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OMS - Observatorio de Hidratación y Salud

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materna, estos presentaron hipertonia plasmática e hipertensión arterial tras el nacimiento, lo que indica<br />

una programación in utero <strong>de</strong> valores <strong>de</strong>terminados alterados para la osmolalidad sistémica y la regulación<br />

<strong>de</strong> la presión sanguínea [19]. ¿Afecta <strong>de</strong> manera crítica el estado <strong>de</strong> hidratación <strong>de</strong> la madre durante el<br />

embarazo en el crecimiento <strong>de</strong>l feto y el <strong>de</strong>sarrollo postnatal <strong>de</strong> la presión sanguínea?<br />

Los bebés prematuros muestran diversas peculiarida<strong>de</strong>s en el metabolismo <strong>de</strong>l agua. El paso <strong>de</strong>l medio<br />

intrauterino a extrauterino va acompañado <strong>de</strong> cambios fundamentales en la composición corporal [20].<br />

A<strong>de</strong>más, se reorganizan muchos sistemas metabólicos y hormonales [21]. La pérdida <strong>de</strong> agua a través <strong>de</strong><br />

la fina piel es muy elevada, los riñones aún no están totalmente <strong>de</strong>sarrollados y el Índice <strong>de</strong> Filtración<br />

Gglomerular (IFG) es bajo. Existe una pérdida <strong>de</strong> sodio renal basal y una capacidad <strong>de</strong> dilución y<br />

concentración limitada. El tiempo necesario para la excreción <strong>de</strong>l agua y sodio es relativamente largo.<br />

Ante alimentación enteral, la tolerancia a altos volúmenes y osmolalida<strong>de</strong>s se ve prolongada y existe<br />

posibilidad <strong>de</strong> e<strong>de</strong>ma. Un aumento <strong>de</strong>l peso corporal pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse al crecimiento tisular, la acumulación<br />

<strong>de</strong> glucógeno o la expansión <strong>de</strong>l volumen extracelular. Las técnicas disponibles para medir la composición<br />

corporal <strong>de</strong> los bebés prematuros sólo permiten realizar comparaciones entre grupos, pero no<br />

observaciones a largo plazo <strong>de</strong> individuos concretos [20]. Aún quedan muchas preguntas por respon<strong>de</strong>r.<br />

¿Qué mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> crecimiento extrauterino pue<strong>de</strong> sustituir al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> crecimiento intrauterino? ¿Qué<br />

niveles y cambios en la osmolalidad plasmática y volumen extracelular afectan al crecimiento?<br />

Así, las alteraciones <strong>de</strong> la homeostasis <strong>de</strong>l agua son uno <strong>de</strong> los principales problemas al aten<strong>de</strong>r a bebés<br />

<strong>de</strong> peso muy bajo al nacer. Los especialistas aún se enfrentan a muchas dificulta<strong>de</strong>s a la hora <strong>de</strong><br />

contrarrestar las cuestiones relacionadas con los líquidos y los electrolitos. La hiperhidratación pue<strong>de</strong><br />

resultar en hemorragia cerebral, conducto arterioso persistente, displasia broncopulmonar, <strong>de</strong>shidratación<br />

en enterocolitis necrotizante o <strong>de</strong>ficiencias surfactantes secundarias. Se ha <strong>de</strong>mostrado que una gestión<br />

a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> los líquidos tiene efectos positivos importantes en los resultados. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>ben establecerse<br />

parámetros no invasivos para el diagnóstico y sistemas <strong>de</strong> control continuado y documentación inteligente<br />

<strong>de</strong> fácil manejo.<br />

HIDRATACIÓN EN RECIÉN NACIDOS<br />

Los transportadores y las reservas <strong>de</strong> agua sufren importantes cambios en el periodo postnatal [22]. La<br />

pérdida <strong>de</strong> peso postnatal y su efecto en las diferentes reservas <strong>de</strong> agua aún no se entien<strong>de</strong> en profundidad.<br />

