la oscura quintería - Bibliotecas Públicas
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electores, por ser contrario a los estatutos de <strong>la</strong><br />
Orden de Ca<strong>la</strong>trava, y dado el gran poder que<br />
ostentaban el marqués de Villena, su tío el<br />
Arzobispo de Toledo y Pedro Girón, evitó<br />
cualquier tipo de protesta sobre el<br />
nombramiento.<br />
Llega <strong>la</strong> noticia a <strong>la</strong> infanta.<br />
Tras el pacto de matrimonio realizado entre el<br />
rey castel<strong>la</strong>no y el maestre de Ca<strong>la</strong>trava, <strong>la</strong><br />
joven infanta, que contaba con quince años,<br />
sintió un golpe de indignación y terror cuando le<br />
llego <strong>la</strong> noticia. Pedro Girón era un hombre<br />
viejo (una disparidad de edades frecuente en <strong>la</strong><br />
época), un verdadero monstruo para cualquier<br />
muchacha, y aún más para una infanta, a quién<br />
tenía que repugnar el bajo origen del maestre al<br />
pertenecer a <strong>la</strong> nueva nobleza, además de <strong>la</strong><br />
licenciosa conducta del pretendiente; al saber de<br />
los hijos ilegítimos que tenía y lo que se decía<br />
de que el maestre había intentado atentar contra<br />
el honor de <strong>la</strong> reina viuda, su madre. La infanta<br />
estaba fuera de si, palidecía de cólera y de<br />
desesperación, esta vez no podía negarse al<br />
haber realizado el pacto su hermanastro sin su<br />
consentimiento deseoso de asegurar su posición.<br />
El currículum vitae de Pedro Girón era como<br />
para echarse a temb<strong>la</strong>r, se dirigía éste con su<br />
séquito, desde tierras de <strong>la</strong> Orden de Ca<strong>la</strong>trava,<br />
con el propósito de inclinar <strong>la</strong> voluntad de <strong>la</strong><br />
infanta. Isabel hizo lo que sus maestros<br />
espirituales le habían enseñado; ponerse de<br />
rodil<strong>la</strong>s y pedir a Dios que le sacara de ese<br />
trance. Según cronistas de <strong>la</strong> época, su dama,<br />
Beatriz de Bobadil<strong>la</strong>, incapaz de seguir viendo<br />
sufrir a Isabel cogió un cuchillo para atentar<br />
contra <strong>la</strong> vida del maestre antes de que se<br />
esposara con su señora.<br />
Muerte del maestre de Ca<strong>la</strong>trava.<br />
Algo parecía irremediable, cuando en aquel<strong>la</strong><br />
primavera de 1466 Pedro Girón dejó Almagro<br />
con un imponente séquito y sus pendones<br />
desplegados, preparado ya para <strong>la</strong> esperada boda<br />
regia como un acontecimiento inmediato, bien<br />
provisto de regalos, brocados y joyas para<br />
obsequiar a <strong>la</strong> infanta, con un lucido<br />
acompañamiento de magnates, caballeros,<br />
<strong>la</strong>cayos y servidores. Al final de <strong>la</strong> primera<br />
jornada, estando impaciente y muy contento de<br />
alcanzar poderes y grandezas, al entrar con su<br />
séquito en Vil<strong>la</strong>rrubia de los Ojos para hacer<br />
acopio de fuerzas y descansar con el fin de<br />
proseguir camino al día siguiente hacia <strong>la</strong><br />
DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 5 – JUNIO 2010<br />
53<br />
residencia de Isabel, de pronto se sintió enfermo<br />
al llegar a <strong>la</strong> localidad. Los médicos<br />
diagnosticaron anginas, pero nada pudieron<br />
hacer para que el mal cediera. Durante toda <strong>la</strong><br />
noche pareció como que una mano invisible<br />
fuera estrangu<strong>la</strong>ndo por momentos al enfermo.<br />
Cuando por fin se entero de que su mal no tenía<br />
remedio y le preguntaron si quería un sacerdote,<br />
se apoderó de él una salvaje desesperación. Al<br />
tercer día, este turbulento personaje murió sin<br />
arrepentimiento, “b<strong>la</strong>sfemando desesperado y<br />
acusando a Dios porque a una vida de cuarenta<br />
y tres años no añadía cuarenta días más para<br />
alcanzar <strong>la</strong> grandeza que iba a recibir”. El 2 de<br />
mayo de 1466, el soberbio maestre falleció en <strong>la</strong><br />
casa del comendador ca<strong>la</strong>travo de esta vil<strong>la</strong>, que<br />
estaba situada en lo que actualmente es <strong>la</strong><br />
Glorieta del Pato. Pedro Girón se fue de este<br />
mundo comido por su propia ambición lejos de<br />
<strong>la</strong> gloria humana y divina prometida, creyendo<br />
que con su muerte se frustraba el deseo de<br />
convertirse en uno de los personajes más<br />
poderosos del reino, ya que si se hubiese<br />
producido este en<strong>la</strong>ce su linaje hubiera<br />
emparentado con <strong>la</strong> familia real. Con cal<strong>la</strong>da<br />
previsión, Pedro Girón hizo testamento, y todos<br />
sus bienes y títulos pasaron a manos de sus hijos<br />
bastardos. La infanta Isabel recibió <strong>la</strong> noticia de<br />
<strong>la</strong> muerte del maestre con lágrimas de alegría y<br />
gratitud, viendo ante sí el cielo abierto para<br />
crear su propio destino.<br />
Capil<strong>la</strong> del maestre Pedro Girón en <strong>la</strong> iglesia del<br />
sacroconvento de Ca<strong>la</strong>trava La Nueva.<br />
Se especuló con el envenenamiento (recurso<br />
nada raro en <strong>la</strong> época), pero nunca se sabrá,<br />
quizás fuera ordenado por sus enemigos entre<br />
los Grandes de Castil<strong>la</strong>, por miembros del<br />
partido aragonés o incluso por el mismo<br />
monarca de Aragón, para evitar así el<br />
matrimonio con <strong>la</strong> infanta. En Vil<strong>la</strong>rrubia de los<br />
Ojos el destino fue aliado y salvador de <strong>la</strong><br />
infanta Isabel, en el futuro reina de Castil<strong>la</strong> y<br />
uno de los personajes más fascinantes de <strong>la</strong><br />
historia de España.