garcia, pedro - mi h.. - 10
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Y San Juan Crisóstomo, viendo cómo San Pablo vivía de<br />
Jesucristo y amaba a Jesucristo, dijo del Apóstol la frase famosa:<br />
"El corazón de Pablo era el corazón de Cristo".<br />
San Ambrosio, el gran Padre y Doctor de la Iglesia, nos dice con<br />
ardor: "Todo lo tenemos en Cristo, y Cristo es todo para nosotros.<br />
Si quieres curar tus heridas, Él es el médico. Si te hace arder la fiebre,<br />
Él es manantial de agua fresca. Si te ves opri<strong>mi</strong>do por la culpa,<br />
Él es <strong>mi</strong>sericordia. Si te sientes débil y necesitas ayuda, Él es tu<br />
fuerza. Si temes la muerte, Él es la vida. Si deseas llegar al Cielo,<br />
Él es el ca<strong>mi</strong>no. Si te cubren las tinieblas, Él es la luz. Si tienes<br />
hambre, Él es manjar".<br />
Por eso dirá la I<strong>mi</strong>tación de Cristo: "El que se abraza a Jesús,<br />
perseverará firme hasta el fin".<br />
Hablo al Señor. Todos<br />
Jesucristo, vida mía,<br />
yo vivo tu vida, la que Tú me diste en el Bautismo,<br />
la vida <strong>mi</strong>sma de Dios, que habita en ti en plenitud<br />
y Tú nos la das sin medida, porque sin medida<br />
nos comunicas tu Espíritu Santo. Que Tú seas, Señor,<br />
el respirar de <strong>mi</strong> alma; la co<strong>mi</strong>da y bebida de <strong>mi</strong> sustento;<br />
la luz de <strong>mi</strong>s ojos; la verdad de <strong>mi</strong> inteligencia;<br />
el amor de <strong>mi</strong> corazón; la ilusión de <strong>mi</strong> existir.<br />
Que nunca muera a la vida de la Gracia,<br />
y muera siempre a todo lo que no seas Tú, Señor mío y Dios mío.<br />
Contemplación afectiva. Alternando con el que dirige<br />
Como el apóstol Pablo, yo te digo, Señor:<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que eres la Vida que estaba en Dios.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que me trajiste del Cielo la vida de Dios.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que viniste para que yo tuviera la vida.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que viniste para darme esa vida en abundancia.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que por la Gracia me haces vivir tu vida divina.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que te has hecho Pan de Vida para nosotros.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que en la Eucaristía me nutres la vida de Dios.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
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Señor, que por ti como y bebo la vida divina.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que me das tu Cuerpo como alimento celestial.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que con tu Sangre me embriagas de Espíritu Santo.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
Señor, que me quieres dar tu vida gloriosa en el Cielo.<br />
— Tú eres <strong>mi</strong> vivir, Cristo Jesús.<br />
TODOS<br />
Señor Jesús, que tienes en plenitud la vida de Dios y, por tu<br />
Humanidad Santísima, nos la has comunicado a los hombres, tus<br />
hermanos. Consérvame siempre la vida divina, que por tu Espíritu<br />
me diste tan abundantemente en el Bautismo, hasta que la vea convertida<br />
en Gloria eterna.<br />
Madre María, la llena de gracia, la colmada de la vida de Dios,<br />
que se hizo Hombre en tu seno bendito. A mí, y a todos tus hijos los<br />
hombres, consérvanos siempre ese tesoro divino e inapreciable que<br />
es la Gracia con que Dios nos hace santos como a ti y gratísimos a<br />
los ojos del <strong>mi</strong>smo Dios.<br />
En <strong>mi</strong> vida. Autoexamen<br />
La palabra "vida" no se nos cae hoy de los labios y la usamos<br />
de modos <strong>mi</strong>l. Yo también lo hago. Pero, ¿pienso en la vida de<br />
Dios? ¿Tengo en cuenta que la vida de verdad, la que importa<br />
sumamente, la que ha de durar para siempre jamás, es la vida<br />
sobrenatural y divina que Dios me comunicó por Cristo?... ¿Conservo<br />
la vida de la Gracia, lucho valiente contra el pecado, hasta el<br />
venial, que si no me quita la vida de Dios, sí que me la debilita y la<br />
desluce?... ¿La acreciento con la oración, con toda obra buena<br />
hecha en Gracia, con los Sacramentos, con la Eucaristía sobre<br />
todo?...<br />
PRECES<br />
Padre celestial, fuente de toda la vida en el seno <strong>mi</strong>smo de Dios.<br />
¡Bendito, y alabado y amado seas en el cielo y en la tierra!<br />
Señor Jesús, al traernos y darnos la vida de Dios,<br />
— no per<strong>mi</strong>tas que el pecado y la muerte reinen en el mundo.<br />
Señor Jesús, conserva sanos a nuestros niños y a nuestros jóvenes,<br />
para que aprecien el don de la Gracia,<br />
— y rebosen de la vida divina que recibieron en el Bautismo.<br />
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