26.12.2012 Views

alexandra guggenheim - Punto de Lectura

alexandra guggenheim - Punto de Lectura

alexandra guggenheim - Punto de Lectura

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

libros, para llevarlos a su casa. En señal <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento<br />

me regaló una hoja <strong>de</strong> papel con el dibujo <strong>de</strong><br />

una venera, tan <strong>de</strong>licada como el más fino encaje <strong>de</strong><br />

bolillos. Lo llevé a casa, lo metí entre las páginas <strong>de</strong> mi<br />

Biblia y lo conservé como si fuera un tesoro.<br />

El pastor Goltzius era un gran conocedor <strong>de</strong>l arte,<br />

y amaba la pintura por encima <strong>de</strong> todo. Poco antes<br />

<strong>de</strong> la Semana Santa fue al taller <strong>de</strong> mi tío a que le tomara<br />

las medidas para una casaca, entonces me invitó a<br />

visitarle para conocer su colección. Yo nunca había visto<br />

nada tan asombroso ni tan espléndido. La casa estaba<br />

repleta <strong>de</strong> retratos <strong>de</strong> personajes históricos y <strong>de</strong><br />

cuadros que representaban curiosos paisajes. Unas arcas<br />

con valiosas tallas contenían gran cantidad <strong>de</strong> infolios,<br />

anudados con cintas <strong>de</strong> cuero, en los que había<br />

imágenes tanto <strong>de</strong> episodios bíblicos como <strong>de</strong>l pasado<br />

<strong>de</strong> Holanda y <strong>de</strong> los Países Bajos. Ante mis ojos se<br />

abría un mundo maravilloso y secreto. El pastor me<br />

permitió volver cuando quisiera y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, visité<br />

a Jan Goltzius todos los días.<br />

Mientras arreglaba mangas <strong>de</strong> camisa en el taller<br />

<strong>de</strong> mi tío acudían a mi cabeza una y otra vez las estampas<br />

<strong>de</strong>l pastor, con aquellos distinguidos burgueses<br />

que llevaban elegantes puños <strong>de</strong> encaje y cuellos redondos<br />

plisados similares a ruedas <strong>de</strong> molino y que daban<br />

al retratado un aspecto tan aristocrático. Si reforzaba<br />

una cofia, se me aparecían imágenes <strong>de</strong> aquellas<br />

mujeres con lustrosos vestidos <strong>de</strong> seda, ca<strong>de</strong>nas y anillos<br />

<strong>de</strong> oro y piedras preciosas.<br />

—Pero Samuel, ¿qué te pasa últimamente? ¿Se<br />

pue<strong>de</strong> saber en qué piensas?<br />

20

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!