Gabinete de Arqueología / 1 - Cuba Arqueológica
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ARQUEOLOGÍA<br />
Des<strong>de</strong> los mismos inicios <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> las primeras<br />
edificaciones <strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> San Cristóbal <strong>de</strong> la Habana, ya se utilizaban<br />
los distintos materiales pétreos <strong>de</strong> las áreas próximas, preferentemente<br />
los que afloraban a ras <strong>de</strong>l suelo o formaban pequeñas elevaciones. En<br />
algunos casos se impuso la necesidad <strong>de</strong> cortar las rocas que formaban<br />
el subsuelo irregular, en otros se hizo imprescindible crear fundamentos<br />
sólidos para soportar las recias construcciones <strong>de</strong> la época; muchas<br />
veces fue necesario labrar la roca en las áreas en las que eran abundantes<br />
y accesibles, y transportarlas a los sitios escogidos. Con el traslado <strong>de</strong><br />
las rocas se incorporan a las construcciones variadas formas, colores y<br />
texturas <strong>de</strong>terminadas por el abundante y variado contenido orgánico<br />
fosilizado en ellas, que representan los vestigios <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong><br />
diferentes ambientes y eda<strong>de</strong>s geológicas.<br />
La «piedra jaimanitas» fue uno <strong>de</strong> los materiales más ampliamente<br />
usado en las construcciones coloniales. Ella está presente en las más<br />
notables construcciones militares y civiles que se construyeron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
siglo XVI: Los castillos <strong>de</strong> la Fuerza, San Carlos <strong>de</strong> la Cabaña, La Punta.<br />
El Templete, el Palacio <strong>de</strong> los Capitanes Generales, <strong>de</strong>l Segundo Cabo, el<br />
Seminario <strong>de</strong> San Carlos y el convento <strong>de</strong> San Francisco <strong>de</strong> Asís son<br />
ejemplos clásicos (Torres, E. y O. Poeyo 2001).<br />
Así, durante siglos, las rocas extraídas <strong>de</strong> las cercanías <strong>de</strong> la ciudad<br />
en crecimiento, propiciaron la acumulación <strong>de</strong> materiales contentivos<br />
<strong>de</strong> información paleontológica llegada hasta nuestros días.<br />
La popularmente llamada "piedra jaimanitas", representa diferentes<br />
varieda<strong>de</strong>s litológicas <strong>de</strong> composición carbonatada <strong>de</strong> origen marino.<br />
Estas litologías, para su estudio, han sido incluidas en la formación<br />
geológica «Jaimanitas» (Bro<strong>de</strong>rnman 1940). Esta formación constituye<br />
una unidad estratigráfica <strong>de</strong> amplia extensión a lo largo <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong><br />
costa cubana actual, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nivel cero, o línea <strong>de</strong> marea, hasta solo<br />
unos metros <strong>de</strong> altitud (Bro<strong>de</strong>rman y Rigassi 1992).<br />
La Formación Jaimanitas se origina por la acumulación en ambiente <strong>de</strong><br />
aguas marinas poco profundas, <strong>de</strong> los organismos arrecifales y sus <strong>de</strong>tritos,<br />
durante varios cientos <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> años, a lo largo <strong>de</strong>l Pleistoceno medio a<br />
tardío (entre 7 000 – 115 miles <strong>de</strong> años) (Albear e Iturral<strong>de</strong>-Vinent 1985).<br />
En las rocas y bloques aserrados en las canteras <strong>de</strong> Jaimanitas, y en<br />
las construcciones <strong>de</strong> la Habana Vieja, es posible distinguir varias<br />
especies <strong>de</strong> corales que nos recuerdan finos y caprichosos tejidos <strong>de</strong><br />
encajes. Entre las especies más comunes se encuentran los llamados<br />
corales cabezones, orejones y los ramosos o <strong>de</strong> cuernos: Diploria strigosa,<br />
Montastraea cavernosa, M. anularis, Acropora cervicornis, Isophyllia rogida,<br />
Colpophyllia natans, Eusmilia fastigata, Madracis <strong>de</strong>cactis, Meandrina meandrites,<br />
Agaricia humili (Albear e Iturral<strong>de</strong>-Vinent, 1985; Perera-Mintero y Rojas-<br />
Consuegra, 2005); algunos <strong>de</strong> los cuales viven hoy en los mares que<br />
ro<strong>de</strong>an nuestra isla (González-Ferrer 2004) Fig. 1.<br />
Entre los tonos grises <strong>de</strong> las calizas que conforman la «piedra<br />
jaimanitas» se <strong>de</strong>stacan por su color blanco las conchas «algunas<br />
verda<strong>de</strong>ramente gran<strong>de</strong>s» <strong>de</strong>l molusco gasterópodo Strombus gigas, el<br />
conocido Cobo. Otras especies <strong>de</strong> moluscos gasterópodos (caracoles) y<br />
110 / <strong>Gabinete</strong> <strong>de</strong> <strong>Arqueología</strong><br />
bivalvos (conchas) son también<br />
abundantes (fig. 2). Ocasionalmente<br />
pue<strong>de</strong>n verse restos <strong>de</strong><br />
crustáceos, escaramujos y gusanos<br />
marinos, entre otros.<br />
Esta diversidad <strong>de</strong> fósiles permite<br />
<strong>de</strong>ducir que los organismos a<br />
los cuales representan estos restos<br />
petrificados, habitaron en las aguas<br />
marinas cálidas y limpias que cubrían<br />
amplias áreas <strong>de</strong> nuestra isla,<br />
varios miles <strong>de</strong> años atrás (Fig. 3).<br />
Hoy los fondos <strong>de</strong> aquellos mares<br />
forman parte <strong>de</strong>l territorio cubano<br />
emergido como resultado <strong>de</strong> la<br />
combinación <strong>de</strong> movimientos geológicos<br />
y variaciones <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong>l<br />
mar, ocurridas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse<br />
producido la acumulación <strong>de</strong> los<br />
restos <strong>de</strong> la fauna marina que se<br />
revelan como los fósiles, y que<br />
adornan las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la ciudad<br />
(Iturral<strong>de</strong>-Vinent 2003; 2004).<br />
En las edificaciones <strong>de</strong> La Habana<br />
Vieja, concurren, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />
los ya mencionados, otros fósiles<br />
<strong>de</strong> épocas geológicas más remotas<br />
«menos abundantes, sí, pero que<br />
igual nos cuentan una historia». Por<br />
ejemplo, formando parte <strong>de</strong> la estructura<br />
<strong>de</strong>l conocido comercialmente<br />
como «Mármol Rosa», y que<br />
los geólogos i<strong>de</strong>ntifican como<br />
caliza marmorizada, proce<strong>de</strong>ntes<br />
Fig. 1. Textura <strong>de</strong> esqueleto coralino,<br />
<strong>de</strong>l género Montastrea, típico adorno<br />
en la «Piedra Jaimanita»