Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
II / dominical <strong>La</strong> <strong>Opinión</strong> - El Correo / Domingo, 5 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2006<br />
UN CENTRO DE ESTUDIO<br />
PARA LABRARSE UN FUTURO<br />
Los jóvenes <strong>de</strong>l barrio cuentan con un local<br />
adyacente al templo <strong>de</strong> la zona en el que<br />
reciben apoyo escolar y formativo.<br />
●<br />
Más que orgullosos están los 779<br />
habitantes <strong>de</strong> Alviar (Alberca-<strong>La</strong> Villarina-Alto<br />
Arenales) <strong>de</strong> residir en la barriada<br />
que el estudio sociológico coordinado<br />
por José Manuel <strong>de</strong>l Barrio les<br />
sitúa a la cola <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo. Sin embargo,<br />
mientras que unos reconocen<br />
que «a Alviar le queda mucho por <strong>de</strong>lante<br />
para alcanzar en <strong>de</strong>sarrollo a la<br />
zona centro», como opinan algunos vecinos,<br />
hay quienes aseguran que «ni<br />
mucho menos somos los últimos <strong>de</strong> los<br />
últimos como tratan <strong>de</strong> hacernos creer<br />
porque vivimos con las mismas comodida<strong>de</strong>s<br />
que cualquier otro zamorano<br />
<strong>de</strong>l centro», indican. Y es que, si en <strong>Zamora</strong><br />
existen importantes <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />
económicas y sociales que este estudio<br />
socio<strong>de</strong>mográfico ha revelado, lo<br />
cierto es que estas mismas disparida<strong>de</strong>s<br />
son más que evi<strong>de</strong>ntes en el seno <strong>de</strong>l<br />
mismo barrio, entre vecinos separados<br />
por no más que un par <strong>de</strong> manzanas. Y<br />
es que hay confrontación <strong>de</strong> opiniones<br />
a la hora <strong>de</strong> "evaluar" la situación <strong>de</strong>l<br />
barrio <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l conglomerado <strong>de</strong> la<br />
capital: quienes no aceptan que Alviar<br />
«siempre sea el último para todo» y<br />
quienes, por el contrario, asumen que<br />
«nuestro <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>ja mucho que <strong>de</strong>sear<br />
porque sí existe pobreza y necesidad».<br />
Entre este último grupo <strong>de</strong>staca<br />
el matrimonio formado por Felipe y<br />
Maruja Fernán<strong>de</strong>z. Hay quienes les<br />
consi<strong>de</strong>ran como «el arquetipo <strong>de</strong> familia<br />
en Alviar que cumple el perfil<br />
más representativo <strong>de</strong> cómo vive aquí<br />
la gente», indica uno <strong>de</strong> los conocedores<br />
<strong>de</strong>l barrio. Reconocen la existencia<br />
<strong>de</strong> droga en las calles, cierto nivel <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>lincuencia y hasta «necesida<strong>de</strong>s económicas<br />
para sacar la familia a<strong>de</strong>lan-<br />
MAS QUE FAMILIA NUMEROSA:<br />
ONCE HERMANOS<br />
Iván y Cristina<br />
Fernán<strong>de</strong>z, <strong>de</strong> 9<br />
y 12 años, son<br />
dos <strong>de</strong> los once<br />
hermanos que<br />
componen una<br />
<strong>de</strong> las familias <strong>de</strong><br />
Alviar. Ella aspira<br />
a ser peluquera<br />
el día <strong>de</strong> mañana<br />
y él tiene claro<br />
que «seré cura<br />
cuando Don<br />
Paco (sacerdote<br />
en la actualidad)<br />
se jubile»,<br />
asegura.<br />
¿LOS ULTIMOS DE LOS ULTIMOS EN DESARROLLO? DIVISION DE OPINIONES. EL BARRIO DE ALVIAR<br />
APARECE COMO EL PRIMERO —PERO POR LA COLA— DE UN ESTUDIO SOCIODEMOGRAFICO QUE LE<br />
OTORGA EL ULTIMO PUESTO EN LA RELACION DE BARRIOS QUE PUEBLAN LA CAPITAL. SIN EMBAR-<br />
GO, EN EL SENO DE ESE CONTEXTO SE RESPIRA, ASUVEZ, CALIDADES DE VIDA MUY DISTANTES EN-<br />
TRE SI A PESAR DE LA ESCASA SUPERFICIE QUE LES SEPARA. SE TRATA DE LAS DOS CARAS YA NO<br />
