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eso, un demonio del cual Joo-Eun me había hablado se acercó a mí<br />
girando sus ojos blancos. Yo esperé a que se acercara este demonio. Tan<br />
pronto como él trató de interferir mi oración, sin misericordia extraje<br />
sus ojos y lo golpeé tirándolo al piso. Estando sin ojos, este gateó<br />
alrededor buscando en el piso, “Oh, no! Mis ojos! ¿Dónde están mis<br />
ojos? Ayúdenme a encontrarlos!” Eventualmente éste los halló, pero<br />
cuando trató de ponérselos de regreso en las cuencas, había demasiada<br />
suciedad, y se los puso equivocadamente, y corrió.<br />
Luego, un demonio masculino, llevando puesta camiseta interior rota,<br />
lentamente se acercó aunque estaba buscando <strong>por</strong> alguna señal mía.<br />
Pensé en rodarlo como una bola de boliche. Cuando se acercó lo<br />
suficiente, extendí mi mano y puse dos dedos en sus ojos y uno en la<br />
entrada de la nariz. Yo lo aventé como una bola de boliche, y con un<br />
golpe se deslizó y desapareció.<br />
Una vez más un demonio con pelo largo, llevando un traje apareció.<br />
Este me dio escalofríos, <strong>por</strong>que ella estaba sangrando de sus ojos y sus<br />
labios. Yo corrí tras esta, la agarré, abofeteé su cara y la machuqué. Me<br />
sentí tan triunfante! “Paren ya de venir aquí! Ustedes me están<br />
fastidiando! Ustedes demonios!” Después de una continua golpiza,<br />
huyó corriendo gritando. Eso fue asombroso, yo estaba teniendo mucha<br />
diversión abofeteando los tontos demonios!.<br />
Continué orando en lenguas cuando un fuerte, robusto demonio<br />
masculino, llevando puesta una máscara de metal se acercó a mí. Solo<br />
un ojo estaba visible a través de la máscara, y ese ojo estaba lleno de<br />
gusanos. Yo no quería tocarlo, entonces grité “en el nombre de Jesús,<br />
huye de mí!” Pero éste se resistió y luego comenzó a bailar en forma<br />
retorcida. De alguna manera éste se desaparecía y aparecía<br />
repetidamente, mientras bailaba. Entonces esperé hasta que el demonio<br />
reapareció, y lo agarré, dándole vueltas girándolo <strong>por</strong> todas partes.<br />
Luego tiré al demonio hacia la parte de atrás de la iglesia y con un<br />
chillido se desvaneció. En ese momento Jesús vino y me aplaudió<br />
diciendo. “Mi querido Haak-Sung tú finalmente levantaste el estándar<br />
de atormentar estos demonios! Estoy orgulloso de ti, muy orgulloso!<br />
Algunas veces durante los sermones, presencié ángeles derramando<br />
alguna clase de aceite sobre la cabeza de nuestro pastor, y sus sermones<br />
resonaban más poderosamente. Cuando el sermón era acerca de la<br />
identidad de ciertos de demonios, aquellos demonios se escondían<br />
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