Maristas de Hoy - Otoño 2020

LA PANDEMIA
Haciéndonos repensar la caridad y
la reciprocidad
por Nik Rodewald, SM
En la tradición marista, el anhelo de la plenitud de la venida del Reino de
Dios toma la imagen de la Iglesia mariana, una Iglesia de misericordia
y compasión, sencillez y humildad. Pensando, juzgando, sintiendo
y actuando como María en el mundo, los maristas trabajan por la
renovación de la Iglesia. Al estar "ocultos y desconocidos en el mundo",
los maristas cultivan un corazón de escucha que nos permite "escuchar
los anhelos del pueblo de Dios y discernir los signos de esperanza
presentes en el mundo de hoy". En medio de una pandemia mundial
que se ha cobrado más de 200.000 vidas solo en los Estados Unidos, la
creación y el desarrollo de esfuerzos efectivos de ayuda mutua en todo
el país ha sido una señal de esperanza y una invitación para reconsiderar
nuestra comprensión de la misión en el mundo.
¿Qué es la ayuda mutua?
El activista y organizador Dean Spade define la ayuda mutua como
"una forma de participación política en la que las personas asumen la
responsabilidad de cuidarse unos a otros y cambiar las condiciones
políticas ... mediante la construcción de nuevas relaciones sociales que
sean más sobrevivibles". (Spade, D. “Solidaridad, no Caridad”, Texto
social 38, no. 1 (marzo de 2020): p. 136.) En el corazón de la ayuda mutua
está la creencia de que un mundo nuevo, completo con relaciones sociales
nuevas y más sostenibles - es posible. Las redes individuales impactan
a las comunidades y permiten que se transformen; esta transformación
comunitaria se convierte entonces en un signo de lo que podría
posibilitar un nuevo orden social.
La filosofía de la ayuda mutua se basa en la creencia de que la caridad,
tal como se la entiende en el mundo contemporáneo, crea un ciclo de
dependencia que afecta de manera desproporcionada a las minorías
y a los grupos históricamente desempoderados. Dondequiera que la
caridad (o la asistencia del gobierno) solicite asistencia de individuos
empoderados y brinde esta asistencia a grupos marginados, no hace
nada para desmantelar el sistema que permitió la marginación en primer
lugar y clasifica a los pobres como receptores perpetuos de 'limosnas'.
Además, la asistencia siempre que por lo general sólo llegue a los
menos marginados dentro del grupo de personas que supuestamente se
beneficiarían de la asistencia. Un ejemplo común de esto es la asistencia
para la colegiatura que depende de las calificaciones o el progreso
académico de una persona: si bien esto puede brindar asistencia a
algunos estudiantes de bajos ingresos, solo llegará a aquellos que tienen
la capacidad intelectual más alta, dejando atrás a todos los demás.
A diferencia de la caridad, la ayuda mutua emplea estrategias "de abajo
hacia arriba" para lograr un cambio duradero. Al repensar la jerarquía
social y eliminar cualquier calificación para recibir ayuda, la ayuda
mutua se basa en la construcción de solidaridad entre los diferentes
miembros de la comunidad. Esto anima a cada miembro a dar lo que
tiene y tomar lo que necesita, reduciendo así la dependencia de la
comunidad de los sistemas de poder, gobierno o caridad.
Los lazos de solidaridad creados entre personas diversas no solo
transforman comunidades, sino que también conducen al florecimiento
individual. Las personas aprenden nuevas habilidades, colaboran a través
de las divisiones y actúan con santa audacia. En palabras de San Pablo,
a medida que la comunidad florece y se convierte en un signo de la
esperanza que nos espera, "ya no somos extranjeros ni extranjeros, sino
... miembros de la familia de Dios" (Efesios 2:19).
Ayuda mutua y COVID-19
Durante la pandemia de COVID-19, las organizaciones de ayuda mutua
existentes han crecido exponencialmente y se han formado muchas
organizaciones nuevas. Con muchas personas atrapadas dentro de
sus hogares, las redes sociales se han convertido en una herramienta
fundamental en la organización de miles de comunidades. Personalmente
he sido testigo de los principios de ayuda mutua a través de mi
participación en Grassroots CUA y Ward 5 Mutual Aid Group, ambos
en Washington, DC. Grassroots CUA es un grupo que se formó en la
Universidad Católica de América para apoyar los esfuerzos mutuos
del área de DC durante COVID-19. Ward 5 Mutual Aid Group es un
grupo informal de personas que se han unido como vecinos conectando
a personas necesitadas con personas que quieren ayudar durante la
pandemia de COVID-19.
Cada uno de estos grupos de ayuda mutua comenzó con una misión
simple: proporcionar equipo de protección personal (EPP) a quienes lo
necesiten. Se formaron campañas comunitarias sin contacto, y las del
vecindario de Brookland en Washington, DC (Distrito 5) proporcionaron
más de 1,000 artículos individuales a los miembros sin vivienda de la
comunidad de Brookland, así como a los que trabajan en los refugios
para personas sin hogar del área. Esta red se expandió rápidamente,
y Ward 5 Mutual Aid Group estableció una línea directa donde las
personas podían llamar y preguntar si alguien en la comunidad podía
satisfacer sus necesidades. Los miembros verían mensajes de Facebook
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