SOLO DE LA CAPITAL, SINO DE SU MINIMA EXPRESION: UN BARRIO. MIENTRAS MEDIO CENTENAR DE<br />
FAMILIAS REQUIEREN DONACION DE ROPA Y ALIMENTOS A DIARIO, OTRAS VIVEN EN LA HOLGURA<br />
ECONOMICA QUE DEJAN VER SUS RESIDENCIAS . Y AMBAS SON ALVIAR.<br />
LAS DOS CARAS<br />
<strong>de</strong> un mismo polo: Alviar<br />
TEXTO: TANIA SUTIL / FOTOS: LETICIA IGLESIAS<br />
te». El cura <strong>de</strong>l área, Francisco Díez,<br />
subraya que «hay ocasiones en las que<br />
tenemos que repartir alimentos casi a<br />
diario y también ropa», narra. No obstante,<br />
este matrimonio se consi<strong>de</strong>ra<br />
agraciado ya que «nosotros hemos tenido<br />
siempre trabajo en el campo y nuestros<br />
hijos se han in<strong>de</strong>pendizado poco a<br />
poco hasta tener cierta soltura». Pero lo<br />
que sí tienen más que claro ambos es<br />
«el final <strong>de</strong> nuestros días está en Alviar»,<br />
coinci<strong>de</strong>n los dos.<br />
Cincuenta<br />
familias<br />
reciben ropa y<br />
alimentos cada<br />
día para po<strong>de</strong>r<br />
subsistir<br />
Pocos barrios acogen en una extensión<br />
tan limitada tantas activida<strong>de</strong>s paralelas.<br />
A<strong>de</strong>ntrarse en la iglesia <strong>de</strong> la<br />
zona —datada en 1972 y que ha pasado<br />
por dos remo<strong>de</strong>laciones tras <strong>de</strong>jar<br />
<strong>de</strong> ser la escuela <strong>de</strong>l barrio— es hacerlo,<br />
a su vez, en una especie <strong>de</strong> guar<strong>de</strong>ría<br />
subvencionada por la gerencia <strong>de</strong><br />
Servicios Sociales, don<strong>de</strong> pasan cada<br />
mañana una docena <strong>de</strong> niños. Y es<br />
que, mas que una parte <strong>de</strong> la capital<br />
zamorana, Alviar recuerda en ocasiones<br />
a una especie <strong>de</strong> campamento <strong>de</strong><br />
verano con activida<strong>de</strong>s constantes que<br />
tratan <strong>de</strong> formar, entretener y, sobre todo,<br />
ahuyentar a los más jóvenes <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s<br />
que les tocan muy cerca —en<br />
el barrio <strong>de</strong> <strong>La</strong>s Llamas— como son<br />
las drogas o incluso la <strong>de</strong>lincuencia.<br />
De cara a ello, un grupo <strong>de</strong> chavales <strong>de</strong><br />
entre 16 y 21 años llevan a cabo un<br />
curso <strong>de</strong> garantía social para formarse<br />
como futuros ayudantes <strong>de</strong> bar-restaurante.<br />
Los diez chicos que participan<br />
en este programa subvencionado con<br />
fondos europeos concluyen el curso<br />
con el titulo en la mano, listos para<br />
empren<strong>de</strong>r su futuro profesional. No<br />
falta el apoyo al estudio para evitar ese<br />
3,9% <strong>de</strong> analfabetismo en las mujeres<br />
(un 1% en el caso <strong>de</strong> los hombres)<br />
que, según el estudio, áun se mantiene<br />
en el barrio.<br />
A medida que se acce<strong>de</strong> en los locales<br />
parroquiales es fácil toparse con un<br />
ir y venir constante <strong>de</strong> personas, como<br />
es el caso <strong>de</strong> once mujeres que integran<br />
una actividad <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s sociales<br />
don<strong>de</strong>, a través <strong>de</strong> dinámicas <strong>de</strong><br />
grupo, reciben charlas <strong>de</strong> autoconocimiento<br />
gracias a una pequeña subvencióin<br />
que la sección <strong>de</strong> las Damas <strong>de</strong> la<br />
Soledad dio en su día. <strong>La</strong> pocas o muchas<br />
activida<strong>de</strong>s sociales que disponen<br />
en el barrio se lo <strong>de</strong>ben a la acción solidaria<br />
<strong>de</strong> particulares, los Ceas, la<br />
Asociación <strong>de</strong> Vecinos o entida<strong>de</strong>s,<br />
privadas, caso este último <strong>de</strong> Caja España<br />
que, a través <strong>de</strong> la cesión <strong>de</strong> varios<br />
