Capítulo 1

Omn Bia 320-3 14/11/12 16:19 Página 38
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Se le erizó el vello de la nuca. Estaba otra vez ahí
arriba, mirándola.
Estaba segura.
Levantó la vista, colocó la mano a modo de visera
frente al sol. No tenía la menor intención de ser discreta.
Y ahí estaba, de pie con los brazos cruzados, los
ojos ocultos bajo esas sempiternas gafas de sol.
Una repentina oleada de deseo recorrió su cuerpo tan
deprisa que sintió una debilidad tremenda en las rodillas.
Quería... quería...
Salir de allí. Eso era lo que deseaba. Se dio media
vuelta y avanzó entre chapoteos por el agua poco profunda
de la orilla.
–¿O’Connell?
Tenía sus gafas de sol sobre una silla plegable de
lona. Clavó la montura en el puente de la nariz y se
calzó unas chanclas de suela de goma.
–¿Qué ocurre, encanto?
–La sesión ha terminado. Eso es lo que pasa.
Maurice era un fotógrafo magnífico, pero nunca sabía
cuándo debía parar.
Ella sí lo sabía, y ese momento ya había llegado.
Llegó a lo alto del acantilado sin aliento. El desconocido
había desaparecido y eso fastidió a Fallon. ¿Qué
clase de hombre vigilaba a una mujer y no se tomaba la
molestia de presentarse? Porque, desde luego, estaba
observándola a ella.
A ella.
Fallon se dirigió hacia la carpa, donde todo el equipo
de Sueños Nupciales formaba en semicírculo, en sus
respectivas sillas de loneta, con sus rostros expuestos al
sol.
Andy bajó la mirada y habló en voz alta.
–¿Habéis terminado?
Ella asintió. Andy sonrió y alargó la mano hacia ella
con el pulgar hacia arriba en señal de victoria. Ella le
devolvió la sonrisa, acompañada del mismo gesto de satisfacción,
y abrió la puerta del viejo Fiat rojo, que ha-