Raima 2 - Ajuntament de Gelida

Andreu Guiu i Puyol
en primer lloc la protesta formulada per la fàbrica de Lluís Guarro Casas contra
la quantitat que s’havia atribuït a la seva empresa per concepte de l’arbitri
sobre “utilidats”. Argumentant que aquest impost, que l’any anterior era de
1.450 pessetes, havia pujat fins a 3.000 l’any 1942, el director de l’empresa,
en nom del propietari, considerava que “es evidente ha sido fijado un aumento
tan extraordinario, que en los momentos actuales de verdadero sacrificio por
causa de las restricciones de todos órdenes que afectan a la producción, no
puedo aceptar” (36).
Alguns anys després serà l’empresa del Funicular la que es queixava.
Francesc Rosell Rosell, president del consell d’administració de la societat, va
protestar per la quantitat que havia de tributar en concepte de “arbitrio sobre
motores”. Es tracta d’una instància presentada a l’Ajuntament el març de 1945,
prou interessant per a transcriure-la en quasi la seva totalitat:
“Funicular de Gelida S. A. fue fundada en el año de 1920 por un grupo de
gelidenses y veraneantes recogiendo el anhelo unánime de la población, para
construir y explotar un funicular que enlazase de una manera cómoda y rápida el
pueblo de Gelida con la estación de ferrocarril y con las fábricas de papel en las
que encuentran ocupación buena parte de los habitantes de este pueblo. Al facilitar
estas comunicaciones se ha logrado una mayor afluencia de veraneantes y
una mayor comodidad para los habitantes del mismo que tienen que desplazarse
diariamente en razón de su trabajo, con el consiguiente crecimiento del pueblo,
y aumento de la recaudación que por diversos arbitrios percibe ese Ayuntamiento.
Piénsese sino, lo que seria si dejase de funcionar el Funicular.
A pesar del indudable interés local que todo ello representa y de que el resultado
obtenido en la explotación ha sido tan poco remunerador que desde su
fundación no ha permitido repartir ningún dividendo a las acciones ni satisfacer
cantidad alguna apreciable a sus Consejeros, o sea que las personas que aportaron
su esfuerzo al mejoramiento de Gelida con la construcción del Funicular
no han percibido en recompensa de ello ni tan solo el interés legal del capital
invertido, viéndose obligado el Consejo por efectos del grave quebranto sufrido
durante la dominación marxista a dejar en suspenso durante determinado tiempo
su servicio financiero, ha desenvuelto siempre sus actividades esta empresa
sin recibir ayuda alguna financiera, ni de otra clase de ese Ayuntamiento, que
por representar el interés colectivo de la población, le corresponde velar por la
conservación de los servicios públicos que a ella afectan y que mejoren sus condiciones
de vida y sus ingresos.
Atendiendo a todo lo expuesto, ha causado la mayor sorpresa a este Consejo,
la lectura de la nota aludida que impone un arbitrio municipal al funcionamiento
de este funicular, que no reporta ningún beneficio a sus propietarios, si no a
la población de Gelida [...] Por todo ello a V. S. suplica se digne exceptuar a este
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