REVISTABIELALIBREnº2

GRONDIN
Y
a sabéis el valor que los franceses le dan a
un campeonato nacional y portar la
bandera tricolore. Imagina que lo haces en
la prueba en línea de cadetes. Pues
imagina que también consigues ganar en la
misma prueba, pero en juveniles. Y ahora imagina
también que le sumas un maillot arcoíris en la pista. Y
otros dos tricolore en el peralte. El arcoíris en solitario, en
Ómnium. Los tricolores, uno en persecución individual
como cadete, el otro en compañía, en la madison con
Florian Hoarau. En juveniles. Por imaginar, imagina
también que ganas los dos años la Chrono des Nations
cadete, y encima a los Florentin Lecamus Lambert,
Rémi Huens, Samuele Manfredi o Hugo Page. Y que solo
Evenepoel te la gana en tu primer año juvenil.
Ponle nombre y apellido a esas imaginaciones y
conviértelo en realidad: Donavan Grondin.
Se me olvidaba. También ha sido Velo d’Or francés en
cadetes y JR. Solo Boudat y Mondory (este positivo ya
de pro por EPO) han conseguido serlo en ambas
categorías y luego en u23. Grondin tiene cuatro años
para conseguirlo.
Las curiosidades comienzan por que proviene de
Reunión, un departamento ultramarino francés en
medio del Índico. De hecho su equipo en juveniles, el
Team 94, pese a ser de la île de France, es uno de los
que más ciclistas de ultramar acoge.
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Empezó a correr en 2009 en monte, y 8 años más tarde,
en 2017 (tras iniciarse en 2015 en la ruta), entraba en
juveniles con un top10 en la Bernaudeau Juniors y una
convocatoria con l’Equipe de France para Roubaix,
que no pudo acabar. Mejor joven del Trophée Centre
Morbihan con un 4º en la crono, único de primer año
entre los 9 primeros. 6º en el nacional CRI, 2º de primer
año, y 4º en la Chrono des Nations, 1º de primer año
U23
DONAVAN TRICOLORE ET
ARC EN CIEL
(Vandepitte y Guernalec los dos del 2.000 que más le
disputan en crono en su quinta).
El año anterior, para despedirse de la categoría
cadete, además del Velo d’Or y el nacional de
persecución individual y varias carreras, ganó las
cronos del Trofeo Madiot y la de des Nations. Es un
apasionado de la especialidad.
Pero es polivalente, de hecho, en cadetes, y pese a las
idas y venidas (vuelos de 12 horas) a Reunión, Grondin,
que se inició con el BTT, compitió en ésta, en pista, en
CX y en ruta.
Amigo del viento, en la Reunión cuando sopla, sopla, y
está acostumbrado a volar con él. Su decepción de
2018 fue la de no ir convocado al mundial de Innsbruck
para la CRI, pero entendía que fueran los que cumplían
con el requisito preestablecido: Irían los dos primeros.
Por mucho que ganara el nacional en línea, y que
poco antes también hubiera sido campeón mundial
Ómnium, y plata mundial en persecución por equipos,
se quedó fuera para que acudieran el campeón y
subcampeón: Antoine Devanne y Kevin Vauquelin, a
los que superó a uno o ambos en casi todas las demás
cronos que disputaron en 2018. Su 12º en Roubaix y su
nacional en ruta demuestran sus cualidades en
pruebas de un día más allá de las CRI. El problema:
padece muchas veces de crampes, pero bueno, con
carreras y carreras largas se acostumbrará.
Con el salto a u23, llegó el fichaje por Vendee U, el filial
de Direct Energie, y ya ha corrido varias carreras.
Especialmente el Triptyque Monts Chateaux, con un 10º
en la última etapa y 4º de primer año en la general, y el
Loir et Cher con los profesionales. Precisamente allí
coincide con Antoine Devane, y tiene compañeros de
los que aprender. De momento. Y no compañeros. En
Enero entrenó con Coquard, Garel y Morice la TP.
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