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geográfica”, y regresamos al punto donde estábamos antes,<br />

justo en la acera frente a la unidad. Desde allí podíamos<br />

observar todos los movimientos que acontecían en la<br />

carpeta. El Mayor regresó y nos dijo que era el Jefe del<br />

Municipio, y que si continuábamos allí nos tendría que<br />

enviar las “fuerzas del orden” para movernos. Ya éramos<br />

más de treinta los que exigíamos la libertad de nuestros<br />

hermanos. Había llegado el escritor Orlando Luis Pardo, su<br />

novia y una amiga.<br />

Le dijimos al oficial que sentíamos mucho hacerlo pasar<br />

por aquel momento, dado que él se había mostrado paciente<br />

y, en todo momento, se había dirigido a nosotros con<br />

respeto, pero que lo instábamos a cumplir con su palabra.<br />

Reinaldo Escobar le dijo que se pusiera en nuestra posición,<br />

que si él era capaz de abandonar a un compañero en esas<br />

circunstancias, que incluso no sabíamos en qué condiciones<br />

se encontraba Antonio, si estaba golpeado. El oficial intentó<br />

negar nuestras sospechas, diciendo que ellos no daban<br />

golpes, pero cuando le enseñamos las heridas que hacía<br />

poco había recibido por parte de las fuerzas represivas,<br />

entre otros detenidos, Ailer -quien acababa de unirse a<br />

nosotros-, el militar prefirió callar, y, a pesar de todo, parecía<br />

comprendernos, o tal vez nuestra decencia y postura le<br />

simpatizaba. Finalmente le dijimos que si él estimaba que<br />

debía apresarnos, estábamos decididos a acompañar a<br />

Antonio dentro del calabozo. Que no tuviera ninguna<br />

objeción en cumplir con su deber.<br />

Entonces se fue y no volvió a regresar. Al rato soltaron a<br />

Aleaga, y mientras salía aplaudimos delante de todos sus<br />

captores. Pero si pensaron que nos conformaríamos con uno<br />

de los dos tenidos, se equivocaron; se quedaron esperando<br />

qué haríamos, y cuando vieron que continuaríamos<br />

plantados, entraron a idear otra acción contra nosotros.<br />

Media hora después apareció un camión de la Brigada<br />

Especial, venía repleto de guardias. También llegaron dos<br />

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