

entusiastas…”.

MONUMENTO A DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO,

EN LA CIUDAD DE BOSTON (EEUU).

En Abril de 1866, Sarmiento le

comunicaba a Mary Mann en

Estados Unidos, las condiciones

que había acordado con el gobierno

argentino: contrato de dos a

tres años: los salarios oscilarían

entre 100 y 190 pesos oro o pesos

fuertes para directoras o docentes

avanzadas; se crearían escuelas

normales y también escuelas primarias,

llamadas modelos o de

aplicación, para que los aspirantes

a maestros hicieran sus prácticas.

El costo de los viajes resultaba caro

para el gobierno argentino, eran 75

días en trasatlántico, ya que se

pagaba desde el embarque en

Estados Unidos.

Las maestras se quejaban, que si

bien cobraban más que en su país,

los costos de vida aquí eran muy

elevados. Otra crítica la dio la

Señorita Elizabeth Coolidge, que

trabajó en Rosario:

“Los buenos maestros eran a

menudo desplazados para dar

lugar a protegidos políticos con

poca o ninguna preparación”.

sigue en la página 14

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