Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Domingo, 5 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2006 / <strong>La</strong> <strong>Opinión</strong> - El Correo<br />
●<br />
Viene <strong>de</strong> la pág. anterior ➤<br />
Tenemos la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la violencia<br />
patrón está en manos <strong>de</strong>l sexo<br />
masculino. Y según se recoge en la<br />
“Neurobiología <strong>de</strong> la agresividad humana” no es<br />
cierto.<br />
-Los estudios más recientes <strong>de</strong>muestran que<br />
hay más conducta agresiva o que hay más violencia<br />
en la mujer que en el varón. Lo que ocurre<br />
es que en el hombre es más dura, es más torpe,<br />
es más burda, es más exagerada. <strong>La</strong> <strong>de</strong> ella es<br />
más eficaz. No hay sexo no violento; es condición<br />
humana, no <strong>de</strong> sexo.<br />
-¿Cómo se muestra la agresividad femenina?<br />
-Con la sutileza propia <strong>de</strong> la mujer. Sabe herir,<br />
menospreciar, ningunear. Esa violencia si<br />
a<strong>de</strong>más se ejerce <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> otros, es mucho más<br />
eficaz. En <strong>de</strong>finitiva, la tasa <strong>de</strong> agresividad en<br />
mujeres es igual o superior al hombre, sólo cambia<br />
la forma <strong>de</strong> expresión.<br />
-¿Y sigue en pie aquella teoría <strong>de</strong>l cromosoma<br />
culpable, la trisomía en el par sexual?<br />
-No. Porque ya digo que los últimos estudios<br />
<strong>de</strong>muestran que no hay condicionamiento genético<br />
en la violencia. Todos tenemos un componente<br />
violento. Salvo algunos enfermos concretos,<br />
no hay <strong>de</strong>terminismo exterior para el comportamiento<br />
agresivo. No hay predisposición genética,<br />
en una palabra. Es posible que haya ten<strong>de</strong>ncia<br />
a no controlar los impulsos y entonces la<br />
agresividad que tenemos se pueda mostrar en algunas<br />
ocasiones <strong>de</strong> manera más brutal. Y lo que<br />
es absolutamente falso es esa i<strong>de</strong>a que tenemos<br />
<strong>de</strong> que toda forma <strong>de</strong> agresión grave implica un<br />
trastorno psiquiátrico. Como lo es eso <strong>de</strong> que la<br />
mayoría <strong>de</strong> enfermos mentales son potencialmente<br />
violentos. Podríamos <strong>de</strong>cir claramente<br />
que los enfermos mentales son menos violentos<br />
que las personas consi<strong>de</strong>radas normales, salvo<br />
algunos casos excepcionales. Creo que lo que el<br />
gran público <strong>de</strong>be tener claro es que la violencia<br />
<strong>de</strong> esos casos pertenece a la enfermedad no al<br />
sujeto; <strong>de</strong> manera que si es tratado como <strong>de</strong>be,<br />
No es una conducta aprendida, es un<br />
instinto que <strong>de</strong>bemos apren<strong>de</strong>r a<br />
controlar<br />
López-Ibor: «Es como la sexualidad:<br />
permite la perpetuación <strong>de</strong> la especie,<br />
pero hay que saber manejarla»<br />
«Ellas son más violentas; pero ellos<br />
más radicales, más duros»<br />
esa violencia <strong>de</strong>saparece; <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser violento<br />
cuando <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser presa <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
Educación como<br />
tratamiento<br />
-¿Y qué po<strong>de</strong>mos hacer ante un mundo tan<br />
violento como el <strong>de</strong> hoy? <strong>La</strong> propia Organización<br />
Mundial <strong>de</strong> la Salud consi<strong>de</strong>ra la violencia<br />
como un grave problema <strong>de</strong> salud pública. ¿Se<br />
pue<strong>de</strong> tratar?<br />
-No. Parta <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> que la consi<strong>de</strong>ramos<br />
como un instinto. Por tanto no se trata. Lo<br />
que <strong>de</strong>bemos hacer es apren<strong>de</strong>r a manejarla, a<br />
controlarla, a encauzarla hacia lo que a nosotros<br />
nos interesa. Sólo la educación y la asunción<br />
<strong>de</strong> las características propias <strong>de</strong> nuestra<br />
naturaleza pue<strong>de</strong>n evitar esa violencia gratuita.<br />
Y educar en el seno <strong>de</strong> la familia que es en <strong>de</strong>finitiva<br />
en don<strong>de</strong> se adquieren los patrones <strong>de</strong><br />
conducta. Y es curioso que nosotros tenemos<br />
un comportamiento ambivalente. Por ejemplo<br />
