revista 31 - Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima

Sergio Hollmann
Se diría que en esa ciudad todos se despreocuparon
de conservar los edificios y dejaron que el
tiempo marcara implacablemente las paredes y
gastara las piedras.
Sin embargo, ¿habrá “pintura” más genial para
una construcción multisecular que la pátina prestigiosa
que han depositado en los muros vientos y tempestades?
Imagínese el lector que el propietario de tan
pintoresca casa quisiera reformarla: la haría perder
parte de su atractivo. Dejaría de ser una construcción
antigua, cargada de leyenda, para ser sólo una casa
vieja, renovada y pintada con colores frescos.
Esa noción de la Historia con la que está dotado
el italiano, que acumula en sus ciudades las eras de
la humanidad hasta o casi pisar los albores de la civilización,
constituye el marco apropiado para contener
en sí la Ciudad Eterna, donde el Sucesor de
Pedro asienta su cátedra infalible.
Lector: ¿no es cierto que la diversidad de pueblos
y culturas es una riqueza para la humanidad y
refleja la grandeza de Dios? A fin de cuentas, si se
redujera a todas las naciones en una sola, como algunos
querrían, la humanidad haría un mal negocio,
puesto que el espíritu humano se empobrecería.
Genazzano, Italia
Rothemburg, Alemania
· Heraldos del Evangelio 1
David Domingues