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Hay muchas maneras de decirlo. Al atardecer, me preparé la cena con cosas que me quedaban en la nevera: ensalada, tortilla y sopa de miso. Aún no me había hecho a la idea de que, al día siguiente, volaría a Hawai. Y, mira por dónde, me sentía como si fuera a viajar a Zimbabue. Saqué de la cómoda una bolsa de viaje no demasiado grande y en ella metí el neceser, libros, ropa interior y calcetines. También un bañador, gafas de sol y crema solar. Dos camisetas, un polo, unas bermudas y una navaja suiza. Doblé una chaqueta de verano de madrás y la coloqué encima de todo. Luego cerré la cremallera y comprobé que no me olvidaba el pasaporte, los cheques de viaje, el permiso de conducir, los billetes de avión ni la tarjeta de crédito. ¿Necesitaría algo más? No se me ocurrió nada. Había hecho una montaña de un grano de arena. Viajar a Hawai era, verdaderamente, como ir a la playa de
iso. Había ido mucho más cargado en el viaje a Hokkaid. Dejé la bolsa preparada y elegí la ropa que me pondría para el viaje. Doblé unos vaqueros, una camiseta, una sudadera y un chubasquero fino y los apilé. Como todavía me sobraba tiempo, me di un baño, abrí una cerveza y vi el telediario. No había ninguna noticia destacable. El presentador predijo que a partir del día siguiente el tiempo empeoraría. Perfecto, pensé, mañana yo estaré en Honolulu. Apagué el televisor y me tumbé en la cama mientras me terminaba la cerveza. Entonces volví a pensar en Mei. Mei, muerta, irrevocablemente muerta. En esos momentos estaba en un lugar gélido. Se desconocía su identidad, y nadie podría reclamar su cadáver. Jamás volvería a escuchar a los Dire Straits o a Bob Dylan. Y, a todas éstas, yo tenía la intención de irme al día siguiente a Hawai, con todos los gastos pagados. De acuerdo, el
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Haruki Murakami Baila, baila, baila
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Así es el sueño. Me despierto. ¿
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Quiero que quede claro: ¿cuántos
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quien culpar, y tampoco nadie que p
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Delfín. En la entrada cuelga una p
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colegio con una etiqueta que rezase
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efectos personales -prácticamente
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circunstancia. Una circunstancia ba
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grabadora, que no nos parece la nue
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se pone en blanco. Mis compañeros
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adio emitían una monótona canció
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contigo, el aire se enrarece como e
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acostábamos juntos, pasaba un buen
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café. Voy a calentarte leche y hac
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arrastradas por esa cabalidad que l
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Pero lo más penoso es que se march
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sabía que podía vencerla fácilme
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2 Una semana después de recibir la
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marchado de mi vida misteriosamente
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un soplo, como una brisa muda. Tan
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leerlas varias veces y entender el
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entonces yo vivía al lado de un ca
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trasero del coche, metido en una bo
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Jackson Five. Era exactamente lo mi
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llorar. A veces, cualquier tonterí
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3 No es excesivamente complicado en
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trabajo, tenía que quedar y comer
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interesan demasiado. Así que me ca
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Cuando no encontraban a nadie que p
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chica que trabajaba en la compañí
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esultó que, cuando estaba a su lad
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estaba a punto de terminar. Luego h
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potentes para extraer con eficacia
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edactando el artículo. Al tercer d
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afueras en un coche alquilado y pas
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tres noches a partir de mañana -co
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de ingeniero y, de hecho, lo era. S
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nada, pero como no me apetecía pro
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aja, dos hombres de negocios repasa
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café. Un delirio. Lo cierto, sin e
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hotel. Después exhalé un suspiro
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una tarjeta de presentación, con p
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estudiantes para que averigüen el
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atendería, porque era la más guap
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que pasó antes de la apertura del
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alpinas de las fuerzas terrestres a
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- Lamentándolo mucho, no estoy al
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Para ser individual, la cama y el b
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No faltaba de nada. Las más modern
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6 En espera de que llegara la noche
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Delfín había cambiado visiblement
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ser fruto de un proyecto de reurban
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Salí del local y me dirigí al hot
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hablarían, pero parecía una conve
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explicaciones. Yo la miraba como po
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tremendamente simbólico. La génes
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De pronto, dudé; tal vez estaba ta
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7 No tenía nada que hacer. Nada qu
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gregoriano en los lavabos públicos
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dientes y un cortaúñas de viaje.
