Cuadernos Templarios Nº 16 - Marzo 2013
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Varios estudiosos, entre ellos la autora italiana Simonetta Cerrini basaron sus estudios en textos<br />
templarios, esencialmente las diversas versiones de sus famosas Reglas, originadas en la visión de<br />
San Bernardo de Clairvaux y algunos documentos recientemente descubiertos cuyo origen se<br />
atribuye al primer Maestre Hugues de Payen.<br />
El estudio de estos textos permitió afirmar rotundamente que los <strong>Templarios</strong> fueron activos<br />
protagonistas en el ámbito de la historia de la espiritualidad y de la cultura del Siglo XII, y que, sin<br />
duda, con un rol revolucionario se introdujeron en la historia de las relaciones entre lo sagrado y lo<br />
profano, entre los clérigos y los laicos.<br />
La primordial premisa que plantea el primer Gran Maestre de la Orden, Hugues de Payen es la<br />
fundación de una sociedad diferente<br />
para la época; una sociedad en la cual sus participantes pudieran acceder a lo sagrado sin separarse<br />
del mundo, como hasta ese momento lo hacían los clérigos, y más novedoso aún, sin abandonar su<br />
condición de laicos y de guerreros!!!.<br />
La primera consecuencia inmediata es que las escrituras y la cultura religiosa comienzan a leerse e<br />
interpretarse en lengua vulgar, se inicia el conocimiento de los fundamentos de otras religiones.<br />
De esta manera los <strong>Templarios</strong> aceptan e impulsan la manera de vivir en su propia carne la<br />
aparente contradicción entre el poder y la cruz, sin delegar una u otra en nadie, son pioneros en<br />
emplear fuertes energías, expectativas y sin duda grandes esperanzas en la conjunción de lo<br />
espiritual con lo físico, y en ello forma simultánea.<br />
Esta propuesta no aceptaba, la separación de los laicos en el manejo de lo sagrado, al contrario<br />
estimulaba lo opuesto. Tampoco veía con buenos ojos el alejamiento de los clérigos, o “sagrados” de<br />
las responsabilidades que la vida cotidiana obligaba, reservándose sólo para ellos el camino de la<br />
santidad o salvación.<br />
Realmente creo que el planteamiento impulsado por los <strong>Templarios</strong> hace mil años posee una<br />
asombrosa actualidad en nuestro siglo XXI; gracias a ellos en toda su vida “oficial” la humanidad y<br />
especialmente la civilización occidental y cristiana redescubrió lo sagrado sin miedo a perder su<br />
identidad laica.<br />
Los <strong>Templarios</strong> impulsaron una sociedad en la cual los laicos gozaban de autonomía en cuanto a lo<br />
espiritual, y la aplicaban esencialmente a la clase media: oratores y bellatores.<br />
La revolución de los <strong>Templarios</strong>, pacífica si se quiere, consistió en limitar el monopolio de la función<br />
que cumplía el clero en la sociedad, como único vehículo hacia lo sagrado, y extender esa función a<br />
todos los ámbitos y así constituir una sociedad religiosa, espiritualmente instruida, pero no clerical.<br />
Esto abrió las puertas a un incipiente ecumenismo, al diálogo interreligioso, permitió llegar a un<br />
plano de igualdad entre hombres y mujeres de la época, sobre todo desde el punto de vista de la<br />
religión y de la espiritualidad.<br />
<strong>Cuadernos</strong> <strong>Templarios</strong>. Número <strong>16</strong>, <strong>Marzo</strong> de <strong>2013</strong> Página 27