DISTRIBUCIÓN DE LAS ESPECIES ENDÉMICAS - NatureServe
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más detallado de las localidades de las áreas de endemismo.<br />
La escala de los resultados, por lo tanto, es más útil para la<br />
planificación regional de la conservación que los análisis a<br />
escala continental anteriores. En vez de resaltar grandes áreas<br />
que cubren miles de kilómetros cuadrados que necesitan<br />
protección, podemos determinar lugares específicos como<br />
alternativas para establecer áreas protegidas a nivel nacional<br />
o departamental. También podemos comparar nuestros<br />
resultados con los de Stattersfield et al. (1998) y con los<br />
de Fjeldså et al. (1999, 2005) para determinar si los análisis<br />
previos cubrieron completamente todas las áreas con altos<br />
niveles de endemismo.<br />
Métodos<br />
Selección de las especies. Seguimos los lineamientos descritos<br />
con anterioridad en “Identificación de las especies que son<br />
endémicas en el área de estudio” para elegir las 115 especies de<br />
aves consideradas en este estudio (la lista completa de las especies<br />
está en el Apéndice 2). Eliminamos varias especies candidatas,<br />
incluidas Aglaeactis aliciae, Cranioleuca albicapilla, Asthenes<br />
ottonis, Grallaria andicolus, y Incaspiza laeta, que se localizan<br />
cerca de los límites del área de estudio, pero están restringidas<br />
ya sea a hábitat de bosques secos o a pastizales que están en<br />
gran parte fuera del área de estudio. Para la nomenclatura<br />
y la designación del estatus de las especies, seguimos las<br />
recomendaciones del Comité de Clasificación para América<br />
del Sur de la American Ornithologists’ Union (Remsen et al.<br />
2006). La única excepción es Hemispingus auricularis, a la que<br />
consideramos diferente de Hemispingus atropileus siguiendo la<br />
recomendación de García-Moreno et al. (2001).<br />
Compilación de los registros de localización. Solicitamos<br />
información acerca de la localización de los especímenes<br />
para las especies objeto de los museos locales de historia<br />
natural más importantes, así como de los museos de<br />
América del Norte que poseen colecciones importantes de<br />
especímenes de América del Sur (ver en el Apéndice 1 la lista<br />
de contribuyentes). Georreferenciamos todas las localidades<br />
en los casos en los que las etiquetas de los especímenes<br />
no incluían coordenadas geográficas utilizando las fuentes<br />
descritas en la sección Plantas Vasculares. Complementamos<br />
este conjunto de datos con información adicional extraída<br />
de la bibliografía consultada en Zoological Record en cuanto<br />
a las especies objeto y sus sinónimos. Además, trabajamos<br />
sobre los registros de los reportes del Rapid Assessment<br />
Program (RAP), del Conservation International; el Rapid<br />
Biological Inventory (RBI), del Field Museum; y del<br />
programa Monitoring and Assessment of Biodiversity de la<br />
Smithsonian Institution (SI/MAB). Dado que la mayoría de<br />
las especies de aves pueden ser identificadas por observadores<br />
experimentados a simple vista o por los sonidos que emiten,<br />
incluimos registros de observaciones compilados por la<br />
Asociación Armonía (BirdLife International en Bolivia) y<br />
observaciones extensamente representativas realizadas en<br />
Bolivia por S. K. Herzog y A. B. Hennessey. Durante el<br />
proceso de revisión agregamos registros inéditos adicionales<br />
proporcionados por M. Anciães, J. Fjeldså, D. F. Lane,<br />
J. P. O’Neil y T. Valqui. Para asegurar la precisión de las<br />
coordenadas asignadas a cada localidad, dos ornitólogos<br />
con amplia experiencia en Perú (D. F. Lane y J. P. O’Neil)<br />
revisaron los mapas que presentaban las localidades para<br />
cada una de las especies que existen en ese país. El personal<br />
de la Asociación Armonía realizó la misma tarea con los<br />
datos de Bolivia.<br />
Realización de los modelos y revisiones. Corrimos los<br />
modelos Maxent utilizando los datos de las localidades<br />
revisados para todas las especies que tenían al menos<br />
dos localidades claramente distinguibles. Tres revisores<br />
familiarizados con el área de estudio y con las especies<br />
evaluaron los resultados (ver en el Apéndice 3 la lista de los<br />
especialistas consultados). Estos revisores determinaron si<br />
alguno de los modelos Maxent produjo resultados razonables,<br />
y en esos casos, identificaron el modelo y el umbral que<br />
produjo el mapa más razonable para las especies de acuerdo<br />
con nuestro conocimiento actual de las distribuciones y de<br />
los hábitats. Los revisores también identificaron las áreas<br />
predichas en las que se sabe que las especies no existen.<br />
Para la mayoría de los casos en los que Maxent produjo<br />
resultados inutilizables, usamos modelos deductivos, en<br />
función de rangos de altitud, para describir las distribuciones.<br />
En dos casos, volvimos a correr Maxent con una cantidad<br />
reducida de variables ambientales para mejorar la predicción.<br />
Solo tres de las especies, el barbudo de pecho escarlata (Capito<br />
wallacei), el tapaculo de Vilcabamba (Scytalopus urubambae) y la<br />
tangara del sira (Tangara phillipsi), son conocidas en una sola<br />
localidad. Hicimos un modelo de sus distribuciones utilizando<br />
el rango de elevación en el que han sido registradas<br />
Resultados<br />
Modelos de distribución. Compilamos un total de 2.436<br />
registros de localidades únicas para las 115 especies de aves<br />
endémicas (Figura 29, Tabla 3). La cantidad de localidades<br />
fue de una (para Capito wallacei) a 94 (Atlapetes rufinucha),<br />
y el promedio fue de 21,2. Treinta y siete especies (32%<br />
del total) tuvieron al menos 25 localidades únicas y 76<br />
especies (66%) tuvieron al menos 10 localidades únicas.<br />
Los revisores eligieron los modelos de Maxent para 99<br />
especies (86%), modelos híbridos para seis especies (5%) y<br />
modelos deductivos para diez especies (9%). Los revisores<br />
prefirieron, con más frecuencia, los resultados de Maxent<br />
obtenidos utilizando el modelo 4 (incorporando datos<br />
MODIS generalizados en 5 km) (74 ó 70%), luego el modelo<br />
3 (datos MODIS generalizados 2 km) para el 17% de las<br />
especies cuyos modelos fueron realizados deductivamente.<br />
Los demás modelos, ya sea no utilizar los datos MODIS o<br />
utilizar los datos MODIS sin generalizar, fueron elegidos solo