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E D I T O R I A L
se resiente. Los nuevos mercados ponen en
peligro la hegemonía comercial de Occidente
y están desplazando a nuestro continente a
una posición cada vez más comprometida.
Y contra eso, nuestras viejas armas poco
pueden hacer.
No parece que el Gobierno
Central contemple con el
entusiasmo necesario la
necesidad de priorizar el
Corredor Mediterráneo
El pasado mes de marzo se celebró en
Bruselas una conferencia organizada por
FERRMED, asociación de la cual el Colegio
de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana
es patrono. Allí se puso de manifiesto
la urgente necesidad de impulsar con fuerza
el eje Algeciras-Estocolmo. Una infraestructura
que ha sido declarada prioritaria por la
Unión Europea. Eso lo tenemos claro en la
Comunitat, pero no parece que el Gobierno
Central comparta esa opinión con el entusiasmo
necesario. Desde aquí, y especialmente
desde el colegio, vemos la oportunidad que
representa para nosotros la puesta en marcha
de ese eje. Y queremos aportar nuestro granito
de arena.
El preocupante estado de
nuestra economía exige
soluciones rápidas y efectivas
que sean meditadas y
consensuadas
El primer paso para adaptarnos al Corredor
Mediterráneo es deshacer el nudo que supone
el túnel de Serrería. Y la mejor forma, sin duda,
es acometer sin más demora la ejecución del
túnel pasante de la Gran Vía. Se ha dicho ya
muchas veces: fuimos el semáforo de Europa
por carretera y estamos a abocados a volver a
serlo si no conseguimos una circulación ferroviaria
fluida. El Gobierno Central ha de invertir
en ello. No hay alternativa.
Hemos decidió abanderar las reivindicaciones
para que se acelere al máximo la construcción
de esa infraestructura. Estamos preparando,
tal como se explica en el reportaje de este
número, una jornada que reunirá a todos los
sectores de la Comunitat con alguna relación
con la logística. El preocupante estado de
nuestra economía exige soluciones rápidas
y efectivas que sean meditadas y consensuadas.
Y el eje Algeciras-Estocolmo se ha
convertido en un elemento clave para reavivar
nuestra actividad, pues abre un amplio abanico
de posibilidades.
Apostamos por convertirnos en
una comunidad de servicios
logísticos
Apostamos por convertirnos en una comunidad
de servicios logísticos, por dar el paso que nos
permita colocar nuestras mercancías lejos
y en poco tiempo, pero también por recibir
las de otros y darles valor añadido, tal como
hacen en muchos centros de distribución. Eso
ocurrirá, por supuesto, al calor del Corredor
Mediterráneo. Por hacer un paralelismo, se
podría decir que ahora se impone el modelo
Ikea frente al modelo Sedaví. Eso no quiere
decir que las empresas pequeñas hayan de
desaparecer. Pero sí deben aprovechar su flexibilidad
para adaptarse a la actual situación y
buscar su nuevo nicho de mercado. Lo antiguo
deberá aprender a convivir con lo nuevo para
sobrevivir. Son las reglas del mercado global.
INFOINDUSTRIAL II TRIMESTRE 2013 3