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Estás muy guapa -le dije. Ella se
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- Si conoces algún sitio en el que
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A las siete y media salí de mi hab
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quedó con un fino jersey de color
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de comunicación de por medio… ¿
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otra cosa. Del hotel en sí. Y es q
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un poco para acabar. En la decimose
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Negué con la cabeza. - Pues porque
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enmudecido. Ni el menor ruido. Muy
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de nada. Probé a llamar a la puert
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- Pero, ¿sabes?, los pasos seguía
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había nada extraño. Parecía obra
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hace ninguna gracia. Por eso me da
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preguntado si el Dolphin Hotel era
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teléfono. Tras tomar otro trago de
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- Es un ryokan bastante bueno. Ya t
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edactor. Conducía un Subaru de seg
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apoyadas en las manos. - Lo siento,
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ebria, se tambaleaba ligeramente al
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estaba. Sería como jugar a los nai
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- Buenas noches. Saluda a tu herman
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por vencida. - Buenas noches -dijo,
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lo que necesitaba. Es barato y se p
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con paciencia el hilo de aquel labe
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capital implica obtener previamente
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decirse que es un acto religioso. L
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mundo lo sabía. De modo que nadie
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8 Desde la habitación llamé a mi
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- ¿Sigue vivo el contacto? Reflexi
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A veces necesito infundirme ánimo
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Por lo demás, nadie ha podido mete
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- Al final se rindió, pero les pus
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epresentación. Mi asesor fiscal me
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Psicológicamente también ganó es
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procuraré no mirarte. ¿Dónde est
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puerta, y vi que el ascensor no se
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caminar. A mi alrededor todo estaba
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Seguramente el argumento iba por ah
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cambio, ni se fijaban. Sacaba buena
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estrictos con estas cosas -me dijo.
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azo, y ella con la cabeza apoyada e
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- Clase de natación -repetí. Ento
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vida llevaban realmente los antiguo
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Un buen día, el séquito del fara
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Exóticas chicas de Hollywood de te
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¿Quién podría interpretarlo? A W
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¿Oscuridad? Entonces caí en la cu
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estuvieran paralizadas. Era como es
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aterradora. Aquella profunda oscuri
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Tengolamenteunpocoofuscada. Mis pen
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oscuridad! En cambio, yo, que ya sa
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ecepcionista del Dolphin Hotel. Era
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la víspera tendría que haberme ac
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caminar. Algo se acercaba. Algo que
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11 Hablamos sentados a una vieja me
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sombra desproporcionadamente agrand
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vez. La lana estaba hirsuta y mugri
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que empezaba a olvidar, algo me lo
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pared, le hablé de la situación e
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de algo que no tenía más explicac
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- Dime, ¿por qué molestarse en ha
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¿Entiendes? - Más o menos -respon
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mis manos. Pero es posible que, aun
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dejes de bailar mientras suena la m
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he dicho hace un instante, servidor
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eso me ves. No entendí bien qué q
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ascensor y me quedé quieto. Tampoc
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12 Una vez en la habitación, abrí
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miles de veces. Las estaciones se s
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(naranja, pomelo o tomate), tostada
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como una ardilla aovillada dentro d
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- ¿A qué hora te acostaste ayer?
