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crónica de 1819, que el rancho de la anciana se convirtió en sitio
de reunión y se le dio a la imagen el nombre con el cual se le
conoce desde hace siglos: “El Señor de Los Milagros”. Después
de la muerte de la anciana se pensó en el lugar donde debía
colocarse el crucifijo. El rancho quedaba junto a las aguas y
como el río cambió de cauce, dejó el sitio libre cerca al lugar de
su aparición, para construir allí un templo, que se llamó “La
Ermita”.
Imagen del Señor de Los Milagros
Es una imagen enternecedora. Tallada en madera, se conserva
bien, a pesar de su antigüedad. La cruz tiene 1.70 mts de altura y
1.30 de ancho. La imagen es de color oscuro. De la cruz salen
rayos de plata, que le han obsequiado sus devotos y la corona es
de oro y piedras preciosas. La cabeza del Santo Cristo está muy
inclinada por sus heridas; por un costado derrama abundante
sangre y la cabellera también ensangrentada, cae en dos
manojos sobre sus hombros. El rostro atormentado por el dolor,
conserva una expresión de resignación y de majestad
impresionantes. Los ojos están cerrados y los labios
entreabiertos.
Catedral de San Pedro
La catedral de San Pedro o Iglesia Mayor es uno de los baluartes
arquitectónicos de la ciudad y de los más antiguos. Inician su
construcción en 1576, conjuntamente con el traslado de la
ciudad a la margen derecha del río Guadalajara. Los indígenas y
los esclavos fueron quienes llevaron a cabo esta obra, con tierra
pisada y techo pajizo, que se vio culminada en el año 1616. La
patrona y titular del templo fue Nuestra Señora de La
Concepción de la Victoria, por disposición del Papa Clemente
XIII, a solicitud del rey Carlos III, que a su vez se convierte en la
patrona de la ciudad. En el año 1766 un terremoto destruye la
iglesia junto con el Convento de Santo Domingo, la Ermita del
Milagroso y las casas de los vecinos. Tres años después, con la
ayuda del rey de España, se comenzó a edificar la actual iglesia,
bajo la dirección de Don Miguel Ramos, empleando cal, ladrillo y
piedra y en 1775 se concluye tan magna obra. Engalana la
portada de la Catedral, el escudo real y es notable el diseño de
las portadas en piedra labrada y ladrillo, la talla en madera de los
canes y la elegancia de la espadaña. Sobresalen la disposición y
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