Buenos Dias Espiritu Santo - Cristianos
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carne y abre la edad del Espíritu. En Génesis, donde Noé<br />
estuvo construyendo el arca por 120 años, terminó la era de<br />
la carne. Dios dijo: "No contenderá mi espíritu con el<br />
hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas<br />
serán sus días ciento veinte años" (Génesis 6:3).<br />
Es precisamente por este propósito que el Señor<br />
reunió los 120 en Pentecostés. Para que Dios el Espíritu<br />
<strong>Santo</strong> pudiera actuar entre las naciones. Esto marcó el<br />
principio de la edad del Espíritu.<br />
¡Los observadores no podían entender qué estaba<br />
pasando! Algunos se burlaron diciendo: "Están llenos de<br />
mosto" (Hechos 2:13). Pero Pedro "poniéndose en pie con<br />
los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y<br />
todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y<br />
oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como<br />
vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.<br />
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel" (w.14-16).<br />
"Los 120 fueron llenos del Espíritu a tal grado, que<br />
podían actuar en su propio poder. El Espíritu era tan<br />
poderoso que El tomó control sobre las acciones de los<br />
creyentes. El estaba en acción, cambiando su lenguaje, sus<br />
emociones y su comportamiento. Lo que Jerusalén presenció<br />
no fue embriaguez, sino el gozo increíble que viene<br />
cuando el Espíritu toma control. Yo mismo he sido acusado<br />
de algunas cosas.<br />
Qué transformación en el tímido Pedro. Sacó lo de<br />
"predicador" que había en él, cuando él "alzó su voz" y les<br />
habló con denuedo a la creciente multitud. Pero, ¿quién tú<br />
crees que le dio a él las palabras? El mensaje cautivador fue<br />
el del Espíritu <strong>Santo</strong>. "Pues nuestro evangelio no llegó a<br />
vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>" (1 Tesalonicenses 1:5). Así es. El evangelio<br />
es predicado por el Espíritu <strong>Santo</strong>. El es el que hace<br />
la obra.<br />
Ahora observa lo que comenzó a pasar de repente en<br />
el libro de los Hechos. El Espíritu <strong>Santo</strong> les da tremenda<br />
autoridad a aquellos que lo han recibido. Eran las tres de la<br />
tarde cuando Pedro y Juan fueron al templo, y "era traído un<br />
hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la<br />
puerta del templo que se llama la Hermosa, para que<br />
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pidiese limosna de los que entraban en el templo" (Hechos<br />
3:2).<br />
Volviéndose al mendigo, "Pedro, con Juan, fijando en<br />
él los ojos, le dijo: Míranos" (v. 4). Es maravilloso ver a un<br />
hombre completamente entregado al Espíritu <strong>Santo</strong>. Pedro<br />
estaba lleno de un denuedo y poder que él nunca había<br />
conocido, mientras miraba profundamente en el alma de<br />
este pobre hombre —a través de sus ojos.<br />
El mendigo sabía que Pedro y Juan no estaban<br />
jugando. Un denuedo santo había sido conferido a los<br />
apóstoles. Cuando Pedro dijo, "Míranos", el hombre<br />
inmediatamente "les estuvo atento, esperando recibir de<br />
ellos algo" (v. 5).<br />
Entonces Pedro dijo: "No tengo plata ni'oro, pero lo<br />
que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret,<br />
levántate y anda" (v. 6). "Y tomándole por la mano derecha<br />
lo levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;<br />
y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el<br />
templo, andando, y saltando y alabando a Dios" (vv. 7-8).<br />
¿Te puedes imaginar la consternación que hubo en el<br />
templo? El que había sido cojo hizo una entrada poderosa<br />
por sí mismo. Ellos lo reconocieron inmediatamente y "se<br />
llenaron de asombro y espanto por lo que le había<br />
sucedido" (v. 10).<br />
No una experiencia de "ayer"<br />
El poder y autoridad que los apóstoles recibieron comenzó<br />
a tocar las vidas a cada paso. Su ministerio fue seguido por<br />
"muchas señales y prodigios en el pueblo" (Hechos 5:12).<br />
¿Y cuál fue el resultado? "Y los que creían en el Señor<br />
aumentaban más, gran número así de hombres como de<br />
mujeres" (v. 14). Las señales que siguieron a la venida del<br />
Espíritu <strong>Santo</strong> guio a la gente directamente a Cristo. Eso es<br />
un hecho importante que hay que recordar.<br />
Lo que pasó en el Aposento Alto no fue una experiencia<br />
de sólo una vez; tampoco una nota marginal de la<br />
historia. Los creyentes llenos del Espíritu establecieron una<br />
relación incesante con el Espíritu <strong>Santo</strong>. Ellos continuaron<br />
llenándose. Cuando llamaron a Pedro ante el<br />
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