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- Oye -me dirigí a ella-, creo que
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Ella se acercó a mí y apoyó la m
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guisadas, cangrejo, patatas… El l
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alto muro. La pared que me rodea es
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«Regresa a la Luna», me había di
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14 Por extraño que parezca -aunque
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murieron devoradas por un cocodrilo
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¿no? Me pongo muy nerviosa cuando
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ufanda por encima de la nariz. Aun
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estudiantil, etcétera, etcétera,
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utaca. Detrás de mí se oyó el ru
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fingiendo, la de la pantalla no era
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expresión de su rostro cuando yo l
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15 Me arrellané en la butaca, cruc
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Una vez en el hotel, llamé a las o
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Volveremos a vernos. Porque tenemos
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algo, nos veríamos en un buen apri
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uido extraño por la nariz, como un
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La niña me miró. Pero esta vez no
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inventado y me había dicho ese nom
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harta. Bueno, debía de haber repet
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- No he ido al colegio en todo este
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llevaron en un microbús hasta las
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lograban apartar los copos de nieve
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feliz. - ¿Y ahora? - Ahora sigo es
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creyese. - Sí. A eso ahora le llam
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USA», muy fácil. Y nos divertimos
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16 Tras aterrizar y recoger el equi
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estaba muy bueno. Le expliqué que
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de Four Tops. Como no había tráfi
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olvida de que yo existo. Simplement
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Entonces se casó con Ame, por ento
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mismo, acabó, naturalmente, cansan
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- ¿Pueden sentirse a gusto las má
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guapa. Si tuviera quince años, est
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cuarta planta. Yuki sacó la llave
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dolor que aquello me había causado
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puedo pensar en eso mañana, ¿para
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- Buenas noches -contesté. - Oye -
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17 Apoyado contra el fregadero de l
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dígitos. Transmitido hacia líneas
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sentido, creí que tenía cierta re
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quiso acostarse conmigo ni una vez.
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endí. Luego, poco a poco fue venci
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De haberlo sabido, las cosas se me
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cada una de las verduras que había
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ecomendadas por revistas como Popey
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18 «¡Eh! ¡Cuánto tiempo!» Gota
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ella era demasiado joven para saber
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- Mi agente me ha dicho que quería
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más bien inadvertido. Me parecía
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prendas eran muy corrientes, en él
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da la agencia -dijo frunciendo el c
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públicos o en su vida privada. Él
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todo eso en sus manos. Sin embargo,
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dentro del vaso de cristal. - ¿Y t
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Sus ojos se abrieron como si tuvies
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- Porque tenía…, no sé cómo de
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que te cautiva. Ojalá se hiciera a
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Asentí. - Después del divorcio, p
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- Ajá -dije yo. - ¿Seguro que no
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cuando pensaba. También encantador
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haciendo hoy? -me preguntó Gotanda
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usados un poco retorcido. Un tipo c
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mismo o no. La audiencia confía en
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epresentar al colegio. Hazlo, me de
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pero pronto me interesó de verdad.
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- Eso no me preocupa -siguió Gotan
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un hombre elegante, de unos cuarent
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19 Subimos al Mercedes y nos fuimos
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esto de la noche y entramos. El edi
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- Pues ponle vida tú. - El problem
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Mi mujer y yo coincidimos en el rod
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hermano menor está siempre metién
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Le contesté que no. - ¿Por qué?
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de tonos apagados. Yo no sabía que
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Soberbia se apoyó suavemente en mi
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- ¿Te parece una mala respuesta? -
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dependía de lo que uno escribiera.
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- No lo sé. Pero debo encontrarla.