A<strong>de</strong>más, las indicaciones y medidas terapéuticas para contrarrestar las pérdidas <strong>de</strong> peso y los indicadores<br />

para controlarlas parecen poco específicos. Cuando los neonatos presentan hiperbilirrubinemia severa, el<br />

aporte <strong>de</strong> líquidos disminuye el índice <strong>de</strong> transfusión sanguínea y la duración <strong>de</strong> la fototerapia [23]. Un<br />

alto contenido <strong>de</strong> proteínas y sodio en los preparados para biberón y alimentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>stete pue<strong>de</strong> resultar en<br />

una osmolalidad urinaria submáxima. Si la ingesta <strong>de</strong> agua se reduce y/o se aumenta la eliminación <strong>de</strong><br />

agua, por ejemplo si se pa<strong>de</strong>ce gastroenteritis, existe mayor riesgo <strong>de</strong> sufrir <strong>de</strong>shidratación hipertónica<br />

[24]. Los bebés presentan una renovación <strong>de</strong> agua superior con una ingesta <strong>de</strong> agua tres veces mayor por<br />

kg. <strong>de</strong> peso que los adultos. Así, los bebés son la población más vulnerable a la toxicidad por xenobióticos<br />

en el agua.<br />

Diarrea en bebés y niños <strong>de</strong> 1 a 2 años<br />

De acuerdo con la Organización Mundial <strong>de</strong> la <strong>Salud</strong> (<strong>OMS</strong>), en el año 2000, se produjeron 10.800.000<br />

muertes <strong>de</strong> niños <strong>de</strong> menos <strong>de</strong> cinco años [25]. La mayoría <strong>de</strong> estas muertes tuvieron lugar en el este y<br />

oeste <strong>de</strong> África, India, Bangla<strong>de</strong>sh y China. El 90% <strong>de</strong> ellas sucedieron en 42 países. La diarrea fue la<br />

principal causa (22%). La <strong>OMS</strong> estimó que el 88% <strong>de</strong> los niños murieron por falta <strong>de</strong> atención o<br />

tratamientos ina<strong>de</strong>cuados. Sólo un 47% <strong>de</strong> los países contaba con agua potable, saneamiento e higiene.<br />

Únicamente un 39% <strong>de</strong> las víctimas fueron alimentadas <strong>de</strong> forma exclusiva con leche materna durante seis<br />

meses. El 30% recibió antibióticos y sólo un 20% tomó soluciones orales para la rehidratación.<br />

La prevención y terapia <strong>de</strong> la mortalidad infantil por diarrea se ha implementado durante muchos años.<br />

Des<strong>de</strong> hace tiempo la población sabe que la lactancia reduce la mortalidad. En 1900, los lactantes<br />

alemanes presentaban una tasa <strong>de</strong> mortalidad siete veces inferior a los no lactantes [26]. A principios <strong>de</strong>l<br />

siglo XX, la introducción <strong>de</strong>l suministro <strong>de</strong> agua potable, incrementó la higiene al realizar los preparados<br />

para biberón y un cambio con base científica <strong>de</strong> la alimentación, redujo <strong>de</strong> manera importante la<br />

mortalidad infantil [27]. La administración parenteral <strong>de</strong> líquidos, glucosa y electrolitos se introdujo en<br />

1935 [28] y las soluciones orales para la rehidratación en los años 60 [29]. Recientemente se ha<br />

<strong>de</strong>mostrado que la vacuna contra los rotavirus, la principal causa <strong>de</strong> diarrea infantil en los países<br />

industrializados, es muy eficaz [30]. No obstante, la diarrea infantil continúa siendo una cuestión<br />

fundamental para la investigación básica y clínica. Actualmente, contamos con medios muy eficaces para<br />

prevenir y tratar la diarrea infantil. La alta tasa <strong>de</strong> mortalidad por diarrea infantil ya no es el resultado <strong>de</strong> la

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