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C A R A A C A R A
lidad”, manifestada por mi propio presidente,
Joan Amorós, me viene como anillo al dedo.
No sé si a medida, pero encajo en el perfil.
«El corredor es un proyecto
a medio y largo plazo que
beneficiará a los ingenieros
industriales en el futuro porque
generará empleo en el sector»
Está en FERRMED desde sus comienzos.
¿Qué balance hace de los diez años de trayectoria
de esta plataforma?
Muy positivo. El más importante es que se
haya aceptado en la UE todos los estándares
propuestos por FERRMED con la única
excepción –por ahora– de la longitud de los
trenes, que queda en los 750 metros en vez
de los 1.500 que proponíamos. Es la primera
vez que podemos hablar de hacer trenes
transeuropeos en vez de trenes nacionales. Y
también hemos conseguido nuestro objetivo
inicial: que el Corredor Mediterráneo fuera
aceptado como prioritario dentro de la UE,
cosa que no existía ni se había propuesto
antes por ningún organismo.
¿Cómo les veía hace una década la Unión
Europea y cómo les ve ahora?
Supongo que al principio veían con escepticismo
a una entidad privada que proponía
una infraestructura como esta en la Unión
Europea en lugar de hacerlo un país determinado.
También, cuando hicimos la
primera exposición de nuestro proyecto en la
Cámara de Comercio de Bruselas, en 2005,
un alto funcionario de la UE, al ver dibujado
en el mapa la línea ferroviaria norte-sur del
Corredor Mediterráneo exclamó: “¿Cómo no
se nos ha ocurrido antes?”. Al principio nos
costaba trabajo ser reconocidos, pero en la
actualidad somos requeridos continuamente
por distintos organismos para explicarles
nuestro proyecto.
El colegio es patrono fundador de
FERRMED. ¿Por qué se embarcó en su
momento en ese proyecto?
El primer contacto con Joan Amorós fue telefónico,
a propuesta del entonces decano
del COIICV, Alejandro Marín, para que como
persona del mundo ferroviario me entrevistara
con él y viera si era algo interesante para
el colegio. La primera pregunta que le hice
era si FERRMED era una entidad política
o de políticos. Me dijo que no y que estaba
encabezada por el colegio de Cataluña y
el Puerto de Barcelona. La segunda, si nos
oponíamos al enlace ferroviario con París
a través de Canfranc. Me dijo que no, pero
que la prioridad era el paso por los Pirineos
Orientales. La tercera fue que si FERRMED
era un ente catalán y me dijo que no, que
era europeo. De hecho, la sede social está
en Bruselas. Ante estas respuestas y debido
a mi conocimiento de la infraestructura ferroviaria
lo vi muy adecuado porque rompe
radicalmente con la centralidad del ferrocarril
en España, donde todo tiene que pasar por
Madrid. Más del 50% del PIB español está en
el Mediterráneo y nuestro cliente principal es
Centroeuropa, no Madrid ni París.
«El comercio es lo que ha
movido el mundo: la Ruta de
la Seda dio prosperidad a las
ciudades que atravesaba»
Hay colegiados que no entienden muy bien
tanta implicación del colegio en FERRMED.
¿En qué beneficia a la profesión?
Es una infraestructura logística que creo que
puede beneficiar enormemente la reindustrialización
de la Comunitat Valenciana y todo el
Corredor Mediterráneo. De hecho, este va a
ser el lema de la jornada que estamos programando
para diciembre en Valencia. Es un
proyecto a medio y largo plazo que beneficiará
a los ingenieros industriales en el futuro
INFOINDUSTRIAL IV TRIMESTRE 2014 11