or<strong>de</strong>nadores, ha hecho posible que<br />
se puedan dar clases <strong>de</strong> informática a<br />
los más jóvenes. En <strong>de</strong>finitiva, un día a<br />
día vital y dinámico que, con optimismo<br />
y, sobre todo, con visión <strong>de</strong> futuro,<br />
tratan <strong>de</strong> sacar a Alviar <strong>de</strong> un estancamiento<br />
que, con el paso <strong>de</strong> los años,<br />
trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>spegar.<br />
ADOLESCENTES DE HOY,<br />
CAMAREROS DEL MAÑANA<br />
Una <strong>de</strong>cena <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> entre 16 y 21 años se<br />
forman en los locales <strong>de</strong>l barrio como ayudantes<br />
<strong>de</strong> bar gracias a una subvención europea.<br />
Pasa a la pág. IV ➤<br />
Domingo, 5 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2006 / <strong>La</strong> <strong>Opinión</strong> - El Correo<br />
HABILIDADES SOCIALES<br />
PARA ELLAS<br />
Once mujeres asisten cada semana a las<br />
clases <strong>de</strong> “habilida<strong>de</strong>s sociales” con las que<br />
reflexionan sobre sí mismas y la sociedad.<br />
El matrimonio <strong>de</strong> Alviar, en su cocina «humil<strong>de</strong> pero apañada» <strong>de</strong> una vivienda antigua y sin calefacción «pero confortable»<br />
F ELIPE Y M ARUJA F ERNANDEZ<br />
MATRIMONIO RESIDENTE EN ALVIAR<br />
«ME REGALAN<br />
el mejor piso <strong>de</strong>l<br />
centro y lo rechazo»<br />
●<br />
Llevan más <strong>de</strong> 45 años juntos pero todavía mantienen entre<br />
sí cierto tonteo adolescente que evi<strong>de</strong>ncia que, «a pesar <strong>de</strong> las<br />
penurias que hemos pasado», se consi<strong>de</strong>ran un matrimonio feliz.<br />
Tal vez sea ésa la clave que mantiene unidos a unos esposos<br />
que, cuando miran atrás, no ven más que horas <strong>de</strong> trabajo en el<br />
campo, bailes <strong>de</strong> números para ajustar cada mes su salario y recuerdos<br />
intactos <strong>de</strong> sus respectivas infancias en Losacio —en el caso <strong>de</strong> ella—,<br />
y en el barrio <strong>de</strong> San Lázaro —en el caso <strong>de</strong> él—. Sus cinco hijos, <strong>de</strong><br />
entre 26 y 44 años, les han dado muchas satisfacciones pero no pue<strong>de</strong>n<br />
pasar por alto episodios oscuros <strong>de</strong> su vida, entre ellos, «el haber tenido<br />
que ver cómo mi hijo caía en la droga con 22 años», lamenta Maruja<br />
Fernán<strong>de</strong>z, la matriarca <strong>de</strong> la familia, que ha cumplido ya 65 años.<br />
Reconoce que «en el barrio hay bastante droga y yo lo viví muy <strong>de</strong> cerca<br />
con mi hijo aunque, por suerte, ya se ha <strong>de</strong>svinculado <strong>de</strong> ese mundo<br />
gracias a Proyecto Hombre», agra<strong>de</strong>ce. Allí también permaneció du-<br />
rante años su marido, Felipe Fernán<strong>de</strong>z,<br />
pero no como paciente sino como voluntario.<br />
«Hay que echarle mucho coraje a<br />
la vida para enfren-<br />
tarse a un hijo que se<br />
convierte en otra persona<br />
por la droga, <strong>de</strong>jan<br />
<strong>de</strong> ser ellos mismos»,<br />
explica ella,<br />
quien reconoce que<br />
«la <strong>de</strong>lincuencia también<br />
se da por el barrio<br />
<strong>de</strong> vez en cuando,<br />
aunque tampoco<br />
<strong>de</strong> una manera muy<br />
alta», apunta, mientras<br />
explica que «han<br />
llegado a robar hasta<br />
en la guar<strong>de</strong>ría o en<br />
la iglesia, ya ves tú lo<br />
que van a encontrar<br />
allí, si no hay nada».<br />
<strong>La</strong> artrosis en sus<br />
piernas trae a Maruja<br />
«a la rastra» pero no lo suficiente como<br />
para pasear hasta la iglesia, sentarse en<br />
su puerta y disfrutar <strong>de</strong> los ligeros rayos<br />
que el sol se permite regalar en pleno<br />
