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JUAN EMAR UMBRAL - Memoria Chilena

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jListo?<br />

Bien.<br />

Ahora haced otro tanto con la imagen de Chinchilla ...<br />

jListo?<br />

Bien.<br />

Creedme:<br />

Estas dos mujeres no se repelieron. Simpatizaron. Que ello es inverosimil, que jamas<br />

hecho semejante ha sucedido, etc. Lo si. Per0 es la verdad: simpatizaron. Que la simpatia<br />

es entonces algo que no se rige por nada apreciable, que decir sensato ... Pensad, a1 respec-<br />

to, lo que os plazca. Yo prefiero pensar que siempre hay una causa, que siempre hay un<br />

motivo y hasta una l6gica.<br />

Chinchilla era toda sensibilidad ... De acuerdo.<br />

Chinchilla era toda temblor del eter ... De acuerdo.<br />

Chinchilla pudo vivir tras tres espejos ... De acuerdo.<br />

No sigamos. ?Para que?<br />

Mejor es que busquemos por otro lado la 16gica de esta simpatia.<br />

La 16gica estaba agazapada en el cerebro de Chinchilla. No olvidemos que, a partir de<br />

10s ultimos dias de su permanencia en el ropero, su cerebro empez6 a solidificarse y a<br />

elaborar ideas, digamos mejor, las primeras ideas. Este fenomeno, que a nosotros nos<br />

ocurre en la niriez, a ella le ocurri6 a 10s 30 arios. A nosotros no nos sorprende, nos es<br />

natural pues todo nuestro organismo est5 en la misma etapay hay, entonces, una armonia.<br />

A Chinchilla, por la discrepancia entre su cerebro y su organismo, este fen6meno la sor-<br />

prendi6, la encandil6, la fascin6 y ella, ante 61, qued6 en adoraci6n. Veamos claro: qued6<br />

en adoraci6n ante sus primeros pensamientos, 10s protegi6,los fortifico, 10s vener6 como<br />

d5divas del Altisimo. Yen estas circunstancias no les permiti6 moverse ni serpentear. Los<br />

quiso asi, estables, claros, absolutos, directos cual impactos.<br />

La otra, Rosalinda, era directa antes sus sentidos. La vista, principalmente, y el oido,<br />

luego, habian monopolizado y esclavizado a 10s dem5s.<br />

En esta vida en balazo, ambas coincidian. Diferentes eran las armas que disparaban y<br />

10s proyectiles que estallaban. Per0 eran balazos.<br />

iPobre Lorenzo!<br />

Lorenzo, a1 ver que el espejo central, en su Bbveda, se habia pulverizado, pens6 que<br />

el trato con las gentes y la verificaci6n de que las horas del dia y las estaciones del aiio<br />

variaban, harian desarrollarse debidamente el proceso cerebral de esa linda muchacha.<br />

Per0 ella intim6 con la llavera y -balazos van, balazos vienen- su mundo se estanc6, se hizo<br />

impenetrable y, por fin, se defendi6 de todo acercamiento y hasta atac6. Hechos, todos<br />

istos, que recibian el apoyo -indirecto, claro est& de la vieja e inocente complice.<br />

jPobre Lorenzo!<br />

Yo estuve presente aquella noche de la cena de 10s pescados. Fue una hermosa noche<br />

tibia, sin viento mas con brisa, con y sin estrellas, una noche en que muchos amigog y<br />

amigas nos reunimos en La Cantera y comimos, las manos en las manos, 10s ojos en 109<br />

ojos, 10s labios en 10s labios ... comimos pescados de todo el mar y todos 10s rios.<br />

Lorenzo, en un principio, estaba inquieto.<br />

(Rosalinda sirvi6 percas) .<br />

Luego empez6 a insinuar ideas varias hasta que habl6 con acento marcado.<br />

(Rosalinda sirvi6 carpas).<br />

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