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Pero nosotras no hacemos esto sólo
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Un cuento infantil fiscalmente dedu
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Nescafé. «Las mañanas en Tokio c
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pensaría qué haría. Cuando nos t
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aparecía, no paraban de hacer ruid
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Los últimos cuatro o cinco días d
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imaginármela acostándose con otro
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Una noche, cuando me entró el sue
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supermercado Kinokuniya. Si se hace
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yo misma, acabaré muerta. No puedo
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como así. En serio. Si no, pregún
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El más joven, de baja estatura y c
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Tranquilo, pensando que no tenía n
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menos, era como ir en taxi. Sólo q
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taburetes y luego me pidieron que m
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hizo y dónde estuvo anoche. - Es q
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astante pesadas. Aquel diálogo de
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nosotros sí tenemos muchas cosas q
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- ¿Se da cuenta? -dijo el Literato
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compañero, porque no lo está amen
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La boca se me quedó seca, no conse
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¿no? - Muerta -repitió el Literat
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viviendo!». Te falta oxígeno y te
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anticonceptivas. Nada más. Mentira
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con qué ideogramas se escribe «pr
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el fondo del billetero. La segunda,
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marqué. Se puso al tercer tono. -
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explicarles cómo había preparado
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detenía hasta en el menor detalle,
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harto que ya respondía con sinceri
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despachamos todo aquí amistosament
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Tierra se hubiera dividido en vario
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noches, Mei la Cabra. Por lo menos,
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Los dos agentes liberaron simultán
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comisaría, su lectura resultaba so
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impedírmelo. El Literato emitió u
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- ¿Qué haces? -le pregunté. - Na
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mintiendo, y eso me desazonaba, aun
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más -dijo el Literato-. No se preo
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maltratándolos psicológicamente y
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23 Cuando los dos agentes regresaro
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los cojones que ni siquiera su abog
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Akasaka, la brisa se había vuelto
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- ¿A mí? - No es tan mal tipo com
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conducción. Cambiaba de marcha cua
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- Oye -le dije a Yuki-, ¿por qué
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ellas, ¿no? - Sí -contesté. - En
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Pero no, no sé cómo es ese hombre
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- Claro que sí -dije yo-. Y creo q
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estás viendo una película y, al p
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Entonces lo sé, sé que hay un pel
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apoyo para poder vivir. Pero no lo
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manera, es muy desagradable. Me hac
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- Sí -dijo ella y lo aseveró una
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negros era nuevo. Poco después de
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- Hola -saludó Yuki con desapego.
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época sabíamos qué era justo y q
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gracias a su complexión fuerte par
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- He ahí una respuesta clara -se a
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nadie. Conmigo, por ejemplo, apenas
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debo pedir permiso a Ame. ¡Qué no
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pases unas horas al día con Yuki.
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añadió-: Además, confío en la i
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dices: sin duda ese papel les compe
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- Veo que eres bastante terco -me d
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nieve, Mei la Cabra y su «¡cucú!
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época. - No estoy tensando nada -d
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25 A las siete, Yuki volvió de pro
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nos viésemos de vez en cuando. Nos
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Page 570 and 571: igual. Yo no soy ningún machista.
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Page 580 and 581: plano seguía engullendo sin sentid
Page 582 and 583: pie en la cocina, me bebí una lata
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Me sorprendió que nunca hubiera pr
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mío enseguida se enreda. No tiene
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el cuchillo mientras con los dedos
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contó lo mucho que admiraba a Ame.
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Cogí un puñado de arena caliente
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caminó hasta una paupérrima arbol
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había mostrado demasiado frío con
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contigo -dijo. Caminamos el uno jun
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todavía es una niña y se siente h
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eso que sólo está sugerido, cobre
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violentamente. Yo la sujetaba en si
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egueros de lágrimas, y me miró. -
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observamos a los viandantes y fuimo
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Intentar considerarlo todo con una
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vosotros sois un tanto especiales.
