PSICOLOGÍA - Fundación Gustavo Bueno
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LECCIÓN XXII<br />
TENDENCIAS Y SENTIMIENTOS INFERIORES<br />
1. Tendencias elfcitas.<br />
La vida psíquica, además de vida cognoscitiva, es vida apetitiva, es decir,<br />
tendencia. Las tendencias biológicas son tan importantes que en la vida animal<br />
los fenómenos de conocimiento están totalmente subordinados a la satisfacción<br />
de las tendencias. Las tendencias psíquicas, es cierto, sólo pueden dispa-'<br />
rarse, desarrollarse a partir de actos cognoscitivos (sensaciones, percepciones)<br />
previos. Pero estos actos cognoscitivos son meros servidores del apetito.<br />
Sólo en el hombre se llega—y sólo algunas veces—a una inversión de estas relaciones,<br />
es decir, se alcanza la subordinación de los actos apetitivos a los actos cognoscitivos<br />
puros, al csaber por el saber»<br />
Los seres vivientes están dotados de un apetito interno, es decir, de una innata<br />
tendencia hacia su fin (actividad teleológica). En los grados elementales de<br />
la vida este apetito se desarrolla automáticamente, sin necesidad del conocimiento:<br />
solamente por medio de actos reflejos. Por ejemplo, el corazón late en<br />
el animal, el estómago se mueve en la digestión de un modo automático... Todas<br />
estas tendencias (y movimientos consecutivos) se llaman naturales.<br />
A este grupo pueden reducirse los reflejos simples (v. gr. el rotular, el renejo del<br />
iris, etc.), si bien estos reflejos se desencadenan también a partir de conocimientos. Así,<br />
el iris suele agrandarse al decir el nombre de una persona conocida.<br />
Ahora bien: hay tendencias y movimientos que, aunque sean irresistibles c<br />
innatos, espontáneos, sólo comienzan a desarrollarse a partir de actos de conocimiento.<br />
Por ejemplo, im vertebrado, cuando recibe un estímulo o agresión<br />
inesperado—por ejemplo, un aullido—, responde espontáneamente con una serie<br />
de actos y movimientos (que juntos constituyen el llamado por SELYE «síndrome<br />
de adaptación»). Por ejemplo, baja la temperatura (hipotermia), disminuye<br />
la cantidad de cloro en la sangre (hipocloremia); pero en seguida las glándulas<br />
suprarrenales segregan adrenalina, aumenta el potasio y fósforo en la<br />
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<strong>Gustavo</strong> <strong>Bueno</strong> & Leoncio Martínez, Nociones de filosofía. Quinto curso, Ediciones Anaya, Salamanca 1955