Historia natural y discurso idiosincrásico del Nuevo Mundo - Spanish

158
Domingo Ledezma
surge del contraste entre la naturaleza de España y la de la tierra indiana.
En América ni siquiera es imperativo el trabajo del hombre pues por providencia
divina los campos se visten de frutos y de sustento.
El tratamiento del tema apologético en el discurso de Cárdenas suele
ir acompañado de una mayor libertad estilística. Las evidencias con que
sustenta su discurso laudatorio le resultan tan categóricas que, dejando de
lado las especulaciones artificiales y las controversias elementales, su lenguaje
gana claridad expositiva. Las argumentaciones encomiásticas se sostienen
no en una precisa disposición de premisas discursivas, seguidas de
sus inferencias lógicas, sino en una convicción tangible para la cual no es
necesaria construir un preciso mecanismo retórico. El estilo deja de estar
sometido a la rigurosidad dialéctica y se apropia de una natural fluidez. En
tales casos Cárdenas acorta la distancia estilística del lenguaje formal, y
confiere al discurso un tono emotivo que distinguirá los momentos en que
el tema apologético y maravilloso se salga de los cauces de la disquisición
dialéctica y adquiera su propio brillo en el discurso.
El tono laudatorio y emotivo del discurso es notorio cuando se ocupa de
las cualidades y efectos medicinales de algunas plantas americanas, como
el tabaco, el cacao, las especias y el maíz. La relación de sus propiedades y
efectos curativos, va acompañada de un elogio entusiasta y espontáneo que
nace de la observación y reflexión cuidada que Cárdenas ha hecho sobre
ellas. El extenso razonamiento médico de Cárdenas sobre las propiedades
del tabaco, chocolate y el maíz, puede justificarse como un alegato defensivo
que, desde una perspectiva local, presenta ante las controversias y opiniones
varias que los productos americanos habían provocado entre médicos y
naturalistas europeos. Ello explicaría el carácter prescriptivo que Cárdenas
le imprime a su discurso, y su desestimación del parecer contrario que los
médicos españoles pudieran tener sobre sus efectos y propiedades.
Un caso particular es el tabaco, o picietl en lengua náhuatl, cuyo impacto
inicial fue controvertido. Mientras algunos despreciaban y consideraban
su uso como un hábito disoluto, la costumbre de fumar se extendió
rápidamente, certificada por los poderes terapéuticos que se le atribuían.
Cárdenas, por su parte, exalta la planta como un don del cielo:
La excelente y famosa planta del Piciete, famosa digo, pues su nombre es ya
celebrado, así por las Españas, como por este Nuevo Mundo de las Indias,
comienza desde su nacimiento, a mostrar sus virtudes y grandezas, pues
naciendo de una semilla menor que la del grano de la mostaza, crece tanto
que olvidada de su naturaleza, se levanta y encumbra sobre las demás yerbas
y plantas hortenses. (145)
Cárdenas ensalza al tabaco, presentando su nacimiento como verdadera
revelación natural: de diminuta y desconocida semilla, menor que la mostaza,
la hace sobresalir sobre las demás plantas. La fluidez del estilo, alejada
de la árida argumentación silogística, nos deja ver la imagen de la planta