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aunque quiera que seamos amigas, y
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- Buenas noches. Amaneció otro est
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- ¡Qué buena! -dijo-. Sabe un poc
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provechoso? No demasiado. Pero no h
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- ¿Puedo pasar? -pidió, señaland
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mundo! Todos me pagaban prostitutas
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estas cosas. Aquí no hay lugar par
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llevarme al orgasmo. La noche era j
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- Sí -le contesté. June sonrió d
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colocó las manos sobre la mesa y s
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-dije yo. Ella cerró los ojos y se
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callada. - La próxima vez le diré
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puerta de la terraza y me hice un c
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azo y se quedó mirando al exterior
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- Esto no significa que te haya per
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cierto, nadaba bastante bien-, mien
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dedicarse a sus poemas y sus traduc
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- Hay algo que se llama la libido -
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a una edad tan delicada como la suy
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No puedo permitir que quede así. E
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cada vez más inhóspitas. La gente
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podía pararme para pedir disculpas
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aumentaba a cada instante, podía v
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letrero con un número y el nombre
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no es un sueño. No puede serlo. To
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puerta. La habitación estaba oscur
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muebles en absoluto. Como si les fa
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muerto sentado a la mesa, ante unos
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Tanto el papel como la tinta eran n
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Sus labios se movieron despacio mus
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eben. - Efectivamente. Fuimos al ba
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Yuki asintió. Parecía saber que i
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Con la mirada fija en la pantalla,
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pudiera alargar los brazos y agarra
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gracias a ti muchas cosas han mejor
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animal social y nunca iba a clases,
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Salem se había reblandecido con el
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de pulsera-. Me gustaría llegar pr
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y reírme. Nadie iba a replicarme:
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y, tras recoger la tarjeta de embar
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pensando que más adelante ya me la
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sistemas para todo. - Así es -dije
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tiempo pasó volando y enseguida an
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AKASAKA, era espantoso. En lugar de
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de prostitución que operaba en hot
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imaginé a mí mismo metiendo el pi
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- Vale, pues cenamos y nos tomamos
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delante de mí; la vida sumida en u
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sonrió. - ¿Te apetece entrar? -le
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- No es ninguna molestia. Lo prepar
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pero pasadas las diez empezó a llo
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estaría perdido, ya que eres el ú
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misma organización. ¿Y qué quier
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- Claro que sí. - Tomaste el sol,
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que decirles. No hay vuelta atrás.
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puede conducir un Subaru, ni un Blu
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- El amor, por ejemplo -le dije. -
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- ¿En serio? - Si te apetece, pued
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cosas. - Sin duda -me dijo. - ¿Te
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- Quédate -le ofrecí-. Tengo un f
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de aparcamiento. Era un coche sensi
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varias cosas. De noche Gotanda me l
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como si se las hubiera tragado una
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ió. Era un chiste malo. Francament
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Lo cierto era que me moría de gana
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conmigo en todas partes, en mis sue
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- No te preocupes por la compañía
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terreno compartido. Ni siquiera nos
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- Y qué. Todo corre a cuenta de lo
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me llamaba por teléfono. Entonces
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silencio durante bastante rato. En
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Mei y Yuki. A veces, mientras los d
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que me volverá a ocurrir. Se oyó
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- ¡Qué coche más raro! -dijo com
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qué punto se había torcido mi sin
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me agobia. Me pone enferma. Es como
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que te devuelva el Subaru. - El Mas
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- Quedar contigo. Se hizo un breve
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narices es eso de cuidador a sueldo
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dijo Yuki mirándose las uñas, lim
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fabuloso que es. - Sí, te entiendo
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34 El lunes por la tarde, en Hakone
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Para el funeral, enviaron su cadáv
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gente tiraba de todo en él. Quizá
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ligeramente. Quizá lloraba por den
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de lo que crees. Por lo tanto, debe
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alzaban en la pendiente se divisaba
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Volvió a suspirar y se hundió en
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Ame se tomó el café sujetando la
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mucho. No tenía demasiadas cosas.
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- Está bien. Ya me encargo de ir a
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sinuosas carreteras de Setagaya has
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¿Por ejemplo? Por ejemplo, no me g
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- Pensé que sería mejor decírtel
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esta vida tan agitada, siempre en l
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estrés…». Me eché a reír. -
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Cuando se trata de hacer comedia, l
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con esos humos. Me juego lo que sea
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alguna forma. Pero ¿sabes?, si emp
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tipo de fotos. Mi trabajo consistí
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- Ajá. - Parece un disparate, pero
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laberinto emocional al que me he vi
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humano. Era como la perturbación q
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35 A finales de mayo me encontré p
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Me calma los nervios. Yo callé. -
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ien. Pero para cuando uno se da cue
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oer como usted. Además, ellas tien
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del club también estarán acostumb
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prostituta estrangulada en un hotel
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Le dije que no lo sabía. - Ha esta
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36 Mayo se marchó lentamente, como
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miles de mujeres. Apuñaladas, mata
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- ¿Y tu madre? - Trabaja poco. Se
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gente que la rodea. Sólo piensa en
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de su rostro. Luego los abrió y mi
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- Sí. Eso es. «No era un gran hom
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37 Quedé con Yuki varias veces má
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lo mismo esté donde esté, haga lo
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cobraría vida. Volví a Tokio escu
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tiempo en el zoológico situado den
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- ¿Te gusta la Línea Internaciona
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«Mediocridad» y sepultarla bajo t
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inclinada hacia delante. Apoyaba la
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38 Senté a Yuki en el asiento del
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Con la mano le metí suavemente la
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codo y la llevé hasta un dique. Ap
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consumiéndose sobre el hormigón h
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confundida. - No hablo de la pelíc
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- No sé demasiado. Olor a tierra.