mes <strong>de</strong> febrero. Para su marido, jubilado<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace años, su casa es el mejor palacio<br />
<strong>de</strong>l mundo, sobre todo, por el esfuerzo<br />
que levantarla supuso para ellos.<br />
Tanto es así que «a mí me dan el mejor<br />
piso en pleno centro <strong>de</strong> las Tres Cruces<br />
“DON PACO” PARA TODOS<br />
Francisco Díez<br />
es, según buena<br />
parte <strong>de</strong> los<br />
vecinos <strong>de</strong> Alviar,<br />
«el alma <strong>de</strong>l<br />
barrio». Ha<br />
levantado <strong>de</strong> la<br />
nada una<br />
coyuntura que va<br />
más allá <strong>de</strong> su<br />
labor evangélica:<br />
todo un <strong>de</strong>spliegue<br />
<strong>de</strong> servicios<br />
sociales que<br />
gran<strong>de</strong>s y<br />
pequeños le<br />
reconocen al<br />
sacerdote.<br />
«<strong>La</strong> droga es<br />
un problema<br />
<strong>de</strong>l barrio que<br />
nosotros<br />
vivimos muy<br />
<strong>de</strong> cerca con<br />
nuestro hijo<br />
que, por<br />
fortuna, ya<br />
salió <strong>de</strong> ese<br />
infierno»<br />
o <strong>de</strong> Santa Clara y no lo quiero, te lo<br />
aseguro», explica.<br />
Su casa está provista <strong>de</strong> agua corriente<br />
pero no <strong>de</strong> calefacción<br />
que «ni tengo ni quiero,<br />
que para eso preparo<br />
yo una buena lumbre»,<br />
asegura el hombre<br />
sin per<strong>de</strong>r ni un solo<br />
segundo un sentido<br />
<strong>de</strong>l humor frescachón<br />
e irónico. Tal vez sea<br />
ese punto socarrón y<br />
noble el que hace que<br />
su mujer le ría cada<br />
una <strong>de</strong> sus perlas humorísticas<br />
a pesar <strong>de</strong><br />
que «yo le rezungo<br />
mucho, sobre todo<br />
porque fuma un montón»,<br />
dice ella, mientras<br />
él susurra por lo<br />
“bajini” que «yo no le<br />
hago caso cuando se<br />
pone a protestar y sigo a lo mío como si<br />
nada», bromea él.<br />
Se trata <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las familias más representantivas<br />
<strong>de</strong>l perfil que integra un hogar<br />
en Alviar, en el caso <strong>de</strong> este matrimonio,<br />
con cinco hijos y cinco nietos. Reconocen<br />
haber pasado por «penurias, momentos<br />
hasta <strong>de</strong> hambre y duras etapas<br />
económicas que, gracias a Dios, hemos<br />
ido superando poco a poco», sopesan.<br />
dominical / III<br />
UNA VIVIENDA HUMILDE<br />
«PERO HONRADA»<br />
En la imagen, se observa cómo la familia <strong>de</strong><br />
Maruja Fernán<strong>de</strong>z pasa su tiempo libre en una<br />
casa antigua y sin calefacción, pero que «no<br />
cambiamos por el mejor piso en las Tres Cruces».<br />
CONVIVENCIA CON<br />
LA ETNIA GITANA<br />
El caso <strong>de</strong>l joven Aarón Jiménez<br />
—que recibió dos tiros<br />
el pasado 25 <strong>de</strong> enero en la capital<br />
y que se <strong>de</strong>bate entre la vida<br />
y la muerte en un hospital<br />
<strong>de</strong> Salamanca— ha tocado el<br />
corazón <strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> Alviar.<br />
«Ha afectado mucho al<br />
barrio porque es una familia<br />
muy querida en toda la zona»,<br />
asegura el párroco <strong>de</strong> <strong>La</strong> Natividad<br />
<strong>de</strong> Nuestra Señora, respaldado<br />
por un gran grupo <strong>de</strong><br />
vecinos. No obstante, aprecian<br />
que «se respira cierta inseguridad<br />
por temor a una posible<br />
venganza que traiga el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n<br />
al barrio», señalan. No es<br />
más que una sensación que nadie<br />
se atreve a <strong>de</strong>cir con claridad<br />
pero que todos <strong>de</strong>jan entrever.<br />
Una <strong>de</strong> las vecinas que vive<br />
puerta con puerta <strong>de</strong> la familia<br />
asegura que «es una familia<br />
muy buena que si le pi<strong>de</strong>s algo,<br />
