16.04.2013 Views

I o T E e A - Biblioteca Nacional de Colombia

I o T E e A - Biblioteca Nacional de Colombia

I o T E e A - Biblioteca Nacional de Colombia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

nosprecia la vida, no entrada aún en la adolescencia,<br />

aparece sin velos la que viviendo sin<br />

que viviera en sí moriría luégo <strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong> no<br />

morir ...<br />

• •<br />

Pero la niña se ha convertido en mujer. A los<br />

anhelos confusos <strong>de</strong> la niñez han sucedido en<br />

su espíritu otros más claros e imperiosos. Las<br />

vidas <strong>de</strong> los santos, lectura favorita <strong>de</strong> su padre,<br />

le placen ahora menos que esos tan interesantes<br />

y atrevidos en que por regiones soñadas<br />

ambulan valientes caballeros que mueren<br />

por la mirada <strong>de</strong> unos ojos o por la suave caricia<br />

<strong>de</strong> unos labios. Ha muerto su madre,<br />

aquella virtuosa matrona siempre soñadora y<br />

siempre enferma; va a casarse su hermana mayor<br />

en breve plazo; don Alonso se ha recluido<br />

en sus habitaciones corno un monje, y vive<br />

transitoriamente en la misma alcoba <strong>de</strong> Teresa<br />

una parienta <strong>de</strong> más edad, bastante coqueta<br />

y casquivana. La casa, a<strong>de</strong>más, se halla<br />

ahora comunicada con la <strong>de</strong> sus primos, gracias<br />

a una puerta interior, y a uno <strong>de</strong> esos<br />

primos la quinceañera <strong>de</strong> los lunarcillos le tiene<br />

sorbidos el coraz6n y el cerebro.<br />

Otra vez la influencia <strong>de</strong>l medio, ahora nuevo,<br />

unida al cambio fisiol6gico que naturalmente<br />

se opera en su organismo, obran en el espíritu<br />

<strong>de</strong> la joven, todavía no lastrado, con una<br />

potencia irresistible. La palabra amor comienza<br />

a entusiasmarla y a enajenarla; aquella alegría<br />

<strong>de</strong>sbordante que constituía la esencia misma<br />

<strong>de</strong> su ser, empieza a oscurecerse a intervalos<br />

con las nubes <strong>de</strong> una tristeza repentina:<br />

la joven, mo<strong>de</strong>sta y sencillísima antes, da en<br />

gustar, según su propia confesi6n, <strong>de</strong> parecer<br />

siempre bien. con mucho cuidado <strong>de</strong> manos,<br />

cabellos y oJores, y aunque con el hijo <strong>de</strong> don<br />

Francisco Alvarez <strong>de</strong> Cepeda todo se reduce a<br />

pasatiempos <strong>de</strong> buena conversación, es lo cierto<br />

que un calorcillo interior le <strong>de</strong>be mostrar<br />

muy a las claras que se está preparando el incendio.<br />

Don Alonso ve aquello peligroso y, preocupado<br />

por el cambio <strong>de</strong> su hija, medita en la<br />

manera <strong>de</strong> acabar cuanto antes con lo que amenaza.<br />

Pero el asunto es más complicado <strong>de</strong> lo<br />

que parece. Un cambio <strong>de</strong> ciudad se prestaría<br />

a murmuraciones entre las gentes <strong>de</strong> A vila,<br />

©<strong>Biblioteca</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Colombia</strong><br />

Sen<strong>de</strong>ros<br />

amigas a veces <strong>de</strong> chismes y <strong>de</strong> enredos. Precisa,<br />

pues, aguardar a que el matrimonio <strong>de</strong><br />

la hermana mayor dé coyuntura para internar<br />

a la menor, quien queda entonces sola. Y, poco<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l enlace, Teresa entra, efectivamente,<br />

al Internado <strong>de</strong> Santa María <strong>de</strong> la Gracia.<br />

Se trata <strong>de</strong> un lúgubre caserín, mezcla rara<br />

<strong>de</strong> presidio y convento, en el que se educan,<br />

retiradas <strong>de</strong>l mundo y bajo la direcci6n <strong>de</strong><br />

austeras monjas agustinas, las j6venes más<br />

distinguidas y más bellas <strong>de</strong> A vila. El colegio<br />

aquel, naturalmente, atrae a un grupo <strong>de</strong> donceles<br />

que silban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores en<strong>de</strong>chas<br />

amorosas, sueltan carticas furtivas en manos<br />

<strong>de</strong> recomendadas complacientes, o, burlando la<br />

vigilancia <strong>de</strong> las monjas, cuchichean con sus<br />

damas por entre las ojadas <strong>de</strong> las tapias terrosas.<br />

Teresa, pues, queda entonces sometida a dos<br />

fuerzas cóntrarias que se la disputan: <strong>de</strong> un<br />

lado sus compañeras, anhelantes <strong>de</strong> libertad y<br />

<strong>de</strong> novio, <strong>de</strong> saraos y <strong>de</strong> fiestas; <strong>de</strong>l otro un<br />

grupo <strong>de</strong> agustinas, empapadas <strong>de</strong> piedad y<br />

amor divino, y cuyas únicas preocupaciones son<br />

el ayuno y la oraci6n. Es preciso confesar que<br />

para una doncella q'ue acaba <strong>de</strong> entrar en los<br />

diez y seis años, y en quien se junta, a<strong>de</strong>más,<br />

la educación religiosísima que recibi6 y el recuerdo<br />

<strong>de</strong>l primo y <strong>de</strong> otros galanes que la<br />

cortejaban y todavía rondan el colegio por verla.<br />

aquello <strong>de</strong>bió ser un revulsivo po<strong>de</strong>roso que<br />

le sacudió hasta las fibras más hondas y que<br />

llevó a su corazón una inquietud obnubilante.<br />

.. La primera, la segunda semana Teresa<br />

nada come y poco duerme, habla apenas lo indispensable,<br />

y, sentada en un pretil o paseándose<br />

por los fríos corredores, dobla la frente<br />

al peso <strong>de</strong> pensamientos encontrados.<br />

Poco a poco, sin embargo, se va acostumbrando<br />

al nuevo régimen <strong>de</strong> vida. Su ingénita<br />

alegría es más potente, por el momento, que<br />

la tristeza advenediza. La charla <strong>de</strong> las monjas<br />

comienza a hacérsele agradable y provechosa.<br />

Ríe, corre, juega, y no tarda en hacerse al cariño<br />

y a ]a confianza <strong>de</strong> sus directoras. .. Una<br />

monjita, especialmente, le parece simpática en<br />

extremo. María Briceño se llamaba en el mundo.<br />

Fue bella, tuvo novio, ciñó trajes <strong>de</strong> brocado,<br />

pero ni la belleza, ni el amor, ni el lujo,<br />

209

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!