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96 ORACIONES DE II CORINTIOS<br />
15 Porque nosotros somos tu perfume, Cristo,<br />
ante el Padre,<br />
para los que se salvan...<br />
16 ¿Quién será apto para ésta tan alta predicación?<br />
Haz que no seamos<br />
17 meros traficantes de tu palabra divina.<br />
Ayúdanos, más bien, a ser hombres sinceros<br />
enviados por tu Padre<br />
cuando, ante El,<br />
hablemos de Ti, Cristo.<br />
46. EL ESPÍRITU ESCRIBE<br />
La mente de Pablo no aparece clara en su predicación. Pero<br />
podemos entenderla y apropiarnos, por lo menos, de uno de<br />
los colores que brillan en el prisma de sus palabras: Aceptar<br />
los acontecimientos diarios de la vida como oportunidades<br />
para traer a Cristo y su fortaleza a nuestros compañeros. Entonces<br />
podemos estar seguros de que el Espíritu Santo transformará<br />
no solamente a nuestro prójimo, sino también a nosotros<br />
mismos.<br />
U Cor.<br />
Demasiado tiempo me he contentado, Señor,<br />
con dejar tu palabra helada en los libros.<br />
3, 2 Ah<strong>ora</strong> yo mismo<br />
estoy encargado de ser<br />
tu carta escrita...<br />
para ser conocida<br />
y leída de todos los hombres.<br />
LUZ EN LAS TINIEBLAS 97<br />
3 Yo soy tu carta, Cristo...<br />
escrita no con tinta,<br />
sino con el Espíritu de Dios Vivo;<br />
no en tablas de piedra,<br />
sino en la tabla de mi c<strong>ora</strong>zón humano...<br />
5 No es que sea capaz por mí mismo<br />
de reclamar algo como venido de mí;<br />
pues mi capacidad me viene de tu Padre,<br />
que me ha capacitado<br />
para ser ministro de la Nueva Alianza,<br />
no de la letra de la Ley,<br />
sino del Espíritu...<br />
17 Y donde está tu Espíritu,<br />
allí hay libertad.<br />
18 Y todos nosotros... reflejando tu gloria, Señor,<br />
nos transformaremos en tu misma imagen<br />
resultando más gloriosos.<br />
47. LUZ EN LAS TINIEBLAS<br />
Si estoy atento a las inspiraciones de Cristo, su luz brillará<br />
en mi vida para iluminar al género humano. Mi vida,<br />
pues, puede ser signo, y en alto grado. Pero la medida de<br />
su significación puede muy bien ser determinada por la medida<br />
de la cruz de Cristo que estoy llamado a sostener. Por esta<br />
razón, pido la luz interior para comprender el fracaso aparente,<br />
y la sabiduría para aceptarlo como Cristo lo hizo, como un<br />
paso preliminar que guía a la eterna victoria.