Revista Feten 6

LIVE THE MUSIC BY LAURA FERRER
Laura Ferrer: Cinco años después de tu primer
disco en solitario vuelves con Volumen 2.
Mismos músicos, mismo productor, Carlos
Raya y un sonido puro rock en mayúsculas.
Háblanos de este nuevo trabajo.
Carlos Tarque: Saqué mi primer disco en solitario a finales
de 2018 dando salida a la parte más rockera, cosas que a
lo mejor en M-Clan no tienen cabida y me apetecía hacer
algo por mi propio pie. Y esta es la continuación de aquello
con un extra, atreviéndonos más porque al principio dices
“voy a hacer ruido”, y como veo que el ruido que hago
está guay entonces digo, “pues voy a hacer más ruido”. Es
un disco que ha tenido un proceso pandémico por medio
y ha costado más pero aquí está el resultado y de algún
modo esas experiencias y lo que nos pasó a todos está
reflejado en algunas canciones.
L.F.: En este nuevo trabajo Carlos Raya es coautor contigo
de todos los temas. ¿Qué tiene el tándem Tarque-
Raya para que funcione tan bien?
C.T.: Yo creo que Raya es unos de los mejores músicos del
mundo y tengo la suerte de estar cerca de él. Es una persona
con la que aprendes mucho, tiene un don
para ver cosas que los demás tardamos en ver
a la hora de producir o componer. Tiene una visión
que yo necesito, aparte hay una amistad de
muchos años y toca la guitarra que te mueres.
L.F.: En el primer single He vuelto para veros
arder, la fuerza ya va implícita en el título y
conforme escuchas el disco la adrenalina va
en aumento. Aunque para bajar pulsaciones
hay temas como Mar de whisky que mira más
hacia el blues o Lluvia de Abril más acústico
C.T.: Sí, en realidad son las únicas dos canciones
que no son muy rockeras porque yo con M-Clan
he hecho muchos medios tiempos y baladas.
Lluvia de Abril es la canción que cierra el disco,
es muy reflexiva y nostálgica. Y Mar de whisky
es un blues que habla del desamor. Este es un
disco muy eléctrico y muy potente.
“Crõe·oç qôuąe· sùe·
d³e·b¬e·rõíÌa¡ pòoçd³e·rõ
hÈa¡b¬lÚa¡rõ d³e· c­a¡sùiË
tĀoçd³oç e·ná uąnáa¡
c­a¡nác­iËóèná pòoçrõqôuąe·
uąnáa¡ c­a¡nác­iËóèná e·sù
uąnáa¡ fÁiËc­c­iËóèná náoç
uąnáa¡ a¡pòoçlÚoçgÂíÌa¡.
MiË e·sùtĀiËlÚoç náoç
e·sù oçfÁe·nád³e·rõ,
e·sù c­oçnátĀa¡rõ
hÈiËsùtĀoçrõiËa¡sù”
L.F.: La música en muchas ocasiones se ha utilizado
como vehículo de protesta. ¿En el rock and roll también
hay sitio para la crítica y la denuncia?
C.T.: En una época el rock estatal sí estuvo muy asociado
a la crítica, pero para hacer una buena crítica tienes
que ser muy bueno, muy agudo y certero. Yo hablo de
dos cosas, una es la guerra y creo que no hay nadie que
no critique la guerra, y la otra es la corrupción política,
sin dar nombres ni apellidos, pero es tan general que es
casi una sátira del Quijote. A veces dices “me estoy metiendo
en un berenjenal” que con poner la televisión ya
lo tienes. Casi es mejor hablar del amor que es lo único
que puede salvar el mundo.
L.F.: ¿Qué opinas de la censura, del mirar con lupa
todo lo que se dice en una canción? ¿Crees que ahora
uno tiene que ser más comedido a la hora de componer
que en los años 80- 90?
C.T.: Sí, sin ninguna duda. No digo que lo tengas que ser
sino que si no lo eres te van a machacar, principalmente
porque antes te podían machacar pero al no existir
60 FETÉN 2023