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probablemente alguien que guió muchas almas a ti. Allí hay<br />
probablemente algunos ministros quienes han liderado sus iglesias en<br />
una forma agradable. ¿No hay algunos como estos en el grupo de los<br />
adúlteros?” El Señor terriblemente me reprendió, “Como pastor, ¿no<br />
conoces la escritura?” Jesús me ayudó a recordar Filipenses 2:12,<br />
“Continúen trabajando en su salvación, con miedo y temblor.”<br />
Aunque el Señor me había regañado, continué debatiendo y<br />
argumentando con Él. “Mi amado Señor! Pero esos ministros han<br />
sacrificado sus vidas enteras <strong>por</strong> ti. Ellos han pasado su tiempo en la<br />
tierra sirviéndote. ¿No crees que Tú deberías darle a ellos la<br />
o<strong>por</strong>tunidad de arrepentirse? Si yo reivindico que los pastores van al<br />
infierno, quien me creerá?”<br />
Hubo un momento de silencio y pausa. El Señor luego calladamente y<br />
con dignidad habló. “DIOS el Padre está de acuerdo conmigo. Si los<br />
ministros que han cometido adulterio sinceramente se arrepienten con<br />
temor, ellos deberán ser perdonados. Pero si ellos retroceden en sus<br />
caminos malvados y cometen el mismo pecado después de arrepentirse,<br />
ellos están burlándose de DIOS! No interesa si ellos han guiado<br />
pequeños o mega ministerios o han liderado grandes o débiles<br />
ministerios, ellos han cometido el pecado el cual DIOS odia más.<br />
Ustedes tiene que tener eso en mente.”<br />
Luego, en una visión, el señor me mostró a un especifico pastor el cual<br />
se enamoró de una hermana joven en su iglesia. Ellos a menudo se<br />
encontraban para tener relaciones sexuales. Eventualmente, su amorío<br />
fue expuesto a la esposa del pastor. Ella estuvo en tal shock que su nivel<br />
de estrés fue grandemente elevado y aún poderoso. La esposa intentó<br />
persuadir el pastor al arrepentimiento, pero él no escuchó. La esposa no<br />
podía aguantar más el dolor y el shock, entonces se puso muy<br />
deprimida. Luego, ella cometió suicidio, una opción que los no<br />
creyentes hacen. Ahora ella está en el infierno y en gran tormento.<br />
El Señor dijo, “Cada vez que veo a esa hija, mi corazón se parte.<br />
¿Cómo no podría Yo enviar a ese pastor al infierno? Ese pastor está<br />
todavía en ministerio. Su arrepentimiento no fue genuino. Aún hoy, él<br />
está viviendo una vida de desilusión y auto engaño. Su forma de pensar<br />
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