tuyo es», apunta. Extien<strong>de</strong> esta<br />
buena relación con la familia<br />
Jiménez al resto <strong>de</strong> personas <strong>de</strong><br />
etnia gitana con quienes «nun-<br />
El polo más empobrecido<br />
<strong>de</strong> Alviar —que otra parte<br />
<strong>de</strong>l barrio niega que exista en<br />
realidad al <strong>de</strong>sechar la posibilidad<br />
<strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> una<br />
barriada pobre— reivindican<br />
una serie <strong>de</strong> mejoras para Alto<br />
Arenales, <strong>La</strong> Villarina y <strong>La</strong><br />
Alberca. Se trata <strong>de</strong> unas medidas<br />
que, <strong>de</strong> alcanzarse, alejarían<br />
a Alviar <strong>de</strong> ese último<br />
puesto en la lista <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> la provincia elaborado<br />
por la Universidad <strong>de</strong> Salamanca.<br />
Entre estas metidas,<br />
un amplio sector <strong>de</strong>l barrio<br />
reclama las siguientes:<br />
— Viviendas sociales: en<br />
el momento actual, existe<br />
únicamente un bloque <strong>de</strong> 24<br />
viviendas <strong>de</strong> este tipo, una<br />
veintena <strong>de</strong> ellas ocupada por<br />
familias gitanas y el resto,<br />
por payos. Algunos, incluso,<br />
van a parar al barrio, don<strong>de</strong><br />
viven en caravanas sin parar<br />
<strong>de</strong> viajar <strong>de</strong> un lado a otro.<br />
ca solemos tener problemas <strong>de</strong><br />
ningún tipo», afirman, «aunque<br />
lo habitual es que ellos vayan a<br />
lo suyo sin meterse con nadie»,<br />
corroboran.<br />
Mientras un sector <strong>de</strong>l barrio<br />
coinci<strong>de</strong> en calcular en torno<br />
a un 8% los habitantes <strong>de</strong><br />
Alviar <strong>de</strong> etnia gitana, otra sección<br />
<strong>de</strong> la misma barriada asegura<br />
que «no hay más que<br />
ocho o nueve familias», indican.<br />
Unos y otros comparten<br />
una opinión: «la gente tiene la<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que son más porque se<br />
hacen más <strong>de</strong> notar pero lo<br />
cierto es que la mayoría aquí<br />
somos payos, esto no es un barrio<br />
gitano», puntualizan.<br />
Caso <strong>de</strong> mención aparte es<br />
el <strong>de</strong> las Llamas, «que a ver si<br />
se consigue erradicar todo lo<br />
que hay por ahí porque es una<br />
pena», lamentan. Una zona —<br />
la <strong>de</strong> las Llamas— don<strong>de</strong> conviven<br />
ocho familias gitanas en<br />
casas sin agua corriente ni caliente,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> otras muchas<br />
necesida<strong>de</strong>s básicas.<br />
EL QUE NO<br />
LLORA...<br />
— Activida<strong>de</strong>s para la<br />
Tercera Edad: a pesar <strong>de</strong><br />
que el estudio revela que la<br />
población <strong>de</strong> Alviar ronda los<br />
41 años <strong>de</strong> media, los vecinos<br />
aseguran que «se trata <strong>de</strong> un<br />
barrio envejecido». En vistas<br />
a ello, son muchos los que<br />
opinan que «se <strong>de</strong>bería potenciar<br />
activida<strong>de</strong>s para la<br />
gente mayor y los jubilados».<br />
— El colegio <strong>La</strong> Villarina:<br />
luchan por un centro con<br />
«más vida», ya que en la actualidad<br />
sólo resi<strong>de</strong>n medio<br />
centenar <strong>de</strong> niños, mientras<br />
que hace alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> diez<br />
años este colegio contaba con<br />
más cien. En sus aulas, los<br />
niños reciben clases hasta<br />
sexto <strong>de</strong> Educación Primaria.<br />
— Limpieza: un sector<br />
<strong>de</strong>l vecindario exige «que los<br />
servicios <strong>de</strong> limpieza a<strong>de</strong>centen<br />
las calles con más<br />
profundidad y no sólo en las<br />
vías principales», <strong>de</strong>mandan.