REVISTABIELALIBREnº2
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EL PRIMERO—RIGO URÁN
S
í, antes de que llegara Rigoberto a Europa ya
había bastantes Colombianos por aquí, en gran
parte gracias a los equipos de Gianni Savio
(Colombia, Selle Italia, Diquigiovanni …)y
Claudio Corti (Barloworld y Colombia
Coldeportes). Además, ciclistas como Santiago Botero,
Félix Cárdenas, Mauricio Soler , Víctor Hugo Peña, Iván
Ramiro Parra, Mauricio Ardila (un colombiano en
equipos belgas y neerlandeses, ¡Quién lo diría!), José
Serpa, Miguel Ángel Rubiano, tuvieron la oportunidad
de correr en equipos Pro Tour y/o de la segunda
división, desde US Postal y T Mobile, a Cerámica Panaria
o Cofidis y Kelme
Estos hicieron buenos resultados, ganaron etapas en las
3 grandes, incluidas 5 en el Tour, la montaña con Botero
y con Soler en la ronda gala, e incluso Víctor Hugo Peña
consiguió vestir el amarillo en la edición de 2003 siendo
el primer y el último colombiano en hacerlo hasta
Gaviria este 2018. Pero eran otros tiempos. Y ninguno
era un capo. El que estuvo más cerca de serlo fue
Botero, que un par de años, los últimos en Kelme, estuvo
todo lo cerca que se podía estar de pelear el Tour y fue
bronce y Oro en 2 mundiales CRI. Soler prometía serlo
cuando en el Tour de 2007 ganó la montaña, acabó
como 2º joven tras Contador y ganó la etapa de
Briançon. Pero nunca repitió un año igual y tuvo que
retirarse tras una caída en 2011.
Estos ya estaban cuando Rigo llegó, pero son una
generación distinta. No eran capos, no había más de
una manita de líderes de equipos PT colombianos, y no
se hablaba tanto de la posibilidad de ellos de ganar
Grandes Vueltas.
Rigo llegó en 2006, y 12 años más tarde ha superado a
todos los colombianos salvo Lucho Herrera y Nairo
Quintana. Tras ganar 2 vueltas al Porvenir seguidas y ser
12º en el mundial CRI Junior, Bordolani, que ya había
tenido a Buenahora y Cárdenas, le fichó junto a Marlon
Pérez para su Tenax. Ofreciéndole 3 años. Rigo aceptó
negándose a otra oferta de Botero y Phonak.
Tras perder a su padre, con solo 18 años llegó a Europa.
Y al segundo o tercer mes, en una de las primeras
carreras, lejos de su terreno, sobre pavés, se rompió la
clavícula. En cierto modo fue una suerte, gracias a ello
conoció a Beppe y Melania. Como tantos colombianos
se había venido a vivir a Pamplona. Pero con la
clavícula rota y el resto de amigos corriendo por aquí y
allá, no era el mejor lugar y Bordolani le buscó una casa
en Brescia. Viviría con Beppe y Melania.
Para Urán siempre han sido como otros padres. Le
salvaron de aquella, y de otra, en 2007 en la Vuelta a
Alemania. De hecho cuando llegó Unibet y le ofreció
un gran contrato solo firmó por que le permitían seguir
viviendo con los Chiodi. Antes de la caída, había sido
9º y ganado etapa en el Tour de Suiza, y la CRI de la
Euskal Bizikleta, y pese a su estado, Eusebio Unzué le
fichó para Caisse d’Epargne. Acertó. Pudo correr ya en
TALENTO COLOMBIANO
7
marzo. En Mayo hizo 2º en Volta a Catalunya, participó
en sus primeros JJOO y a final de año, fue 3º en il
Lombardia.
El resto ya lo sabemos: Otros dos años en Caisse con
algunos resultados individuales, especialmente en Suiza,
y con muchísimo trabajo para los líderes, al estilo del
realizado para Arroyo en el Giro 2010. En aquel Giro
además, fue 7º en la cronoescalada, casi en tiempo de
Basso y Scarponi y mejor que Vinokourov. De ahí, a Sky,
a trabajar para Wiggo en el Tour de 2011, hasta que
éste no lo acabó, a ser 7º al año siguiente en el Giro, y
2º al de después, en el que llegaba originalmente como
gregario de Bradley. De ahí a Quick Step y de Quick
Step a Cannondale. Por el camino, dos podios, la
clasificación del mejor joven y un 7º en el Giro una plata
en los Olímpicos, la Milán Turín, un nacional CRI, un GP
de Quebec… Y por fin, en 2017, el premio más ansiado
probablemente, y menos esperado ya en estos años,
de los conseguidos: Un podio en el Tour de Francia.
Rigo no llegó por casualidad a Europa. Empezó a ir en
bici de joven, consiguió que vieran su clase y portento,
y siempre se esforzó en dar lo mejor de sí, con una
sonrisa y positivismo innato que le permitieron seguir
adelante, subir escalones. De ahí que Bordolani se lo
trajera a Europa, que Unibet lo fichara, que Eusebio
confiara en él pese a la lesión, que Sky se lo llevara
para trabajar a sus capos, que Quick Step le ofreciera
liderar alguna Gran Vuelta y que tras un mal segundo
año con los belgas (eso sí, endulzado con el triunfo en
Quebec), Vaughters lo convirtiera en capo de su
Education First.
Para mejor, más allá de su talento en la carretera, tiene
una personalidad fuera de ella que lo convierte en una
estrella casi sin quererlo, siendo todo humildad. Su
guasa, implicación en las RRSS y realismo le convierten
en uno de los corredores más queridos del World Tour.