07.05.2013 Views

Alberto Vazquez Figueroa - Sicario.pdf - LaFamilia.info

Alberto Vazquez Figueroa - Sicario.pdf - LaFamilia.info

Alberto Vazquez Figueroa - Sicario.pdf - LaFamilia.info

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Sicario</strong>. <strong>Alberto</strong> Vázquez-<strong>Figueroa</strong> 193<br />

Lo único que hice fue cumplir mi promesa sacándole del país.<br />

Ya sé que no especifiqué qué medio de transporte utilizaría, pero<br />

tampoco él lo especificó allá en Cartagena.<br />

Si hubiera sido un tipo con lo que hay que tener, tal vez hubiese logrado<br />

salvarse, pero me han contado que jamás se ha vuelto a saber de él, y<br />

si te digo la verdad, no me sorprende.<br />

A veces, en mitad de esas largas noches en que me quedo mirando el<br />

techo y recordando tantas cosas como me han ocurrido, trato de<br />

imaginarme cómo debió de ser su final y en ocasiones me arrepiento.<br />

Fue exagerado, lo admito.<br />

Una pasada que un miserable como Carlos Alejandro Criado Navas no<br />

se merecía.<br />

Hubiera bastado con un simple tiro entre los ojos en un callejón oscuro,<br />

pero a estas alturas sabes muy bien que hice todo aquello por<br />

distraerme.<br />

Por vengar a Luna y a Román, eso está claro, pero también fue en parte<br />

por diversión, y en parte un reto a mí mismo, pues quería demostrar que<br />

era algo más que un simple «sicario».<br />

«Elubri...» No; no es eso. «Elucubrar» ¡jodida palabra!, como yo lo hice<br />

en Miami en aquel tiempo, me sirvió no sólo para aplacar la ira que me<br />

devoraba las entrañas, sino sobre todo para comprobar que no era tan<br />

sólo una máquina de matar gente.<br />

Canijo, feo, ignorante, hijo de puta y asesino, son términos con los que<br />

por lo general se me describe, y además de todo eso sería harto<br />

estúpido si no admitiese que son en verdad los que mejor me cuadran.<br />

Me he convertido en una «escoria»; una basura de la que la sociedad<br />

haría bien en librarse, pero también me he convertido en uno de esos<br />

pedos que cuando estamos en el retrete nos recuerdan lo que estamos<br />

haciendo, y nos ayudan a comprender que esa mierda, por muy<br />

maloliente que sea, la hemos producido nosotros a base de triturar y<br />

corromper cosas que incluso olían bien y eran hermosas.<br />

Los «marginales» como yo, que nacen ya marginados porque así lo<br />

quiere la suerte o el destino, somos como una manzana que alguien

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!