tenemos dos tipos <strong>de</strong> vertientes: una, solidaria,<br />
por la que acudimos en apoyo y en ayuda <strong>de</strong> todo<br />
aquello que asumimos como perteneciente a<br />
nuestro grupo. Y a la vez, tenemos el comportamiento<br />
contrario, el agresivo que se dirige<br />
contra aquello que nos parece ajeno al grupo.<br />
Lo vemos en la globalización, en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que<br />
todos somos iguales, que el mundo es abierto y<br />
para todos. Y cuando se llega, digamos i<strong>de</strong>almente<br />
a esa al<strong>de</strong>a global, surgen los particularismos<br />
<strong>de</strong> todo tipo. No vamos a hablar <strong>de</strong> etnias,<br />
o <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ologías. Basta la pertenencia a un<br />
<strong>de</strong>terminado grupo, a un <strong>de</strong>terminado equipo,<br />
para que la violencia sobre el ajeno se <strong>de</strong>sate.<br />
-Dicen que el objetivo <strong>de</strong> la eliminación<br />
completa <strong>de</strong> la agresividad en las socieda<strong>de</strong>s<br />
humanas es inalcanzable e inconveniente. ¿Por<br />
qué?<br />
-Por su propia esencia. No podríamos eliminar<br />
la agresividad porque es inherente al ser humano.<br />
Y tampoco sería conveniente, porque insisto<br />
en el paralelismo con el sexo o el instinto<br />
sexual. Si no tuviéramos violencia o agresividad<br />
estaríamos permanentemente amenazados por<br />
otras especies y por otros individuos.<br />
<strong>La</strong>s hormonas tienen una gran influencia en<br />
la agresividad. De hecho se ha comprobado cómo<br />
la administración <strong>de</strong> antiandrogénicos hace<br />
disminuir la agresividad, tanto en hombres como<br />
en mujeres.<br />
-¿Y es cierto, profesor, que la mujer pue<strong>de</strong><br />
dominical / XXIII<br />
SANIDAD<br />
ser más violenta durante la menstruación y que<br />
incluso se ha tenido en cuenta como atenuante?<br />
-Sí. Es el llamado síndrome <strong>de</strong> tensión premenstrual<br />
que tiene, lógicamente un componente<br />
hormonal <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n. Ellas lo saben<br />
y muchos maridos también. Eso es perfectamente<br />
tratable. Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no se pue<strong>de</strong> generalizar.<br />
No toda mujer tiene ese síndrome y la<br />
mayoría pasan esas fechas con una absoluta<br />
normalidad.<br />
-¿Los niveles altos <strong>de</strong> testosterona aumentan<br />
la agresividad?<br />
-<strong>La</strong> testosterona es una hormona necesaria<br />
para el comportamiento agresivo. Y hay ejemplos<br />
muy interesantes, como la violencia o la<br />
agresividad que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un pacífico<br />
atleta que toma andrógenos para su <strong>de</strong>sarrollo<br />
muscular. Ahí se dan casos <strong>de</strong> mucha violencia.<br />
Gente pacífica que <strong>de</strong> pronto tiene una reacción<br />
insospechada, airada, violentísima: por algo nimio<br />
son capaces <strong>de</strong> una violencia enorme.<br />
-¿Es posible que tenga alguna relación con<br />
el boxeo?<br />
-Quizá; pero pienso que la agresividad <strong>de</strong>l<br />
boxeador <strong>de</strong>saparece cuando suena el gong.<br />
Quizá surja <strong>de</strong>spués, cuando <strong>de</strong>jan el <strong>de</strong>porte...<br />
…Y las drogas<br />
-Muchas drogas <strong>de</strong> abuso fomentan la violencia,<br />
como el alcohol. ¿Cuales más?<br />
-El alcohol, sin duda está <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> muchos<br />
actos violentos. En la mayoría <strong>de</strong> los casos <strong>de</strong><br />
violencia <strong>de</strong> género aparece el alcohol. Pero es<br />
que por ejemplo, sabemos ahora que el cannabis<br />
pue<strong>de</strong> influir mucho más <strong>de</strong> lo que se pensaba.<br />
Y se sabe también que la coca, o las anfetaminas<br />
y sus <strong>de</strong>rivados, crean conductas violentas. De<br />
hecho, en muchos casos se producen actos violentísimos<br />
en gente que nunca sería agresiva <strong>de</strong><br />
no haber consumido esas sustancias. Así que esa<br />
<strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> uso lúdico y recreacional es<br />
una falacia. Pue<strong>de</strong>n producir una violencia inusual,<br />
como por <strong>de</strong>sgracia se pue<strong>de</strong> comprobar<br />
muchos fines <strong>de</strong> semana.<br />
//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////