hilsdale, paul - ora..

O ORACIONES DE TESALONICENSES
Haz que lo tenga siempre presente,
pero te ruego no ser aterrorizado por ello.
4 Después de todo no vivimos en la oscuridad
para que ese día pueda sorprendernos
como el ladrón.
No, gracias a tu Hijo, nuestro Salvador,
5 somos hijos de la luz
e hijos del día;
no somos hijos de la noche,
ni de las tinieblas.
6 Por tanto, haz que no durmamos
como los otros,
sino que vigilemos
y seamos sobrios,
7 porque los que duermen, de noche duermen,
y los que se embriagan, se embriagan en la noche.
8 Por el contrario, haz que nosotros, hijos del día,
seamos sobrios;
nos revistamos de la coraza de la fe
y de la caridad,
cubriéndonos con el yelmo
de la esperanza de la salvación.
Que nunca nos olvidemos de esta verdad:
9 Tú no nos destinaste a la ira,
sino a conseguir la salvación
por nuestro Señor Jesucristo,
AMOR E INICIATIVA
10 que murió por nosotros
para que, vivos o muertos,
vivamos siempre con El.
96. AMOR E INICIATIVA
Cristo, Dios y hombre, es el don supremo del Padre a la
humanidad. De una u otra manera, el conjunto de esta Carta
trata de la iniciativa de Dios en la historia de la salvación, de
la elección que hizo de mí, de su don gratuito, de su «gracia».
Mi respuesta a ese amor de Dios debe ser amor a los hombres,
de manera que nadie «devuelva mal por mal». Por el contrario,
los cristianos están para «hacer siempre bien unos a otros...,
animar a los pusilánimes, soportar a los débiles y ser pacientes
con todos».
/ Tes.
5, 11 Ayúdanos, Señor, a animarnos mutuamente
y edificarnos los unos a los otros...
13 y vivir en paz entre nosotros.
14 Enséñanos a corregir a los indisciplinados,
alentar a los pusilánimes,
sostener a los débiles
y ser pacientes con todos.
15 Que nunca volvamos a otro mal por mal,
sino siempre tengamos por meta el bien.
En una palabra, que aprendamos a
16 estar siempre alegres,