DISTRIBUCIÓN DE LAS ESPECIES ENDÉMICAS - NatureServe
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• Producir mapas en formato digital de la distribución de<br />
aves, mamíferos, anfibios y plantas endémicos en la ladera<br />
oriental de los Andes centrales, para que sean utilizados en<br />
la planificación para la conservación;<br />
• Identificar los focos de especies endémicas en el área de<br />
estudio, y<br />
• Hacer que la información acerca de las distribuciones<br />
esté ampliamente disponible para científicos académicos,<br />
conservacionistas y planificadores gubernamentales.<br />
Elegimos las tres clases de vertebrados porque éstas eran las<br />
únicas con información taxonómica amplia, e información<br />
digital acerca de su distribución disponible para permitir una<br />
selección eficaz de las especies endémicas (Patterson et al.<br />
2005, Ridgely et al. 2005, IUCN et al. 2006). Aun limitando<br />
el análisis a estas tres clases podemos cubrir hábitat terrestres<br />
(aves y mamíferos) y acuáticos (anfibios). Dado que la<br />
diversidad de las plantas vasculares es alta en esta área de<br />
estudio, limitamos nuestro análisis a doce familias y tres<br />
géneros de plantas representativas. Para los grupos focales de<br />
vertebrados, examinamos todas las especies de estas familias<br />
que son endémicas en el área de estudio.<br />
Este estudio es uno de los primeros en utilizar de modo<br />
extensivo las técnicas para confeccionar modelos de distribución<br />
con el objetivo de planificar la conservación en América<br />
del Sur. Aunque muchos estudios han realizado modelos<br />
de distribución de especies para ayudar a su conservación<br />
en varias partes del mundo (Chen y Peterson 2002, Engler<br />
et al. 2004, Loiselle et al. 2003, Raxworthy et al. 2003), la<br />
mayoría no ha producido mapas en escala fina, de múltiples<br />
especies, que puedan utilizarse individual y/o colectivamente<br />
para la conservación regional. Partiendo de estudios previos,<br />
refinando los algoritmos para los modelos y comparando sus<br />
rendimientos bajo diferentes condiciones (Elith et al. 2006,<br />
Hernandez et al. 2006, Phillips et al. 2006), pudimos hacer<br />
modelos de distribución de más de 600 especies.<br />
Ejecutar estos procesos exigió la compilación de un<br />
conjunto de datos de más de 6.400 registros de museo y de<br />
observaciones de las especies focales. Adquirimos estos datos<br />
contactándonos con curadores de 61 herbarios y 19 museos<br />
de historia natural (Apéndice 1). Luego georreferenciamos los<br />
registros que no tenían coordenadas geográficas y sometimos<br />
los datos a una detallada revisión para asegurar el alto nivel<br />
de exactitud de los datos ingresados en los modelos. Este<br />
esfuerzo, por lo tanto, implica una colaboración sustancial<br />
entre las comunidades conservacionista y de los museos que<br />
se benefician con los datos de los resultados y los análisis.<br />
Además de utilizar datos estándar acerca de la elevación y<br />
el clima, incorporamos datos de MODIS (Moderate Resolution<br />
Imaging Spectroradiometer) en los modelos. Estos datos<br />
representan la cubierta de vegetación actual y, por lo tanto,<br />
nos ayudan a asegurar que las predicciones muestran lugares<br />
donde es probable que una especie se localice en la actualidad,<br />
teniendo en cuenta deforestaciones recientes. También<br />
utilizamos técnicas nuevas para adaptar los modelos que<br />
combinan imágenes satelitales de alta precisión con datos<br />
de localidades de baja precisión, algunos de los cuales son<br />
derivados de recolecciones hechas hace entre 50 y 100 años.<br />
Los mapas de distribución obtenidos proporcionan<br />
una resolución espacial mucho mejor que la de los<br />
disponibles previamente. Las compilaciones anteriores de<br />
la distribución de los vertebrados de América del Sur (p. ej.<br />
Ridgely et al. 2005, Patterson et al. 2005, IUCN et al. 2006)<br />
se basan en polígonos dibujados, a menudo a ojo, en mapas<br />
en escalas con frecuencia excesivas de 1:1,000,000. Si bien<br />
estos mapas de polígonos representan un avance enorme<br />
y proporcionan la base para importantes análisis globales<br />
y hemisféricos (Rodrigues et al. 2004, Stuart et al. 2004,<br />
Young et al. 2004, Orme et al. 2005, Brooks et al. 2006), no<br />
proporcionan la precisión necesaria para la conservación<br />
regional dentro de países extensos. Los mapas refinados<br />
de distribución proporcionados por este estudio, y los<br />
análisis basados en ellos, brindan un aporte a escala fina no<br />
disponible hasta este momento para la planificación de la<br />
conservación a este nivel.