la oscura quintería - Bibliotecas Públicas
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ECOLOGÍA<br />
DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 5 – JUNIO 2010<br />
REFLEXIÓN SOBRE EL PATRIMONIO Y LA CALIDAD<br />
MEDIOAMBIENTAL DE VILLARRUBIA<br />
36<br />
David García Urda<br />
Agradecimientos para nuestro paisano Concepción Sepúlveda Rodríguez, “Conce”, que ama y conoce<br />
como pocos, si no como nadie, <strong>la</strong>s maravil<strong>la</strong>s y secretos de nuestro más cercano Patrimonio Natural, y<br />
siempre se ofrece para compartirlo, de manera totalmente desinteresada y con una desbordante pasión,<br />
a todos los vil<strong>la</strong>rrubieros que nos interesamos por su descubrimiento y disfrute.<br />
Por fortuna, a diferencia de lo que ocurre con<br />
aproximadamente dos tercios de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción<br />
mundial, en Vil<strong>la</strong>rrubia vivimos dentro Mundo<br />
Desarrol<strong>la</strong>do. Eso quiere decir que, en mayor o<br />
menor medida, nosotros y nuestros vecinos y<br />
conciudadanos tenemos al alcance y a nuestra<br />
disposición los más desarrol<strong>la</strong>dos<br />
conocimientos científicos y avances técnicos<br />
que se puedan encontrar a nivel mundial. Ello<br />
nos ha conducido en Occidente a lo que<br />
entendemos como <strong>la</strong> “Sociedad del Bienestar”,<br />
que permite que, de forma muy generalizada, <strong>la</strong>s<br />
personas que en el<strong>la</strong> nos insertamos podamos<br />
disfrutar, desde <strong>la</strong> infancia hasta <strong>la</strong> vejez, de<br />
unas condiciones de vida bastante dignas,<br />
traducidas en poder tener un acceso a una<br />
educación y formación muy completas, a un<br />
sistema sanitario bastante aceptable o en<br />
disfrutar de unas buenas condiciones de trabajo<br />
o de vida en caso de vejez, invalidez,<br />
desempleo... En definitiva, esta “Sociedad del<br />
Bienestar” en <strong>la</strong> que nos hemos insta<strong>la</strong>do, y en<br />
<strong>la</strong> que el Estado juega un papel básico al ofrecer<br />
una gran cobertura social, nos ha llevado a un<br />
altísimo nivel de vida sin parangón en <strong>la</strong><br />
Historia de <strong>la</strong> Humanidad y de ello debemos ser<br />
bien conscientes. Pero estos países tan<br />
desarrol<strong>la</strong>dos y avanzados como el nuestro, en<br />
ese acertado afán por llevarnos y mantenernos<br />
en esta “Sociedad del Bienestar”, se han dado<br />
cuenta desde hace ya tiempo que garantizar<br />
entre sus conciudadanos <strong>la</strong> Educación, <strong>la</strong><br />
Sanidad, <strong>la</strong>s Pensiones, etc… no son suficientes<br />
si no es cubierta otra necesidad vital que ya es<br />
valorada de primerísima magnitud: el respeto y<br />
el derecho al disfrute del Medio Ambiente. Así<br />
pues, por mucho que se hayan conseguido<br />
aquellos otros objetivos, no habremos logrado<br />
un pleno bienestar social y una plena calidad de<br />
vida mientras nuestro Medio Ambiente se<br />
encuentre en unas condiciones alejadas de lo<br />
ideal y deseable y nos veamos privados de su<br />
disfrute.<br />
Esto es así por una sencil<strong>la</strong> y lógica razón:<br />
nosotros los seres humanos venimos de <strong>la</strong><br />
Naturaleza, somos parte de el<strong>la</strong> y,<br />
consecuentemente, sólo podemos vivir dentro<br />
de el<strong>la</strong>. Desde luego que, desde nuestra<br />
aparición, <strong>la</strong>s personas hemos ido progresando<br />
material y tecnológicamente para superar <strong>la</strong>s<br />
adversidades a <strong>la</strong>s que <strong>la</strong> propia Naturaleza nos<br />
ha sometido durante milenios y,<br />
afortunadamente y gracias a el<strong>la</strong>s, hemos<br />
conseguido sobrevivir al frío, al calor, a <strong>la</strong>s<br />
epidemias, a <strong>la</strong>s hambrunas o superar<br />
incontables obstáculos, todo un logro y de lo<br />
que nos podemos sentir orgullosos como seres<br />
humanos. Pero no confundamos el desarrollo y<br />
los avances materiales y tecnológicos con el<br />
verdadero progreso. Si bien es cierto que<br />
muchísimos de estos avances nos han permitido<br />
mejorar enormemente el bienestar de <strong>la</strong><br />
Humanidad, lo cierto es que en muchos casos<br />
han sido a costa de <strong>la</strong> propia Naturaleza y, en<br />
consecuencia, de nosotros mismos. Por poner<br />
sólo algunos ejemplos comunes a toda <strong>la</strong><br />
Humanidad a nivel global: hemos contaminado<br />
el aire, el agua o los alimentos que consumimos<br />
y ahora nos afectan enfermedades generadas por<br />
el<strong>la</strong>s como el cáncer; hemos abusado del agua y<br />
ahora, con nuestros ríos, arroyos y acuíferos<br />
secos, dependemos para nuestro abastecimiento<br />
de trasvases venidos de fuera cuya cantidad y<br />
calidad no estará nunca garantizada; nos hemos<br />
aferrado a un tipo de vida en el que hemos<br />
hecho imprescindible el uso de hidrocarburos<br />
para el transporte y otro tipo de actividades y<br />
debido a ello hemos llegado a provocar un<br />
auténtico cambio climático, cuyas nefastas<br />
consecuencias ya estamos padeciendo y lo peor<br />
–dicen los expertos- aún queda por llegar; donde<br />
antes había parajes llenos de vida y color que<br />
transmitían alegría y ganas de vivir, ahora no<br />
vemos más que moles de <strong>la</strong>drillo y hormigón o<br />
montones de basura y residuos que cambian<br />
drásticamente nuestro estado de ánimo.<br />
Entonces, ¿a eso lo podemos l<strong>la</strong>mar progreso?<br />
No se trata de echar por tierra los logros que <strong>la</strong><br />
Humanidad ha conseguido durante milenios y<br />
milenios y que indudablemente nos han<br />
mejorado <strong>la</strong>s condiciones de vida, simplemente<br />
se trata de aplicar todos estos conocimientos,