OMS - Observatorio de Hidratación y Salud
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minutos en cantida<strong>de</strong>s equivalentes a la pérdida <strong>de</strong> sudor (Tabla 1).<br />
Tabla 1. Ingesta insuficiente <strong>de</strong> agua, agotamiento por calor y rendimiento<br />
Sin agua<br />
Agua para satisfacer<br />
sed<br />
Agua cada 15 minutos, equivalente a la<br />
pérdida <strong>de</strong> sudor<br />
Horas <strong>de</strong> marcha 4-5 5-6 Experimento <strong>de</strong>tenido a las 6 horas<br />
Distancia recorrida 16 mi 19 mi 16 mi<br />
Temperatura rectal > 38,8º C 38,3-38,8º C<br />
38º C Estable<br />
Aumento Aumento<br />
Resultado Agotamiento por Agotamiento El sujeto <strong>de</strong>claró que podía caminar todo<br />
calor<br />
inminente<br />
el día sin problemas<br />
Adaptado <strong>de</strong> Pitts et al., 1944 [10].<br />
Tratando los resultados, los autores concluyeron<br />
que "Debe enfatizarse que durante las horas <strong>de</strong><br />
trabajo, los hombres nunca beben voluntariamente<br />
tanta agua como sudan, aunque esto sea<br />
beneficioso para mantener el equilibrio térmico,<br />
sino que por lo general beben alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dos<br />
tercios <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> agua a través <strong>de</strong>l sudor".<br />
Estudios posteriores han confirmado y ampliado<br />
nuestro conocimiento colectivo en relación con la<br />
importancia <strong>de</strong> mantener una hidratación a<strong>de</strong>cuada<br />
para el rendimiento físico. Consultar Murray [11],<br />
Maughan [12] y Kenefick [13] en esta publicación.<br />
En 1958, Bursill publicó estudios realizados en<br />
el Psychological Laboratory <strong>de</strong> Cambridge,<br />
Inglaterra [14]. Aunque admitía que los estudios<br />
anteriores mostraban la reducción <strong>de</strong>l rendimiento<br />
bajo presión térmica, Bursill reconoció que no se<br />
había i<strong>de</strong>ntificado el locus <strong>de</strong> dicha disminución, y<br />
dado que los procesos psicológicos complejos<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> datos entrantes a<strong>de</strong>cuados, se <strong>de</strong>bería<br />
evaluar las modificaciones en la cantidad <strong>de</strong> los<br />
datos sensoriales entrantes. Para <strong>de</strong>terminar los<br />
efectos <strong>de</strong>l calor y la presión física sobre la<br />
atención, se llevaron a cabo tres estudios: los<br />
sujetos fueron voluntarios jóvenes y sanos<br />
pertenecientes a la Marina. Estos tuvieron que<br />
respon<strong>de</strong>r a señales periféricas aleatorias a la vez<br />
que se centraban en una tarea central continuada.<br />
El tiempo que los sujetos estaban expuestos al<br />
calor, el número <strong>de</strong> días <strong>de</strong> prueba y el número <strong>de</strong><br />
estímulos presentados variaron en los tres<br />
experimentos. No se observaron disminuciones<br />
significativas, pero sí una canalización <strong>de</strong> la<br />
conciencia periférica hacia el campo central <strong>de</strong><br />
visión en una alta proporción <strong>de</strong> los sujetos.<br />
Leibowitz y colegas, reconociendo el trabajo <strong>de</strong><br />
Bursill y otras personas que habían investigado el<br />
impacto <strong>de</strong>l estrés fisiológico en el tiempo <strong>de</strong><br />
reacción, llevaron a cabo un estudio para<br />
<strong>de</strong>terminar si los cambios en el estrés fisiológico<br />
mostraban los mismos efectos bajo condiciones<br />
con una carga <strong>de</strong> tarea central constante [15]. Los<br />
sujetos perdieron un 2,5% o un 5% <strong>de</strong> su peso<br />
corporal ejercitándose <strong>de</strong> manera intermitente<br />
(periodos <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> 20 minutos) en una cinta<br />
andadora situada en una sala con calor durante 6<br />
horas. Mientras los sujetos caminaban en la cinta se<br />
comprobó el tiempo <strong>de</strong> reacción a estímulos<br />
visuales centrales y periféricos. Tras esas<br />
6 horas, los sujetos estuvieron otras 2 horas en la<br />
sala realizando una serie <strong>de</strong> pruebas fisiológicas.<br />
No se observaron efectos en el tiempo <strong>de</strong> reacción<br />
a estímulos visuales centrales, pero se produjo una<br />
respuesta más rápida a los estímulos visuales<br />
periféricos (Tabla 2). Sin embargo, los efectos <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>shidratación no pudieron <strong>de</strong>terminarse <strong>de</strong><br />
manera in<strong>de</strong>pendiente al calor y el estrés<br />
relacionado con el ejercicio. Los autores<br />
concluyeron que el estrés fisiológico provocado<br />
por las altas temperaturas y la hipohidratación no<br />
afectaban <strong>de</strong> forma negativa al tiempo <strong>de</strong> reacción<br />
periférico o central. De hecho, el tiempo <strong>de</strong><br />
respuesta a los estímulos visuales periféricos<br />
mejoró con la práctica. Leibowitz y colegas,<br />
concluyeron que durante periodos cortos, los<br />
sujetos muy motivados y experimentados podían<br />
reducir los efectos <strong>de</strong> la presión por calor. A<strong>de</strong>más,<br />
reconocieron el posible efecto <strong>de</strong> la práctica<br />
<strong>de</strong>clarando lo siguiente:<br />
"Consi<strong>de</strong>rando ambas fases <strong>de</strong>l presente<br />
experimento, queda claro que la práctica fue la<br />
variable dominante con respecto a la <strong>de</strong>tección<br />
<strong>de</strong> estímulos periféricos. El resto <strong>de</strong> numerosas<br />
variables, incluyendo un nivel <strong>de</strong> estrés poco<br />
utilizado en experimentos psicológicos, fueron<br />
insignificantes o tuvieron una importancia<br />
menor."<br />
Yoram Epstein, <strong>de</strong> la “Israel Defense Forces<br />
Physiological Research Unit”, y colegas, evaluaron<br />
el efecto combinado <strong>de</strong> modificar las cargas <strong>de</strong><br />
calor e intensidad <strong>de</strong> las misiones en el rendimiento<br />
psicomotriz [16]. Haciendo uso <strong>de</strong> un juego<br />
computerizado <strong>de</strong> TV, nueve varones jóvenes y<br />
sanos llevaron a cabo una tarea <strong>de</strong> puntería con<br />
rifle en una sala con tres temperaturas efectivas<br />
diferentes (21º, 30º y 35º C). Para complicar las<br />
tareas, los objetivos aparecían en tres tamaños y<br />
configuraciones diferentes y los sujetos <strong>de</strong>bían<br />
seguir las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l instructor, situado en una<br />
sala <strong>de</strong> control adyacente. Los resultados mostraron<br />
un efecto mínimo <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> calor en la<br />
capacidad <strong>de</strong> los sujetos para realizar tareas<br />
sencillas, pero el número <strong>de</strong> objetivos <strong>de</strong>rribados se