El largo camino a la justicia
Dos Erres: El largo camino a la justicia - Plaza Pública
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24<br />
Louisa Reynolds / PzP<br />
Carías se quedó cal<strong>la</strong>do, buscando en su mente alguna forma<br />
de distraer <strong>la</strong> atención de <strong>la</strong> mujer, pero antes de que<br />
pudiera decir nada, el<strong>la</strong> se le ade<strong>la</strong>ntó y preguntó: “¿Qué voy<br />
a hacer si no vienen mi esposo y mis hijos?”.<br />
–Tené paciencia. Vení en <strong>la</strong> tarde y te doy respuesta ─le respondió.<br />
Al menos así se libraría de el<strong>la</strong> por unas horas.<br />
Petroni<strong>la</strong> regresó en <strong>la</strong> tarde y se quedó esperando bajo un<br />
sol abrasador hasta que vio llegar un jeep, del cual bajó Carías,<br />
acompañado de dos hombres con uniforme militar y<br />
boina roja.<br />
–Debo saber <strong>la</strong> verdad. Con sus pantalones de hombre, dígame<br />
<strong>la</strong> verdad─insistió Petroni<strong>la</strong>. Y en ese momento, el <strong>la</strong>berinto<br />
de mentiras que Carías había construido para confundir<strong>la</strong>,<br />
se vino abajo. Con los ojos humedecidos le puso <strong>la</strong><br />
mano en el hombro y le dijo: “Me has traspasado <strong>la</strong> conciencia.<br />
Llegó una comisión maldita, vino una parte del Quiché<br />
y otra de La Pólvora”.<br />
–Quiero recoger a mis hijos aunque estén muertos ─dijo Petroni<strong>la</strong>.<br />
Carías guardó silencio.<br />
Unas horas después, llegó Salomé Armando Gómez, un<br />
niño de 11 años que solía jugar con Cecilio.<br />
–A Chilito lo mataron ─le dijo el niño. Tenía <strong>la</strong> cara llena de<br />
arañazos y picaduras.<br />
XI<br />
“Doña Esperanza, ¿sabe lo que está pasando en Dos Erres?<br />
Un gran grupo de gente armada llegó y está matando a <strong>la</strong><br />
gente”. María Esperanza Arreaga escuchó con incredulidad<br />
<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de su vecina.<br />
Dos de sus hermanos vivían en Dos Erres y habían invitado<br />
a sus hijas, <strong>El</strong>ida y Ana, de 5 y 6 años, a quedarse con ellos el<br />
domingo 7 de diciembre para festejar el cumpleaños de uno<br />
de sus primos.