Gabinete de Arqueología / 1 - Cuba Arqueológica
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Convento <strong>de</strong> San Francisco, La Habana Vieja<br />
Fig. 5. Sitio Sardinero, Santiago <strong>de</strong> <strong>Cuba</strong><br />
Convento <strong>de</strong> San Francisco, La Habana Vieja<br />
Fig. 7. Sitio Sardinero, Santiago <strong>de</strong> <strong>Cuba</strong><br />
Obsérvese en los dos primeros<br />
casos, las semejanzas en las<br />
<strong>de</strong>coraciones incisas en el bor<strong>de</strong><br />
(Ver Figs. 5 y 6), y en el tercero, su<br />
parecido en cuanto a la forma,<br />
(Fig. 7).<br />
ARQUEOLOGÍA<br />
Vasija proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Convento <strong>de</strong> San Francisco <strong>de</strong> Asís, La Habana Vieja<br />
Fig. 6. Vasija proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l sitio subtaíno El Masío, Trinidad, Sancti Spíritus<br />
También encontramos algunas similitu<strong>de</strong>s en las formas <strong>de</strong> los bor<strong>de</strong>s,<br />
con artefactos reportados en distintas fuentes bibliográficas, referidos a sitios<br />
subtaínos (<strong>de</strong>nominación empleada por los autores consultados), y en<br />
general, a grupos <strong>de</strong>l tronco aruaco, Figs. 8 y 9.<br />
Es significativa la pervivencia <strong>de</strong> estas características, aun cuando,<br />
parte <strong>de</strong> estos tiestos fueron encontrados en contextos <strong>de</strong>l siglo XVIII,<br />
momento en que se daba por exterminada totalmente la presencia física<br />
aborigen en nuestra ciudad.<br />
Tipológicamente, se pue<strong>de</strong> clasificar esta cerámica como muy burda,<br />
hecha exclusivamente para ser utilizada en la cocción <strong>de</strong> los alimentos,<br />
<strong>de</strong> ahí el gran tamaño <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> las piezas encontradas. Presenta<br />
una buena selección <strong>de</strong> la materia prima empleada, <strong>de</strong> la arena como<br />
<strong>de</strong>sgrasante, elemento usado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la alfarería indígena cubana. No<br />
tiene una buena terminación, y en algunos casos se aprecian las huellas<br />
<strong>de</strong>l alisado o espatulado hacia el exterior <strong>de</strong> las vasijas. En el interior,<br />
pue<strong>de</strong>n observarse las ondulaciones <strong>de</strong>jadas por los rolletes o cor<strong>de</strong>les.<br />
Su fractura es irregular y posee poca dureza; por lo que se pue<strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>rar como una cerámica <strong>de</strong> baja calidad, al parecer, cocida en<br />
hornos abiertos a baja temperatura. Una <strong>de</strong> las características distintivas<br />
<strong>de</strong> esta alfarería, y que nos hace afirmar que fue cocida en hornos<br />
abiertos, es su color negro, el cual abarca toda la superficie <strong>de</strong> las piezas.<br />
Este es el resultado <strong>de</strong>l contacto directo con el fuego, y <strong>de</strong>l ambiente<br />
reductor imperante en su cocción, sin regulación <strong>de</strong>l calor en el momento<br />
<strong>de</strong> la cochura.<br />
Tomando en cuenta el concepto <strong>de</strong> transculturación que esboza<br />
Fernando Ortiz en El contrapunteo cubano..., y que acuña Bronislaw<br />
Malinowski en el prólogo <strong>de</strong> dicho libro, como un proceso en el cual casi<br />
<strong>Gabinete</strong> <strong>de</strong> <strong>Arqueología</strong> / 25