26.12.2012 Views

alexandra guggenheim - Punto de Lectura

alexandra guggenheim - Punto de Lectura

alexandra guggenheim - Punto de Lectura

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

también mi cama. Una ventana diminuta daba al jardín.<br />

Des<strong>de</strong> el trastero se subía al <strong>de</strong>sván por una angosta<br />

escalera. A través <strong>de</strong> un hueco <strong>de</strong>l tejado se filtraba<br />

una luz débil. Cuando llegamos arriba el maestro<br />

respiraba con dificultad, la subida le había fatigado notablemente.<br />

—Aquí vivía mi hijo Titus.<br />

Señaló con el <strong>de</strong>do un retrato <strong>de</strong> la pared que mostraba<br />

a un joven <strong>de</strong> unos catorce años, con rizos oscuros<br />

hasta los hombros, sentado tras un escritorio con<br />

actitud pensativa. (1) La voz <strong>de</strong>l maestro vaciló, y yo noté<br />

que le resultaba difícil seguir hablando.<br />

—Hace mes y medio que lo enterramos. La peste<br />

pudo con él. Llevaba sólo medio año casado, y <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> poco mi nuera dará a luz a una criatura que nunca<br />

conocerá a su padre.<br />

Hasta Mui<strong>de</strong>rkamp habían llegado noticias <strong>de</strong> la<br />

última epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> peste en Ámsterdam. Aquella vez<br />

no nos afectó, ya que sólo había causado estragos en<br />

las gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s.<br />

—Descanse en paz —añadí yo, sin saber muy bien<br />

qué otra cosa podía <strong>de</strong>cir.<br />

De todos modos, el maestro parecía sumido en<br />

sus pensamientos. Me miró —sin verme, en realidad—<br />

y pasó a mi lado en dirección a un armario que contenía<br />

otros objetos <strong>de</strong> valor: medallas, minerales, flautas,<br />

copas, cajas <strong>de</strong> veneras y trajes pasados <strong>de</strong> moda. Me<br />

mostró un infolio y fue pasando las hojas, que contenían<br />

aguafuertes y grabados <strong>de</strong> pinturas célebres.<br />

—¡Esto es un paisaje <strong>de</strong> Tiziano! ¡Y esto <strong>de</strong> aquí<br />

un retrato <strong>de</strong> Leonardo! —exclamé alborozado, pues<br />

36

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!