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eproducción de un recuerdo. Cálid
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como tú. - Yo también es la prime
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café y me lo tomé lentamente, sen
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erróneo, debía hacerlo. No podía
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decía: «¿Qué significa esto?».
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teléfono que encontré en el edifi
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teléfono. Cierto día, salí a dar
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apetece comer algo decente. Gotanda
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Dixieland, con todos los músicos v
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con una sonrisa oblicua-. Sin noved
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cutre y… -se interrumpió y me mi
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distancia. Sus labios se entreabrie
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los dos estábamos en mi piso… Ll
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si maté a Kiki, ¿por qué lo hice
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llevo dentro desde siempre. Un tipo
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cavar un hoyo para enterrar a una p
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Estrangúlame, por favor, me dijo.
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posibilidad, ¿no? - Bien, hablemos
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Doors, a Sly amp; amp; The Family S
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todo. He decidido aprender de ti. S
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me imagino que habrá sido desagrad
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40 Al día siguiente, a primera hor
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echazan. Cuando a uno lo rechazan,
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mano en el pomo de la puerta de sal
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de muertes absurdas que dejaban un
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41 Tres días después de que Gotan
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- He quedado a las dos con alguien,
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veces. El semáforo estaba en verde
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entraron ganas de estudiar viendo l
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volví a pensar. Tan sólo esperaba
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autorrebobinó. Era verano. Allá d
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Es verano, me recordé. - ¿Qué va
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hacer la compra en Kinokuniya. Sin
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Está conectando, pensé. Una por u
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desaparecido. Dejé el teléfono so
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pequeño movimiento sin prestar ate
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-le pregunté. - Mis orejas… -dij
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muy cerca de ella, no aflojó el pa
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43 Cuando llegué al Hotel Delfín,
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hotel me encontraría a Yumiyoshi e
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Eran seis esqueletos. Ya sabía a q
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perfil de las nubes. Aquel paisaje
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personas de carne y hueso moviéndo
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en el suelo y me apoyé contra la p
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había desaparecido. - Buenas noche
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Se quedó de pie en medio de la hab
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empleados que nadie sabría que no
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confusión se haya desvanecido. Ima
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hay en ello. No te miento. Yumiyosh
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hasta las puntas de sus diez dedos.
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cuadrado de luz se extendía por la
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maravilloso. - ¿Ahora que ha amane
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la calle, di un paseo y volví a to
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44 Yumiyoshi vino a las seis y medi
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azos, relajada. Yo me duché, saqu
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- No sé qué sucederá, pero tengo
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estoy conectado a la realidad. Es l
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viento procedente de un abismo pret
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- No tengas miedo. Ahora estoy cont
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Nos detuvimos. ¿Qué le habrá pas
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gigante. Di tres golpes, toc, toc,
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- Sí, ha desaparecido. No sé por
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de Yorkshire». La cubierta se hab
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tinieblas parecían aún más densa
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colosal madeja que flotaba en el ci
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- He tenido una pesadilla -le dije.
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abrazaba. Pero lo cierto es que pue
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mañana de verano se filtró por la
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formalizar documentos legales y tie
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fuerzas estadounidenses en Japón y
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© de la traducción: Gabriel Álva
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