La Bocina N° 397 - Septiembre 2021

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Septiembre 2021
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internet
multiplica la desigualdad
Los principales
agentes (autodenominados
“redistribuidores”)
del
oligopolio de
Internet, se han
posicionado en
muy pocos años,
como las personas
(exclusivamente
masculinas)
más ricas
del mundo.
Internet es una red basada en la
simultaneidad de acceso y en la
desjerarquización de sus nodos.
Fue, desde sus orígenes, un sistema
pensado para la descentralización
de la información. En su
prehistoria como Arpanet -durante
la Guerra Fría-, el constante temor
de Washington a un ataque nuclear
hizo de esta dispersión de la
información, una estrategia deseable.
Cuando la red se desmilitarizó, privatizándose
y transformándose en
lo que hoy conocemos como
"Internet", siguió rigiendo la distribución
descentralizada de la información
como uno de los principios
básicos del sistema.
Pero hoy resulta evidente que las
concentraciones de poder que
supuestamente enfrentaría
Internet, no sólo no han desaparecido,
sino que en muchos casos se
han agravado.
Partiendo de esa premisa, Internet
se expandió a una velocidad vertiginosa
por el impacto que tuvo el
discurso solucionista que le siguió,
con "promesas", como:
-"Por cada persona que tiene acceso
a Internet se crea un nuevo
puesto de trabajo y una persona
sale de la pobreza. Por lo tanto,
llevar y conectar a todo el mundo a
Internet es una gran prioridad
nacional, e incluso global". (Mark
Zuckerberg).
-"En el futuro, la web lo será todo.
Será como la electricidad. Si alcanzamos
esto, podremos arreglar
todos los problemas del mundo".
(Eric Schmidt).
Sin embargo, pasados los primeros
años de ciber-optimismo, hoy se ha
tornado evidente que las concentraciones
de poder del "antiguo
régimen" a las que la Internet quería
hacer frente -primero ingenua,
luego interesadamente- no solo no
han desaparecido, sino que en
muchos casos se han agravado
dentro del nuevo régimen, repro-