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parental

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• 58<br />

Incluir a un tercero para dirimir lo que dos personas sostienen, no es<br />

conflictivo en sí mismo. Sin embargo, se transforma en conflicto si se<br />

establece rígidamente, como la única manera posible de lidiar con los<br />

problemas. La relación o la familia pierde la posibilidad de resolver de<br />

manera flexible, de negociar, incluso de acordar que no están de acuerdo,<br />

incluyendo las opiniones de diferentes personas, sin tomar la diversidad<br />

de pareceres como ataques o provocaciones 54 .<br />

En este escenario, la pareja conflictiva necesita contar siempre con un<br />

tercero para dirimir acuerdos, quien será inevitablemente atraído al<br />

conflicto, porque la lucha de poder requiere bandos. Los miembros de<br />

la pareja necesitan “reforzarse” en la lucha, y es así que los y las hijas son<br />

empujados a entrar en el escenario de conflicto y ponerse de parte de<br />

uno de los progenitores. Es la etapa de las alianzas.<br />

Las alianzas con las hijas e hijos no se gestan en la intención consciente<br />

de dañar al otro; sino más bien por la necesidad de que tomen partido<br />

y se alíen para subsanar el temor o sentimiento de vulnerabilidad propio<br />

55 de los progenitores (asumido y aceptado, o no).<br />

Las alianzas continuarán expandiéndose en círculos cada vez más abarcativos.<br />

Los primeros en participar obligadamente son los hijos e hijas;<br />

después, las familias de origen, y luego los profesionales 56 en contacto<br />

con la familia, incluyendo contextos terapéuticos y judiciales. Es decir,<br />

involucran a más y más gente dentro del conflicto.<br />

Siendo adultos atrapados en perpetuar el conflicto e incapaces de mantener<br />

claridad en su rol de cuidador frente a los hijos, cada progenitor<br />

centra la mirada en los hijos e hijas, mostrándose hipersensible a las<br />

reacciones de éstos porque necesita corroborar su apoyo. Es inevitable<br />

que, en este escenario, todo lo que hace (o no hace) el hijo o hija sea<br />

54 En sus estudios iniciales sobre triangulaciones, Bowen propone que aparecen como<br />

“juegos atravesados por relaciones de poder donde figuras con autoridad dentro de la<br />

familia utilizan inconscientemente este dispositivo (la triangulación-manipulación) ante la<br />

amenaza de que alguno de sus miembros se independice emocionalmente del vínculo”. Es<br />

decir, ante el temor de perder a otro o al vínculo.<br />

55 Recordemos que se trata de progenitores que no cuentan con habilidades y competencias<br />

suficientes para afrontar conflictos de manera madura.<br />

56 Juana Droeven, 2004, Op. Cit.

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